Sucesos

En el sótano de Bruno olía «a carne fresca, a matadero»

Los guardias civiles que inspeccionaron la casa encontraron restos de sangre, cuchillos y una sierra.

En el sótano de Bruno olía «a carne fresca, a matadero»
En el sótano de Bruno olía «a carne fresca, a matadero»larazon

Los guardias civiles que inspeccionaron la casa encontraron restos de sangre, cuchillos y una sierra.

En la cuarta sesión del juicio a Bruno Hernández Vega, el acusado de asesinar y triturar a su tía y a una inquilina, se dieron a conocer nuevos detalles escabrosos del caso. El jefe del servicio del laboratorio de Criminalística de la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, que intervino ayer en el juicio explicó que los agentes que participaron en la primera entrada y registro de la vivienda de la casa del presunto descuartizador de Majadahonda, notaron en la casa un olor «a sangre fresca» y «a carne fresca, a matadero». Un aroma que el agente describió como el olor «característico de sangre y cuerpo, que se queda impregnado en la casa y es difícil que se vaya hasta que pase de tiempo».

En la primera inspección de la casa unifamiliar en la que residía el presunto asesino, que se produjo a comienzos de abril de 2015, los agentes encontraron restos de sangre en el suelo y en algunos trapos, con apariencia de haber sido lavados. Asimismo, los guardias civiles que participaron en el registro, localizaron «ropa femenina con la placa de Adriana –la inquilina que, presuntamente, también fue asesinada por Bruno–». A esto se unió la presencia de «numerosos productos de limpieza, varios mochos de fregona y balletas» en distintas estancias de la casa. Sin embargo, los descubrimientos más macabros de la inspección se produjeron en el sótano de la casa en la que Bruno residía: «marcas rojizas en la pared», «cuchillos, machetes y una pala de jardinería» fueron los primeros hallazgos de los integrantes de la Benemérita. Y finalmente, el plato fuerte: la picadora industrial de carne con la que Bruno habría hecho desaparecer los cuerpos de sus víctimas, la cual, al estar envuelta en bolsas de basura, «no era visible a simple vista». También en el sótano se localizó una sierra radial de mano, que podría haber usado para trocear los restos antes de triturarlos. Ambas máquinas fueron enviadas al laboratorio de la benemérita para su análisis. Los agentes también notaron que el sótano estaba recién pintado, por lo que «rasparon la pared» y recogieron muestras de la mancha, y es que, según detalló el Jefe del laboratorio de la Guardia Civil, «la forma de la pintura» era la que se suele utilizar «para ocultar algo». Otro de los guardias que participó detalló que «recogieron muestras de sangre en el suelo, en guantes y en la cocina», y de «una especie de grasa en el fregadero».