Ahora Madrid

La labor «educativa» de Patio Maravillas: del taller porno al concurso de salmorejo

El programa de actividades de Patio Maravillas pone en entredicho la «labor educativa» que ensalzó Carmena

La labor «educativa» de Patio Maravillas: del taller porno al concurso de salmorejo
La labor «educativa» de Patio Maravillas: del taller porno al concurso de salmorejolarazon

La alcaldesa de la ciudad de Madrid, Manuela Carmena, puso en valor esta semana la «labor educativa» desarrollada por los integrantes del Patio Maravillas. Lo hizo para justificar la intención de su Gobierno de incluir como «uno más» al colectivo okupa en el protocolo de cesión de espacios públicos que coordinará, a partir de septiembre, el Área de Gobierno de Coordinación Territorial y Asociaciones. «Dentro de la rentabilización de los edificios será interesante ver qué colectivos pueden tener capacidad de gestión. Naturalmente la propiedad seguirá siendo del Ayuntamiento, pero sí que nos parece interesante permitir que asociaciones, colectivos de ciudadanos puedan gestionar espacios públicos. Tendremos que hacer un protocolo de cómo se va a ir llevando esta cesión, siempre muy vinculada al rendimiento social que pueda tener para la ciudad de Madrid», matizó Carmena.

La encendida defensa del rendimiento «educativo» de Patio Maravillas que hizo la regidora ha provocado la sorpresa y la indignación entre la oposición política. La portavoz del grupo popular en el Pleno de Cibeles, Esperanza Aguirre, censuró que la líder de Ahora Madrid esté pensando en ceder edificios a colectivos como el Patio Maravillas y diga que realiza una labor educativa «impresionante» cuando se ha visto que esa labor son «cajas y barriles de cerveza». Para evitar que el Ayuntamiento incumpla la Ley y prevarique, Aguirre se mostró a favor de la idea que ya había formulado la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, de ceder estos espacios a través de un concurso público. La propuesta del equipo de Gobierno, al menos por los detalles que han avanzado hasta ahora, no pasa, sin embargo, por la convocatoria de ningún concurso.

Y es que la realidad de lo que ha significado el Patio Maravillas hasta ahora pone en entredicho esa labor educativa de la que hablaba la alcaldesa a juzgar por su propia agenda de actividades. Un buen ejemplo de ello puede observarse en los actos que sus integrantes habían programado para este mes de agosto y que, tras el desalojo del martes, tendrán que esperar. El jueves, si la Policía Nacional no hubiera actuado, se habría celebrado un taller de reggaeton feminista organizado por el Colectivo Mantys, que en su web se define como «una manada cada vez más furiosa» que lucha contra «un capitalismo patriarcal que nos quiere invisibles». El 20 de este mes estaba prevista una guerra de agua con pistolas y un día después la cantante Alicia Ramos –que saltó a la actualidad hace meses por dedicar la canción «Muérete tú» a la directora del FMI– iba a presentar en concierto su disco «Ganas de quemar cosas». Junto a la proyección de películas, la programación de agosto se iba a cerrar con un taller de sexualidad alternativa bajo el título «¿Otro porno es posible?».

Al margen de las quejas y denuncias de los vecinos de cada una de las tres sedes que han tenido desde 2007 –en las calles Acuerdo, Pez y Divino Pastor–, un repaso más detallado por los actos organizados por el colectivo revela que la actividad del Patio tiene más que ver con la fiesta que con una misión educativa. El pasado mes de julio, Patio Maravillas celebró su octavo aniversario con un calendario de celebraciones de tres días que abrió uno de sus miembros ilustres, el ex concejal de Cultura de la capital, Guillermo Zapata, con la proyección de un documental. La conmemoración de los ocho años de vida del Patio también incluyó la celebración de tres conciertos, una ronda de cañas por el barrio, un concurso de tortilla y salmorejo, una comida popular y un debate. En estos años también han celebrado sesiones de tapas, fiestas de «cumbiatón, salsa, tacos y margaritas», talleres de todo tipo, el «fiestón de la PAH» y «jornadas de okupación».