Alumnos

Plan de seguridad en las aulas del Valdeluz

El colegio, que sufrió un caso de abusos sexuales, crea un protocolo para detectarlos

El colegio también ha acometido obras para hacerlo más transparente, explica su director José Carlos Ruiz/ Cipriano Pastrano
El colegio también ha acometido obras para hacerlo más transparente, explica su director José Carlos Ruiz/ Cipriano Pastranolarazon

Prevenir, detectar y actuar. Estos son los tres objetivos que persigue el colegio Valdeluz, a través del Plan de Promoción del Bienestar y Seguridad del Alumnado, puesto en marcha después de destaparse, en 2014, un caso de abusos sexuales por parte un profesor hacia varias alumnas, y que será juzgado en los próximos meses.

Prevenir, detectar y actuar. Estos son los tres objetivos que persigue el colegio Valdeluz, a través del Plan de Promoción del Bienestar y Seguridad del Alumnado, puesto en marcha después de destaparse, en 2014, un caso de abusos sexuales por parte un profesor hacia varias alumnas, y que será juzgado en los próximos meses.

El proyecto, que se ha exportado a todos los colegios de los agustinianos matritenses de España, se puso en marcha nada más producirse el suceso y se compone de un extenso programa que busca garantizar la seguridad de todos los alumnos. Es además una guía tanto para los escolares, como para padres y profesores, para prevenir y detectar posibles abusos a los menores –ya sean verbales o físicos–, tanto dentro como fuera del ámbito escolar, y para saber actuar en cada caso. Desde el centro se entiende que buena parte de esta labor de detección del acoso debe partir de los propios profesores, por ello el colegio destaca la labor que desde entonces se está haciendo en la formación de los mismos: «Estamos haciendo un meticuloso trabajo a la hora de elegir a nuestros profesores a los que se les exige que conozcan de arriba a abajo este protocolo», explica José Carlos Ruiz, actual director del Valdeluz. Además, una vez al año, tanto los educadores más nuevos como los más veteranos, se reúnen con toda la comunidad agustiniana para continuar con su formación a través de convivencias y actividades dinámicas en las que tienen que solucionar diferentes casos en los que los derechos de los niños se vulneran.

Este programa está diferenciado por edades, porque según explica su director, los comportamientos de los alumnos no son iguales en todas las etapas y la respuesta debe ser acorde. Así, a los más pequeños, de Infantil o de Primaria, «lo más importante es enseñarles a decir que no», dice Ruiz. «También les enseñamos a expresar lo que les pasa o si en algún momento sienten que algo no va bien». Son dos puntos clave, que, asegura, que pueden evitar tragedias. Además de poner en marcha este protocolo, el colegio ha hecho obras para aumentar la transparencia. «Antes las salas de tutorías no tenían ventanas. Cuando los niños iban a hablar con los profesores lo hacían con la puerta abierta», explica Ruiz. Ahora, se han abierto en todas las salas grandes cristaleras.