Madrid

La última semana de cañas en el Santa Barbára

La mítica cervecería situada en Alcalá con Goya echa el cierre a 69 años de historia. El misterio que rodea la clausura del negocio ha abierto la veda a todo tipo de especulaciones

El mítico establecimiento siempre ha sido uno de los referentes de la zona. Los clientes aseguran que el negocio no se ha resentido y siempre estaba lleno
El mítico establecimiento siempre ha sido uno de los referentes de la zona. Los clientes aseguran que el negocio no se ha resentido y siempre estaba llenolarazon

La mítica cervecería situada en Alcalá con Goya echa el cierre a 69 años de historia. El misterio que rodea la clausura del negocio ha abierto la veda a todo tipo de especulaciones

No seremos alemanes, pero nadie se atreverá a negar que la cerveza forma parte de la cultura gastronómica de este país. Para muestra, las cifras, pues según el último «Informe socioeconómico del sector de la cerveza en España», ocupamos la cuarta posición en producción de cerveza en la Unión Europea; y no sólo eso, porque en 2015 las ventas de este producto aumentaron más de un 3% en España. Si tenemos en cuenta que, según el estudio, el centro de la Península es la zona que más ha contribuido a este repunte en el negocio, hemos de reconocerle a Madrid un lugar privilegiado en la construcción de nuestra tradición cervecera. Y si hablamos de cañas en la capital, hablamos de las cervecerías Santa Bárbara.

Así las cosas, no es de extrañar que la ciudad se despida con pena del mítico local de la calle Alcalá 149 –que hace esquina con la calle Goya–, donde se lleva tirando «la mejor cerveza de Madrid» desde abril de 1947. «Estamos tristes hasta nosotros», replican al unísono los dos camareros que, con dolor –en parte del que se sabe con un futuro incierto–, el próximo miércoles día 31 de agosto echarán el cierre a 69 años de historia. Una historia que viste las paredes de esta cervecería Santa Bárbara con imágenes en blanco y negro de una Madrid aún sin asfaltar y por la que todavía circulaban elegantes carruajes tirados por caballos. Y es que, la andadura de esta marca había empezado años atrás, cuando en 1815 se consiguió la licencia para establecer la primera fábrica de cerveza Santa Bárbara en la calle Hortaleza.

¿Pero por qué cierra? Nadie lo sabe o, al menos, nadie se aventura a contestar a esta incógnita. Lo que sí lamentan los trabajadores es la posibilidad de que este espacio que, para ellos, forma parte de «la historia de la cerveza» acabe alejándose por completo del mundo de la hostelería –del que tantos frutos ha recogido hasta ahora– para convertirse, quién sabe, quizás en una tienda más de alguna poderosa cadena textil o telefónica.

Lo que es seguro es que el encuentro entre Alcalá y Goya en este edificio de toques orientales, propios de la arquitectura del ocio a finales del siglo XIX y principios del XX en la Península, a partir del día 1 de septiembre no tendrá esa chispa que hoy sigue enganchando a la clientela asidua y despertando la curiosidad del turista.

Su suelo dibujando una cuadrícula que casi hipnotiza, las enormes esferas de luz que iluminan de anacronismo el espacio o el juego entre paredes color vino y otras forradas con azulejos de aire andaluz. Por todo esto, y porque la espuma de sus cañas no se desvanece hasta el último sorbo, los madrileños perdemos mucho con este cierre. Para el consuelo, las dos cervecerías que quedan: una en la plaza Santa Bárbara, 8 (que coge el nombre de la cadena) y otra en la calle José Castán Tobeñas, 1, en el distrito de Tetuán. De hecho, parece ser que cuatro de los camareros que trabajan en el local al que le queda una semana de vida se irán a trabajar al de Alonso Martínez, uno de los más concurridos de la zona.