Madrid

Lagasca, 40: desalojo por riesgo de derrumbe

Un operario alertó a Emergencias del mal estado de la cubierta del inmueble

Técnicos y operarios trabajan en las inmediaciones del edificio
Técnicos y operarios trabajan en las inmediaciones del edificiolarazon

Los vecinos de la calle Lagasca, en el barrio de Salamanca, fueron desalojados de sus casas este martes por la mañana por riesgo de derrumbe de la cubierta del tejado. Sobre las 12:00 horas del mediodía, un responsable de las obras que se encontraba trabajando en la última planta del inmueble, daba el aviso a los servicios de emergencia de un problema la cubierta del edificio que tenía «daños considerables» y con el posible riesgo de que pudiera vencerse.

El conserje de la finca fue avisando a los vecinos, que, tras el susto inicial, tranquilamente fueron cogiendo algunas pertenencias y abandonaron el edificio. Éste no se encontraba totalmente ocupado ya que ha coincidido que muchos de ellos se encontraban de vacaciones.

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid llegaron al poco tiempo acordonando la zona con la ayuda de la Policía Municipal. El acordonamiento se realizó en el entorno del número 40, entre las calles Goya y Jorge Juan, y procedieron a evaluar los riesgos producidos en la estructura. También, varios técnicos de Control de la Edificación del Ayuntamiento fueron al lugar para comprobar lo ocurrido y determinar qué medidas tomar para hacer frente a la situación. Tras esta primera inspección de los técnicos, se consideró que los residentes tendrían que abandonar sus casas durante tres días, por precaución.

El problema fue debido a un «defecto estructural de construcción» afirma uno de los administradores del edificio, que afectó a la cercha con el consiguiente abombamiento del tejado y el peligro de caída en las casas y posibles desprendimientos en la calle. El arquitecto encargado de evaluar los daños desmiente « que se trate de un derrumbe del edificio», ya que se trata «de un problema de la cubierta y se decidió acordonar la calle para evitar que pudieran caer cascotes u otros elementos a la vía pública, por prevención». A lo largo de la mañana algunos transeúntes y vecinos se habían alertado ante el rumor de que el edificio podría «venirse abajo».

Buenas noticias

Los trabajos dentro del edificio consistieron en el apuntalamiento de las plantas cuarta y quinta, las últimas del bloque, para asegurar las viviendas y volver a reparar los elementos dañados que provocaron el susto de los residentes que había en el edificio.

Uno de los administradores del edificio apuntaba, ya por la tarde, que «probablemente –ayer por la noche– podrían volver a casa», momentos antes de que iniciaran una reunión de vecinos y técnicos para que comprobaran el estado de sus casas. El Samur Social, por precaución, se puso a trabajar para ofrecer alojamiento a los vecinos que quisieran pernoctar en otro lugar .

Está previsto que a lo largo del día de hoy, tanto los administradores como el presidente de la finca reciban el informe de los expertos para explicar las reparaciones de los desperfectos ocasionados. Hasta el lugar de los hechos se trasladó la primera teniente de alcalde y delegada de Derechos Sociales, Marta Higueras, para conocer de primera mano las necesidades de los vecinos desalojados.