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Primero la foto, luego el mensaje

Primero la foto, luego el mensaje
Primero la foto, luego el mensajelarazon

En un mundo totalmente mediático y globalizado el poder de la imagen es fundamental. El dicho «una imagen vale más que mil palabras» refleja una cruda realidad. Cruda porque el mensaje político, la eficacia de los gobiernos, la profesionalidad del trabajo, la ideología y los valores del partido quedan relegados a un segundo plano.

Nuestros políticos lo saben muy bien e intentan controlar y dominar la imagen que muestran a los medios. Estos últimos días hemos podido ver como Esperanza Aguirre no duda en utilizar un sillón «Chester» para crear un paralelismo con el conocido programa, con el objetivo de crear una imagen de comunicación directa con su electorado, y una sensación de veracidad, crítica constructiva y cercanía con las personas. Además, el color elegido no es baladí, porque el blanco indica transparencia y el decorado azul transmite seguridad y es el color corporativo de su partido; unas siglas sobre las que la presidenta del PP quiere dejar claro que siempre las lleva por delante.

Nada es elegido por azar, lo mismo que la foto saltando ante el Oso y el Madroño de Antonio Miguel Carmona. Un salto de avance hacia el futuro, un guiño a la juventud, a la idea de estar en forma, con los brazos extendidos hacia delante, mostrando apertura y una gran sonrisa. El objetivo: generar optimismo.

Otro ejemplo de cómo los políticos utilizan las imágenes para decir más que con palabras lo está mostrando Cristina Cifuentes. En sus primeros pasos como candidata está mostrando una imagen moderna y renovada. Objetivo: equipararse a las nuevas generaciones y distanciarse de «lo conservador». Según las estadísticas los votantes de los partidos «tradicionales» van a castigar a sus formaciones de base, por eso presentarse con una imagen renovada y moderna puede ser un «plus». Sabido es que Cifuentes tiene varios tatuajes. Hasta ahora era el de la muñeca el que enseñaba en casi todas sus fotos. Hasta ayer, que no dudó en mostrar el tatuaje situado en la espalda. Aunque lo verdaderamente importante de un candidato es su programa, su ideario, su profesionalidad y capacidad de trabajo, todo esto queda mediatizado por su imagen pública.

La importancia de los medios de comunicación es tal, sobre todo en campaña, que es la base sobre la que se planifica toda la estrategia política de un candidato. Primero se lanza la imagen y luego el mensaje. Es muy importante que ésta se base en los valores e ideas que desean trasmitir a sus potenciales votantes y para lograrlo se desarrolla toda una cruzada.

(*) Psicóloga y «coach» en www.achieveglobal.com