Puente de Vallecas

«Drag queens»: Reinas en Vallecas

Disfrazada de la pantera rosa, La Prohibida y su comitiva lanzaron ayer besos y caramelos a los niños. Entre gritos de «reinas» y «guapas», no sustituyeron a los Reyes Magos, pero sí los eclipsaron.

La «drag queen» y sus acompañantes, disfrazados todos ellos con pijamas de animales, no dudaron en hacerse fotos para inmortalizar el momento.
La «drag queen» y sus acompañantes, disfrazados todos ellos con pijamas de animales, no dudaron en hacerse fotos para inmortalizar el momento.larazon

Disfrazada de la pantera rosa, La Prohibida y su comitiva lanzaron ayer besos y caramelos a los niños. Entre gritos de «reinas» y «guapas», no sustituyeron a los Reyes Magos, pero sí los eclipsaron.

No se vistieron de Melchor, Gaspar y Baltasar, pero al final, las drag fueron las reinas de Vallecas. Después de una semana marcada por la polémica y por las declaraciones cruzadas entre partidarios y detractores de su participación en la Cabalgata, al final los pijamas de La Prohibida –nombre artístico de la actriz gaditana Amapola López– y su séquito cosecharon la mayoría de aplausos y de gritos de apoyo de los vecinos que, pese a la lluvia, acudieron a ver la Cabalgata con el paraguas en la mano y los chubasqueros preparados. Animadas por los asistentes, La Prohibida, Roma Cabaret y la cantante de hip-hop Dnoé Lamiss salieron detrás de los Reyes Magos en un vehículo con el lema «Vallekas por la diversidad» adornado con una bandera gigante del arcoirirs y con un enorme trono que nada tenía que envidiar al de Sus Majestades. Desfilaron al compás del himno de la comunidad LGTBI
–«A quién le importa», de Fangoria–, unas notas que se mezclaban curiosamenente con los tradicionales villancicos que acompañaban al resto de carrozas.

Las integrantes de la carroza de Orgullo Vallecano recorrieron las calles del barrio, acompañadas por varios niños también disfrazados y clamaron por «la pluralidad» mientras los vecinos coreaban piropos como «guapas» y «reinas» a los que ellas respondían con besos y caramelos. Tampoco faltaron los bailes y los guiños cómplices a los espectadores. Sin duda, La Prohibida fue la gran protagonista, y minutos antes de subirse a la carroza publicó en Twitter una imagen en la que desveló la gran incógnita: los disfraces. Ella se vistió de Pantera Rosa con un pijama de peluche, y entre el resto del grupo triunfó el «animal print» colorido de leopardo y los atuendos de animales. Fue la propia artista la que aclaró en la misma red social unos minutos después de finalizar la Cabalgata que el atuendo estaba decidido desde el mes de noviembre, y que en ningún caso se modificó a raíz de la controversia que creó su participación. Al margen de la polémica, una vez despojada del disfraz de pantera rosa, La Prohibida volvió a acudir, como cada viernes, a la sala La Boite de la calle Tetuán, donde dirige desde hace años la sesión «Ultrapop» en la que pincha música pop de todas las épocas.

La otra gran protagonista de la víspera del día de Reyes fue la lluvia, que provocó que la comitiva avanzara más rápido de lo que se esperaba en un principio. Con puntualidad británica, a las seis de la tarde el peculiar desfile navideño de Puente de Vallecas fue inaugurado por la carroza de Baltasar; un rey que como es tradición en este distrito, tuvo rostro de mujer: el de una usuaria de los servicios sociales del consistorio que dirige Ahora Madrid.

La cabalgata desfiló con normalidad sólo unas horas después de recibir el apoyo expreso de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, que pese a haber sido la polémica de la semana, se había mantenido al margen de ésta. Hasta ayer, cuando se pronunció para restarle importancia a la controversia. «Se han dicho muchas exageraciones que indican que las personas que somos representantes políticos tenemos poco tacto, porque creo que es una iniciativa muy bonita para que en la cabalgata puedan participar carrozas de todas aquellas personas que lo quieran», aseguró Carmena, a la vez que lamentó que la participación del grupo de drag queen en el desfile vallecano acabara convirtiéndose en un «escándalo». El «escándalo» saltó cuando el diario «El Mundo» publicó el martes que entre la comitiva que acompañaría a Sus Majestades de Oriente en la cabalgata del distrito de Puente de Vallecas estaría la drag queen La Prohibida, la actriz y bailarina de cabaret Roma Calderón y hiphopera Dnoé Lamiss como protagonistas de una carroza que reivindicaría los derechos LGTBI: «Por la igualdad y la diversidad».

El concejal Paco Pérez, de Ahora Madrid, aseguró que las artistas no aparecerían en la comitiva en lugar de los Reyes Magos, sino que tendrían una carroza alternativa. Además se confirmó que la participación de Orgullo Vallecano en el desfile navideño de este año había sido una iniciativa de la propia Junta de Distrito que, tras recibir una petición de este grupo para realizar una celebración alternativa a la tradicional Cabalgata el 5 de enero, decidieron integrar a la carroza «por la diversidad» en la tradicional cabalgata.

Tanto el PP como Ciudadanos rápidamente criticaron la presencia de este colectivo reivindicativo de los derechos LGTBI en un evento infantil. El debate llegó incluso a los juzgados. El Contencioso Administrativo número 18 de Madrid desestimó sobre la bocina la medida cautelarísima solicitada por la Liga Española Pro Derechos Humanos, que buscaba impedir la participación de la carroza de Orgullo Vallecano en la Cabalgata. En su escrito, el colectivo alegó que la carroza está en contra del «arraigo de las tradiciones católicas y la inalterabilidad de las instituciones bíblicas». Y no fueron las únicas críticas que escucharon los integrantes de la organización en defensa de los derechos de la comunidad LGTBI. Orgullo Vallecano denunció haber recibido amenazas en Twitter.