Ayuntamiento de Madrid

Matadero: Carmena hunde la taquilla

El Centro de Artes Vivas registró en sus primeros cinco meses una caída del 36,5% en el número de asistentes a los espectáculos de pago. Las actividades gratuitas y la recaudación también se desploman.

Matadero: Carmena hunde la taquilla
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El Centro de Artes Vivas registró en sus primeros cinco meses una caída del 36,5% en el número de asistentes a los espectáculos de pago. Las actividades gratuitas y la recaudación también se desploman

La apuesta del Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) por transformar las Naves de Matadero, uno de los espacios escénicos públicos más consolidados de la capital en la última década, en el Centro Internacional de Artes Vivas ha recibido un rotundo suspenso por parte de los madrileños. En 2016, el Ejecutivo de Ahora Madrid destituyó a Juan Carlos Pérez de la Fuente como director artístico tanto de este espacio como del Teatro Español. Este despido, que el Ayuntamiento tuvo que reconocer en un juzgado como «improcedente», llegó después de que Pérez de la Fuente se convirtiera en el mandato de Ana Botella (PP) en el primer responsable de un teatro municipal elegido en un concurso. Le sustituyó Mateo Feijóo como responsable de la programación de las Naves con la promesa de convertir sus dos salas en un lugar consagrado «a la creación y al pensamiento contemporáneos, con especial atención a los nuevos lenguajes escénicos y a los territorios de transversalidad». La revolución prometida tuvo como primera consecuencia el destierro del teatro de texto y despertó el rechazo generalizado del sector cultural. Ahora, el balance de los primeros cinco meses de programación confirman la debacle.

Entre marzo y julio, el porcentaje de asistencia a los espectáculos de pago fue del 29,9% en las salas Max Aub y Fernando Arrabal, lo que representa una caída del 36,5% respecto al mismo periodo de 2016. La asistencia a las propuestas gratuitas –talleres y exposiciones– también ha registrado una caída cercana al 20%: de los 40.161 visitantes contabilizados en 2016 a los 32.429 de este año. Sofía Miranda, concejala de Ciudadanos en el consistorio, esgrimió ayer estos datos en la Comisión de Cultura para subrayar que, a su juicio, «las Naves no son los contenedores adecuados para esta programación». Según la edil de la formación naranja, el Ayuntamiento haría bien en utilizar sólo una nave para la programación propuesta por Feijóo y recuperar en la otra la senda marcada por Pérez de la Fuente con especial atención al teatro de texto.

En los cinco meses transcurridos entre marzo y julio de este año, la Nave 11 (Fernando Arrabal) apenas contó con 11 días de programación. Una cifra que contrasta con los 91 días de programación que tuvo esta nave en esos cinco meses de 2016. El diagnóstico es similar en la sala 10 (Max Aub). Entre marzo y julio de este año, sumó 26 días de actividades, 20 de ellos dedicados a exposiciones y talleres y otras seis jornadas con una programación relacionada con las artes escénicas. Esos 26 días de agenda cultural contrastan con los 133 de programación que esa misma sala tuvo entre marzo y julio de 2016. Todas las cifras anteriores, según el diagnóstico de Ciudadanos, ayudan a explicar el desplome registrado en la recaudación: de 722.898 euros en 2016 a 29.981 euros este año.

«Ni ángel ni demonio»

La alcaldesa Carmena evitó dar explicaciones sobre los malos datos del Centro Internacional de Artes Vivas pese a que Ciudadanos había solicitado su comparecencia. En su lugar, fue la directora de Programas y Actividades Culturales, Getsemaní San Marcos, la encargada de defender el proyecto del nuevo director de este espacio: «Mateo Feijóo no es perfecto, no es un ángel ni un demonio, es un gestor profesional que ha ganado un concurso y estamos defendiendo su autonomía para llevar a cabo su proyecto». San Marcos insistió además en que «un proyecto nuevo no se puede juzgar por esos primeros cinco meses. No es mejor ni peor que lo anterior y no se puede juzgar por los datos de taquilla».

Para ilustrar el pobre balance de la programación del Centro Internacional de Artes Vivas, la portavoz de Cs en materia cultural puso varios ejemplos. Un documental de Susanne Linke –con un precio en taquilla de 12 euros– logró congregar a 40 personas pese a que la expectativa era la de reunir a 262 personas. Un taller de esta misma artista cuya previsión era la de lograr 20 asistentes, apenas sumó cuatro. El espectáculo de danza urbana de Ray Lee + Co-Lapso, que se desarrolló en la nave 11 de 17 al 19 de marzo, tuvo un aforo de 147 asistentes cuando la expectativa era de 1.347. El «Taller body scenography» de Steven Cohen congregó en abril a 14 personas. En mayo, el concierto de Khaled tuvo 39 espectadores frente a los 449 previstos. Estos ejemplos son indicadores, según Miranda, de hasta qué punto «nos encontramos con una infrautilización de los espacios y con una escasa acogida por parte del público», siendo ello especialmente grave en unos escenarios como las salas Aub y Arrabal que, como sostiene la edil de Cs, son «la joya de la corona» ya que «no hay ningún otro espacio público o privado de estas características».

Las portavoces de PP y PSOE compartieron esta misma línea crítica durante la comisión de Cultura. Por parte del grupo municipal del PP, Isabel Rosell, el cambio «radical» llevado a cabo por Feijóo se ha llevado por delante al tejido teatral y a los propios madrileños, tanto a los aficionados como a aquellos otros que, como aseguró la edil popular, no van al teatro. Rosell también subrayó que los datos de estos cinco primeros meses demuestran que el aumento de los espectáculos y de las actividades gratuitas no se traducen en la creación de más aficionados a las artes escénicas: «El gratis total no acerca la cultura. Los nuevos públicos no se generan de esta manera. Lo que ustedes están haciendo en las Naves no se va a recuperar en años». La edil del PSOE Mar Espinar reprochó a la alcaldesa que su Gobierno «no haya contado con la cultura de Madrid en toda la legislatura» y, sobre el Centro Internacional de Artes Vivas, reprochó al equipo de Ahora Madrid su «complejo infantil de tener que reinventarlo todo. Se trata de consolidar, de crear. Han optado por imponer sus ocurrencias». Según Espinar, las naves de Matadero «no pueden funcionar con un planteamiento libertario» ya que, pese a la libertad de Feijóo para dar forma a la programación, ésta «debe regirse por unos parámetros mínimos de cordura política. La libertad creativa debe ser respetada pero debe estar amparada por un mínimo de calidad». La edil socialista instó a Carmena a comprobar si los pliegos del concurso que culminó en la elección de Feijóo se están cumpliendo, especialmente en lo que concierne a la obligación de garantizar un equilibrio entre las distintas disciplinas escénicas.