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Más frenos a la «operación Calderón»

Recreación realizada por el Ayuntamiento de Madrid del proyecto urbanístico sobre los terrenos del Estadio Vicente Calderón
Recreación realizada por el Ayuntamiento de Madrid del proyecto urbanístico sobre los terrenos del Estadio Vicente Calderónlarazon

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ordenó ayer la paralización cautelar de la «operación Mahou-Calderón». Así, el alto tribunal estima la medida cautelar solicitada por Ecologistas en Acción en 2014 para la suspensión de la ejecución del Plan Parcial de la reforma Interior de Desarrollo del Área de Planeamiento del entorno del Estadio Vicente Calderón, cabiendo aún posibilidad de recurso.

Esta operación urbanística fue diseñada en 2008 por Alberto Ruiz-Gallardón. El entonces alcalde firmó un convenio con el Atlético de Madrid para trasladar el club a Estadio de la Peineta, que cuenta con más de 15.000 asientos más que el Vicente Calderón, y que sería convertido en un estadio olímpico para la candidatura a los Juegos de 2012. El equipo rojiblanco se haría con el terreno de la Peineta y levantaría allí un estadio nuevo por 195 millones de euros. Para llevar a cabo esta inversión, en 2010 el Atlético de Madrid firmó un acuerdo con la empresa Fomento de Construcción y Contratas (FCC) y Mahou, por el que la constructora derribaría el Vicente Calderón y la fábrica de cerveza y construiría en su lugar dos rascacielos de 36 y 22 alturas que albergarían 2.000 viviendas. Además, el proyecto contemplaba el soterramiento de un tramo de la M-30 que correría a cargo del Ayuntamiento –supondría un gasto de cerca de 70 millones– que crearía una zona verde que prolongaría el parque de Madrid Río.

El Atlético de Madrid tenía prevista su mudanza al Estadio de la Peineta para la temporada de 2016-2017, siempre y cuando se pudieran comenzar las obras en los terrenos del Vicente Calderón y la fábrica de Mahou, ahora paralizadas, para convertir el entorno en un nuevo barrio de la ciudad. Sin embargo, los dos nuevos rascacielos a orillas del Manzanares, la autovía soterrada y los espacios verdes tendrán que esperar. FCC, encargada de una gran parte de la reforma, ya paralizó las obras en La Peineta en noviembre de 2014 para renegociar su acuerdo con el club, ya que, en el contrato inicial, firmado en 2010, se reflejaba que el nuevo estadio se realizaría con los beneficios obtenidos por la venta de las miles de viviendas que iban a ser construidas en los terrenos del Estado Vicente Calderón y que ahora están paralizadas por la Justicia.

La primera denuncia llegó después de 2009, cuando el Ayuntamiento aprobó la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para reformar la zona, de la mano de la Asociación Señales de Humo (formada por aficionados, accionistas y socios del club Atlético de Madrid). El TSJM estimó en abril de 2015 en parte el recurso presentado por esta Asociación. La primera fecha establecida para finalizar estas obras fue en 2015, retrasándose por todos estos «frenos», al menos, hasta 2017.