Violencia callejera

Florita regresará a su pueblo en Rumanía esta Navidad

Flor, junto a una de las personas que le han ayudado tras la agresión, ayer en el hotel en el que está durmiendo
Flor, junto a una de las personas que le han ayudado tras la agresión, ayer en el hotel en el que está durmiendolarazon

Gracias a la solidaridad ciudadana la «sintecho» agredida en la calle Fuencarral volverá a su localidad natal junto a su pareja en unos días.

El caso de Florita, la anciana de origen rumano que fue presuntamente agredida por cuatro jóvenes la madrugada del jueves en la calle Cardenal Cisneros, ha desatado una oleada de solidaridad. Esta «sintecho» de 84 años que habitualmente pernocta en las calles aledañas a la madrileña glorieta de Bilbao podrá volver a su pueblo natal esta Navidad gracias a las donaciones que vecinos y asociaciones en defensa de los indigentes han reunido para su causa.

Durante las dos últimas noches, las posteriores a la agresión que la dejó semiinconsciente en la acera y de la que aún dan buena cuenta los hematomas que rodean sus ojos, la mujer y su pareja han dormido en un hotel pagado por una ciudadana hasta lograr que se recupere de la agresión. «Flor se va recuperando en un hotel gracias a gente como Alejandra, @Ric_Rod_Fra @Esteladasideral... El lunes se marcha a Rumanía con su pareja para pasar las navidades. La abuelita agredida de Fuencarral os da las gracias a todas por el apoyo mostrado estos días», escribía ayer a media tarde en su cuenta de Twitter Lagarder, un activista que defiende los derechos de las personas sin hogar que, como él, viven en las calles de la capital.

La agresión de la que fue víctima esta «sintecho» se produjo alrededor de las 3:30 horas del jueves a la altura del número 8 de la calle Cardenal Cisneros donde estaba durmiendo junto a su pareja. Ella asegura que fue brutalmente agredida por cuatro jóvenes que, armados con botellas de cristal, le propinaron golpes en la cara y el estómago mientras su pareja logró huir. Los efectivos sanitarios del Samur y Samur Social –que la tienen controlada y explican que Flor nunca acepta los recursos sociales, informaron fuentes de Emergencias Madrid– se acercaron hasta ella hasta en tres ocasiones en las 48 primeras horas después del suceso tras recibir avisos de los vecinos, pero la mujer no quiso ser atendida por los médicos y tampoco permitió que los agentes la identificaran para proceder a poner una denuncia por un delito de odio contra las personas sin hogar o de aporafobia.

Vecinos de Chamberí ofrecieron a Telemadrid otra versión en la que Flor es víctima de una mafia de la mendicidad que la tiene en Fuencarral cada día desde hace dos años y, por la noche, pasa para recoger el dinero que haya podido recaudar. Los vecinos creen que fue alguien de la mafia o incluso su pareja la que agredió brutalmente a la anciana.

Como Florita, más de 2.000 personas pernoctan a diario en las calles de la capital según los datos del área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid.