Muchas promesas y ninguna cifra para mejorar la limpieza

El Ayuntamiento promete más presupuesto y trabajadores pero no le da una asignación

El pasado mes de septiembre, cuando las quejas por suciedad batieron récords, con cifras por encima de las 10.000 reclamaciones al Ayuntamiento de Madrid, el Gobierno de Manuela Carmena puso en marcha, a petición del PSOE, la creación de la llamada Mesa por la Limpieza. Este órgano fue creado para hacer analizar la situación de la limpieza en Madrid y dar soluciones en cuatro meses. A finales de enero se cumplía el final del plazo, por eso ayer convocaron a una rueda de prensa la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, y el concejal del PSOE y presidente de la Mesa, Chema Dávila, para concluir lo que desde hace meses claman los madrileños y los grupos de la oposición: que hay que «poner más medios para contratar más personas», admitió Dávila. Sabanés prometió llevarlo a cabo; sin embargo, cuando la Prensa le preguntó qué cifras manejaba para tal objetivo, la concejala no pudo concretar.

El motivo por el cual Sabanés anunció un aumento de dotación del servicio municipal es porque la mesa le pidió –y ella anunció que lo llevará a cabo– cambiar parte de las calles denominadas «secundarias» a «principales», para garantizar una limpieza «igualitaria» a todos los vecinos de la capital.

La delegada de Medio Ambiente aseguró que en un mes pondrá en marcha los procesos administrativos necesarios para cambiar la denominación de los viales ya que, según detalló, en la capital hay 3.900 calles, de las cuales sólo 500 tienen la consideración de principal: «Cuando la calle es principal marca unas obligaciones y cuando es secundaria, rebaja mucho el nivel, dado que hay una obligación más genérica», explicó.

Como ejemplos de calles secundarias y principales, en Fuente del Berro y Guindalera, ninguna vía es principal. Tampoco la calle Velázquez tiene dicha denominación. Sí lo son Argumosa en Lavapiés o Fuencarral y Malasaña en San Bernardo, según recogió EP. Según Sabanés, la evolución de la propia ciudad ha hecho que la clasificación inicial de calles haya evolucionado hasta la actualidad en la que «la clasificación no se corresponde con las necesidades de la limpieza de la ciudad». Esta modificación se hará en los contratos con las empresas concesionarias del servicio municipal, lo que requerirá de un «reequilibrio del contrato, es decir, poner más medios para contratar más personas», afirmó Dávila, quien, además, dijo que si este cambio no supone una mejora «se pondrá sobre la mesa la rescisión de contratos».

Para el concejal del PP en la Mesa, Fernando Martínez Vidal, el resultado ha sido «más de lo mismo: mucho diagnóstico y poca solución. Siguen pasando los meses y no se hace nada». El edil de C’s, Sergio Brabezo, afirmó que la medida anunciada es «insuficiente». «Sabanés habla sobre aumento de trabajadores, pero no sabemos cuántos; también habla de inspectores, pero el problema no es la inspección, es que la ciudad está mal y las quejas aumentan», añadió Brabezo.