Madrid Central

Madrid Central sigue... y la contaminación en sus límites también

El Ayuntamiento no recurrirá la ordenanza. Mientras, Plaza de España continúa superando los límites de NO2 tolerables para la saluddenanza. Mientras, Plaza de España continúa superando los límites de NO2.

La ordenanza empezó a emitir multas el pasado 16 de marzo tras varios meses de pruebas / Foto: David Jar
La ordenanza empezó a emitir multas el pasado 16 de marzo tras varios meses de pruebas / Foto: David Jarlarazon

El Ayuntamiento no recurrirá la ordenanza. Mientras, Plaza de España continúa superando los límites de NO2 tolerables para la saluddenanza. Mientras, Plaza de España continúa superando los límites de NO2.

Madrid Central sigue, y el dióxido de nitrógeno (NO2) también. Al menos en la zona fronteriza del perímetro que a, día de hoy, sigue restringido para los vehículos de motor: Plaza de España. Era, y es, una de las zonas sensibles de la ordenanza aprobada por Manuela Carmena, debido a todo el tráfico extra que iba a tener que soportar derivado de una Gran Vía cortada al tráfico. Ni siquiera el verano, con una capital que progresivamente se vacía de coches y de peatones, parece haber dado una tregua: a fecha de mes de julio, siete meses después de que se pusiera en marcha la ordenanza, se llegó a registrar de media en Plaza de España 44 microgramos por metro cúbico (μg/m3) de NO2, tal y como refleja el último boletín mensual referente a la calidad del aire. Las cifras a meses de junio y mayo no fueron mejores: 45 y 47 microgramos respectivamente. Hay que recordar que el valor límite anual para la protección de la salud humana está fijado en 40.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, adelantó ayer que su Ayuntamiento no tiene previsto seguir recurriendo las sentencias favorables a Madrid Central. Debido a un fallo en el sistema de multas, el Consistorio estableció el pasado 1 de julio una moratoria que se iba a prolongar hasta el próximo 30 de septiembre. Sin embargo, varios tribunales tumbaron la decisión tras las denuncias interpuestas por colectivos como Greenpeace y Ecologistas en Acción. La última sentencia en su contra fue dictada por el Juzgado número 24 de Madrid, que rechazó las alegaciones del Consistorio. Almeida confesó ayer que el hecho de recurrir de nuevo sería «estéril», ya que la sentencia se dictaría posiblemente después del 30 de septiembre, fecha en la que finalizaba la moratoria.

De ahí que el Gobierno municipal se centre ahora en un plan de mejora «riguroso y serio» de la medida aprobada por Carmena. El alcalde considera que, hasta la fecha, se ha estado intentado «engañar» a la Comisión Europea, que ha presentado recientemente una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE. Así, más que prohibiciones, se barajan «alternativas» que se pondrían en marcha en los 21 distritos, no solo Centro.

El caso de Plaza Elíptica

No en vano, es cierto que los límites de contaminación se han reducido en el perímetro de Madrid Central. Así lo indica el único medidor existente en la zona, situado en Plaza del Carmen, que de mayo a julio ha estado en un abanico de entre 35 y 37 μg/m3. Sin embargo, se han descuidado zonas de Madrid en las que la polución ha pasado a ser un problema crónico. Además de Plaza de España, el medidor de Escuelas Aguirre también lleva superando ampliamente los valores límites: 60 de media a fecha de mayo, 57 en junio y 54 en agosto. Lo mismo ocurre con el detector situado en la zona de Ramón y Cajal, con cifras que oscilan de los 40 a los 42 μg/m3 en los últimos tres meses. Por su parte, Cuatro Caminos bajó a 39 este julio, pero en los dos meses precedentes llegó a superar los 40 microgramos. En unos registros similares se mueve también el distrito de Villaverde.

Sin embargo, la zona de Madrid más contaminada es con diferencia Plaza Elíptica. Tuvo que llegar julio para que se dé una ligera bajada. Y aún así, son cifras alarmantes: 57 microgramos de media en lo que va de 2019. De hecho, el pasado mayo superaba los 60.

Además, Plaza Elíptica suma 44 horas en las que ha superado el límite de 200 μg/m3. Las autoridades sanitarias advierten de que en ninguna estación debe rebasarse este pico durante más de 18 horas al año.