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Nebraska resucita

Dos ex empleados reabren la cafetería de Bravo Murillo 293 con la misma plantilla y proveedores que la mítica cafetería de los perritos calientes.

Pedro y Juan Pedro son los dos ex trabajadores de Nebraska que se han quedado con el local de Bravo Murillo 293
Pedro y Juan Pedro son los dos ex trabajadores de Nebraska que se han quedado con el local de Bravo Murillo 293larazon

Dos ex empleados reabren la cafetería de Bravo Murillo 293 con la misma plantilla y proveedores que la mítica cafetería de los perritos calientes.

Mismo local, misma decoración, mismos proveedores y también mismos trabajadores. Una de las cafeterías que Grupo Nebraska cerró el pasado enero, de entre los cinco establecimientos que explotaba desde hace más de medio siglo en la capital, resucitará el próximo 1 de abril. Dos ex trabajadores están detrás del nuevo proyecto que quiere conservar al máximo posible el sabor antiguo de unas cafeterías-burger famosas por sus perritos calientes con salsa secreta y, sobre todo, su nombre. Pedro Simón, ex gerente del Nebraska de la calle Bravo Murillo 293, y Juan Pedro Carrero, que se encargaba del mantenimiento de la cadena de cafeterías, son los artífices del regreso de al menos una de las sedes. El fondo de inversión que adquirió en diciembre las cafeterías del Grupo Nebraska de Gran Vía y Bravo Murillo por 4,6 millones de euros, y que previamente había adquirido las de Alcalá y Goya por 9,9 millones, ha autorizado a estos dos ex empleados a continuar explotando la marca ya que sólo estaban interesados en los locales de la empresa.

Simón y Carrero han negociado con el propietario del local de Bravo Murillo 293, el único que el Grupo Nebraska tenía alquilado, para continuar con el arriendo y reabrir un establecimiento que, aseguran, funcionaba bien. Estos días ambos trabajan junto a algunos familiares para reacondicionar el local antes del nuevo debut: «Estamos pintando, reparando cosas y levantando los asientos porque los clientes demandan que todo sea igual, que el local sea como el de siempre», explicaba ayer Juan Pedro Carrero. E iguales que los de hace 62 años, cuando Nebraska abrió su primera sede en Madrid muy cerca de esta –al lado de la Glorieta de Cuatro Caminos–, serán también los perritos calientes, las hamburguesas y las tortitas que les han hecho famosos entre los madrileños como el primer restaurante que ofreció, a mediados de los años 50, comida con sabor «made in USA» en España. «Tenemos algunos clientes que se han acercado al ver que reabríamos y se han emocionado. Habían perdido la referencia de dónde ir a tomar un café en el barrio», explica el nuevo dueño que toda su oferta será igual a la del primer Nebraska, con los mismos ingredientes, procedimientos iguales e idéntica organización del trabajo.

Los nuevos socios también van a contar con la plantilla que trabajaba en el local antes de su cierre para que todo sea, de verdad, como siempre en Bravo Murillo 293. «Tenemos 58 años ¿dónde íbamos a ir ahora? por eso hemos decidido meternos en esto», indica el nuevo propietario que contará para el local con al menos cinco de los 92 empleados que el Grupo Nebraska despidió a comienzos de 2017 de todas sus cafeterías. «Les hemos dado una alegría, imagínate, a ellos es a los que más les afectaba el cierre porque se quedaban sin trabajo», añade. Sólo dos de las contrataciones planeadas por los nuevos empresarios serán de personas que no trabajaban antes en la cafetería.

Los perritos calientes de Nebraska son el plato estrella de su carta desde hace décadas en Madrid por su salsa. Una mezcla de tomate natural triturado con mostaza y mayonesa que daban ese sabor tan especial a los «hot dog». «Continúa la salsa especial, claro. A los propios obradores que la están haciendo les costó coger la receta, así que el secreto va a continuar guardándose», explicó Carrero entre risas preguntado por la receta de la famosa salsa cuyos ingredientes, tras el cierre de las cafeterías, colgó uno de los empleados despedidos del Grupo Nebraska en las redes sociales. «Lo publicaron, pero sin dar las proporciones, que intenten hacer la receta. A ver si les sale...», continúa riendo Juan Pedro que ya prepara una fiesta de inauguración, con las tortitas, hamburguesas y perritos calientes más tradicionales de la capital, para el viernes de la semana que viene.