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Parla busca su sexta empresa de basuras

Imagen de la plaza de San Juan de Parla, tras once días de huelga de basura
Imagen de la plaza de San Juan de Parla, tras once días de huelga de basuralarazon

El municipio debe abonar en siete días 700.000 euros a la última adjudicataria.

La huelga en el servicio de recogida de basuras que vive Parla en estos días se ha convertido, lamentablemente, en una historia bien conocida por los vecinos. Hoy se cumplen 12 días desde el comienzo de los paros y se da por hecho que, en los próximos días, se formalizará la rescisión del contrato que vincula al consistorio con la UTE Garbialdi-Sadifer. Así lo solicitó la propia adjudicataria este miércoles y la alcaldesa, Beatriz Arceredillo, no dilatará una decisión que, sin embargo, implica la necesidad de buscar otra empresa que esté interesada en asumir un contrato plagado de incógnitas. De hecho, si Arceredillo logra finalmente contratar a otra empresa, ésta sería la sexta que asume el servicio de recogida de basuras en la presente legislatura. El ex alcalde José María Fraile arrancó el mandato a mediados de 2011 con la empresa Valoriza como encargada de la limpieza viaria y la recogida de basura. Pero sólo tres meses después de las elecciones, la compañía anuló el contrato tras los reiterados impagos del consistorio: en ese momento la cantidad adeudada se situaba en los 80 millones de euros. La consecuencia fue que la ciudad se llenó de basura a principios de septiembre de ese año en una situación similar a la que ahora sufren los vecinos. La situación de insalubridad duró varios días, hasta que asumió el servicio la empresa Himalaya, que ante los impagos del Ejecutivo local optó por abandonar la ciudad. Y así también ha ocurrido con el resto de adjudicatarias que se han ido sucediendo, Editec y las UTE Parla Limpio y Garbialdi-Sadifer. Los responsables de esta última también han dicho basta y han resuelto dejar la ciudad, después de que Arceredillo haya incumplido el calendario de pagos al que se comprometió a principios de este año para saldar la deuda de hasta tres millones de euros que arrastraba, sólo con esta última empresa, de los meses anteriores y los 700.000 euros que tiene que pagar cada mes. La alcaldesa firmó en enero por escrito ese compromiso para poner fin a la huelga que en enero inundó las calles de basuras, pero ya en febrero lo incumplió, lo que finalmente se convirtió en el origen de los paros que hoy cumplen 12 días. Y ello a pesar de que la propia jefa del Gobierno local se aseguró públicamente que esta nueva huelga, la tercera en cuatro meses, iba a ser mucho más corta que la última, aunque lleva camino de ser más larga aún. El origen de esta inestabilidad en la privatización del servicio hay que buscarlo en el drástico recorte que los socialistas realizaron en esta partida presupuestaria: de los 18 millones de euros anuales para la limpieza viaria y recogida de basura se pasó a los actuales ocho millones. Un recorte de más del 50% en uno de los servicios más básicos a los que tiene que hacer frente un consistorio. De momento, y a la espera de la rescisión definitiva del contrato, la semana que viene el Gobierno local debería pagar otros 700.000 euros a la última contrata para pagar a sus 200 trabajadores la nómina de este mes.