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Olimpiadas contra la Malaria

En el día mundial del paludismo, 2000 niños juegan a un videojuego para diagnosticar esta enfermedad

Videojuego de la versión de Malaria Spot Bubbles
Videojuego de la versión de Malaria Spot Bubbleslarazon

En el día mundial del paludismo, 2000 niños juegan a un videojuego para diagnosticar esta enfermedad

Al día se invierten 400 millones de horas en videojuegos, pero ¿y si en lugar de matar «marcianos» se contribuyera a diagnosticar la malaria? Hoy, 25 de abril, con ocasión del día mundial de la malaria, también conocida como paludismo, el equipo del proyecto Malaria Spot ha acudido a más de 19 colegios de España para llevar a cabo unas Olimpiadas contra la malaria en las que han participado jugando más de 2000 niños.

La idea germinó hace cuatro años, cuando el doctor ingeniero en Telecomunicaciones, ahora emprendedor de Ashoka, Miguel Luengo-Oroz, decidió reaccionar ante tres datos principales: medio millón de afectados mueren al año a causa de la malaria, en este mismo periodo se producen 200 millones de casos nuevos y, mientras tanto, son más de mil millones las personas que juegan de forma interactiva. Cómo unir estos tres factores originó Malaria Spot una iniciativa que busca solucionar el problema de la escasez de especialistas que realizan diagnósticos del trastorno con la participación ciudadana.

El primer videojuego desarrollado por el fundador y su equipo, Malaria Spot clásico consistía en la presentación de capturas de muestras de sangre en «gota gruesa» de las cuales, los participantes, debían detectar y contar los parásitos, según explica una de las colaboradoras, la veterinaria Alejandra Ortiz. Tras el análisis de los datos obtenidos, en los que voluntarios de 95 países jugaron 12.000 partidas y provocaron una base de datos de 270.000 clics en imágenes con parásitos, se demostró con un estudio que «la fusión de los resultados obtenidos por 22 voluntarios sin experiencia previa equivalía a la precisión de un experto microscopista», reconoce la misma, pues los individuos «coinciden en las posiciones donde hay parásitos, sin embargo se equivocan en lugares diferentes», añade. La nueva versión implantada, Malaria Spot Bubbles, es «más interactiva» y la imagen que se expone está insertada en un juego de burbujas. La fotografía es una muestra de «gota fina» parasitada y se debe determinar, dentro de los cinco tipos diferentes de malaria, a cuál corresponde ya que «cada especie de parásito requiere un tratamiento específico», explica Ortiz. Los dos pilares de este proyecto son el formato lúdico que ofrece así como la apuesta por una ciencia ciudadana ya que, «aunque el proceso es supervisado por un médico, puesto que una atención al paciente es imprescindible, sí hay tareas que alguien no especializado puede desempeñar para contribuir», subraya otra de sus colaboradoras, María Postigo, ingeniera biomédica. «Esperamos una repercusión importante» pues esta iniciativa acelera el proceso de diagnóstico en un «mundo globalizado» y emplea como herramienta «las nuevas tecnologías», complementa Ortiz.