Arquitectura

Madrid vuelve a tener faro

Hoy, tras dos meses de obras y 110.000 euros de costes de reparación, reabre el mirador de Moncloa

En el mirador se puede disfrutar de una vista panorámica de Madrid de 100 kilómetros a la redonda
En el mirador se puede disfrutar de una vista panorámica de Madrid de 100 kilómetros a la redondalarazon

El verano ya llegó a Madrid y miles de turistas visitarán la capital en los próximos meses. Desde hoy, una nueva atracción se suma a las ya existentes: el Faro de Moncloa, que reabre sus puertas después de dos meses cerrado por obras.

El verano ya llegó a Madrid y miles de turistas visitarán la capital en los próximos meses. Desde hoy, una nueva atracción se suma a las ya existentes: el Faro de Moncloa, que reabre sus puertas después de dos meses cerrado por obras. Desde sus 92 metros de altura, los turistas podrán disfrutar de una de las mejores vistas de Madrid. Y es que como explican desde la dirección del faro: «somos como la torre Eiffel, pero en Madrid».

La torre se inauguró en 1992 en medio de una gran expectación y, desde entonces, ha estado cerrada en varios momentos distintos. El primer cierre se produjo en 2005, cuando después del incendio del edificio Windsor hubo que adaptar las medidas de seguridad a los nuevos tiempos. Las obras comenzaron, con un presupuesto de casi siete millones de euros, en 2009. Aunque el edificio no reabrió hasta finales de marzo de 2015. Un año después tuvo que volver a cerrar: al incendio de uno de los ascensores en enero de 2016 se unió una avería en el segundo elevador en mayo de este año, lo que obligó a cerrar temporalmente mientras se arreglaban los desperfectos. Las últimas obras han tenido un coste de reparación de 110.000 euros, una cifra que han asumido las aseguradoras contratadas por Madrid Destino, la empresa gestora del espacio.

El problema de la estructura, explican sus encargados, es que al ser un edificio único, todos los materiales y piezas de recambio tienen que ser hechas «ex profeso» y lleva más tiempo completarlas.

Los responsables del faro esperan que a la tercera vaya la vencida y ya no haya que cerrar más veces. Para los más aprensivos, desde la dirección del mirador tienen un mensaje: «No hay ningún peligro ya, nuestra prioridad es la seguridad. Y la tenemos garantizada al mil por ciento». El año pasado la torre recibió 99.000 visitantes. La mayoría de ellos procedentes de ciudades españolas que suben al faro para ver Madrid con más perspectiva.

La ventana de la ciudad

Y es que el mirador panorámico permite tener, en un vistazo, una clase de urbanismo y de historia de la capital de España. Desde el Faro de Moncloa se observan desde restos de la Edad Media, como la muralla árabe, hasta el corazón del distrito financiero de Madrid con las cuatro torres de la Castellana como monumento más destacado. Entre estos dos puntos de la capital hay ocho kilómetros de distancia y un lapso de tiempo de diez siglos.

Desde la azotea de Madrid se ven todos los cambios: el centro histórico con calles pequeñas y organización caótica, el ensanche burgués con sus grandes avenidas. Pero también inmuebles emblemáticos como el Edificio España Telefónica, en plena Gran Vía y considerado el primer rascacielos de estilo americano construido en territorio europeo.