Abusos a menores

Meco se «paraliza» cada vez que Ortiz va a la Audiencia

La prisión cesa su actividad: impide la entrada de abogados y que los internos acudan a sus talleres cuando el «pederasta de Ciudad Lineal» entra o sale para acudir al juicio.

Antonio Ortiz, el presunto «pederasta de Ciudad Lineal», durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia desde el pasado 18 de octubre
Antonio Ortiz, el presunto «pederasta de Ciudad Lineal», durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia desde el pasado 18 de octubrelarazon

La prisión cesa su actividad: impide la entrada de abogados y que los internos acudan a sus talleres cuando el «pederasta de Ciudad Lineal» entra o sale para acudir al juicio.

Tras las primeras cuatro sesiones de la vista, Antonio Ángel Ortiz, el presunto «pederasta de Ciudad Lineal», afronta la segunda semana del juicio acorralado por las pruebas que hay en su contra, y también vive acorralado en prisión. En el Centro Penitenciario Madrid II, Alcalá Meco, situado en la localidad de Alcalá de Henares, el temor a que las amenazas que otros internos han vertido hacen que la prisión se paralice.

Durante las próximas sesiones de la vista, cada vez que Ortiz tenga que salir de prisión, pasando del módulo de aislamiento al de ingresos, se ha dispuesto, «desde el pasado 19 de octubre, que se paralicen las actividades», tal y como pudo saber este periódico. «Los pasillos se quedan vacíos, de modo que en el momento en el que Ortiz sale o entra en Alcalá Meco, cualquier persona tiene que esperar, ya sea un abogado o un interno que va a un taller, por ejemplo», explican las mismas fuentes. En cualquier caso, va con funcionarios para evitar que pudiera pasar algo. Pero no es en lo único en lo que Ortiz está y se siente acorralado y aislado. El preso acusado de cuatro agresiones sexuales «se niega a salir al patio» con el resto de internos del módulo de aislamiento por miedo a que le hagan daño. Incluso se le ha dado la posibilidad de salir al patio solo, pero el presunto pederasta de Ciudad Lineal «ha renunciado».

En cuanto a la higiene, dado que en el módulo en el que está son comunitarias, Antonio Ortiz va por separado. «Sale de la celda para ducharse y para otras necesidades siempre y cuando no haya internos presentes». Y dado que el resto de internos se duchan tras bajar al patio, Ortiz tiene que hacerlo «en 15 minutos, cuando no hay nadie en el patio ni en la galería». El presunto pederasta también «duerme solo en el módulo de aislamiento, que comparte con internos sancionados, primeros grados, pero no tiene ningún contacto con ellos», precisan. Así, el que ha sido acusado de agredir sexualmente a niñas de entre cinco y nueve años vive acorralado por temor a que un tercero le haga daño. No por nada, en la prisión los delitos cometidos contra menores se pagan. De ahí el odio y las ganas que le tienen entre rejas.

Una vida de aislamiento, porque cabe recordar que en los módulos de aislamiento los internos desayunan, comen y cenan también solos en sus celdas.

Así el único «entretenimiento» de este individuo, nacido en Jaén hace 44 años, transcurre desde el pasado día 18 en la primera planta de la Audiencia Provincial de Madrid. La vista oral comenzó con la declaración del único imputado, que se acogió a su derecho a no declarar si quiera a las preguntas de su abogado. Fue la primera (y probablemente última) vez que escuchamos su voz. Mientras los dos primeros días se mantuvo con una actitud fría, en la que ni gesticulaba ni miraba a nada ni a nadie, el jueves y el viernes ya se «relajó» y movía la cabeza cuando consideraba que no era cierto lo que declaraban los testigos. Hasta se permitió el lujo de reír ante ciertos momentos cómicos en la sala. Tras su negativa a declarar, el tribunal procedió al visionado de los vídeos en los que las cuatro menores agredidas relataban a la jueza de instrucción lo sucedido, cuando se cree que actuó este señor. A continuación (y así será durante las próximas semanas) se procedió a las pruebas testificales de los cerca de 80 agentes de la Policía Nacional que participaron de alguna manera en la denominada «operación Candy». Hasta ahora lo han hecho los responsables de la misma y cuatro agentes encargados de estudiar el posicionamiento del teléfono del acusado los días y en las horas de las agresiones en función de las antenas BTP, quienes tomaron declaración a las menores y quienes participaron en otras áreas de la complicada investigación que llevó a la detención del acusado el 24 de septiembre de 2014 en Santander. Las sesiones de este juicio se reanudarán mañana.