Política

Valencia

Rajoy y Cospedal conocían la decisión desde antes del verano

La Razón
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El anuncio de Ana Botella de que no repetirá como candidata a la alcaldía de Madrid no pilló ayer por sorpresa ni al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. El paso atrás estaba ya hablado. Pero el tiempo marcado por Botella para darlo sí abre un agujero en la agenda política del partido. «Con Botella de retirada y sin candidato, esto puede ser un lío», sostenía ayer tarde un alto cargo del PP.

Los tiempos los marcará Rajoy y la decisión, también. El pasado fin de semana Rajoy reunió al «núcleo duro» de la dirección de su formación para abordar el nuevo curso político, la estrategia electoral y los principales retos a los que se enfrenta el PP para abordar con éxito las elecciones generales de dentro de un año. Entre ellos están, sin duda, la situación del Partido Popular en Madrid, y también las dificultades a las que se enfrentan en otros «feudos» como Valencia. Al encuentro asistió la dirección del partido, pero allí, en el «encierro» en Sigüenza, según confirmaron a este periódico varios asistentes, no se habló ni una palabra de candidatos, no se sacó a relucir el tema de Madrid ni salió a escena ningún nombre. La impresión que quedó entre los asistentes es que la decisión la tomará Mariano Rajoy cuando estime oportuno y que también él guiará los tiempos.

Ya ocurrió en Andalucía, donde las presiones del partido regional para que se solventara el relevo de Javier Arenas se encontraron con el muro del reloj de Rajoy, y ni siquiera las gestiones de Cospedal evitaron que al final fuera el presidente quien decidiera quién y cuándo. En el caso de Madrid, la retirada de Ana Botella despeja el camino al presidente del Gobierno para alimentar la expectativa de cambio y de renovación. Pero Rajoy está a la espera de ver por dónde respira el PSOE para mover sus fichas y, en la medida que pueda, apurará también esta vez los plazos. Busca un golpe de efecto con el que coger oxígeno para mantener la capital madrileña y no quiere que el «cartel» elegido se desgaste antes de tiempo.

Un día después del encierro de Sigüenza, en el Comité Ejecutivo Nacional el líder del PP incidió ante los dirigentes del partido en la necesidad de centrarse en la economía y de poner en valor ante la opinión pública que la recuperación está en marcha. De las candidaturas a las elecciones municipales y autonómicas para los próximos comicios dijo poco: «No hay prisa». Rajoy comunicó a su Ejecutiva que el plazo para presentarlos es «el que marca la Ley» y «no hay ninguna prisa» en dar a conocer los nombres. Es decir, que hasta el 15 o 20 de abril no está obligado a presentarlos. En Génova recordaban que en los comicios de mayo de 2011 los primeros nombres se dieron a conocer en el mes de enero y la segunda oleada en el mes de marzo. El presidente del Gobierno recordó a sus barones el lunes que no valía relajarse con el cumplimiento del déficit ante la posible tentación de aflojar el control sobre el gasto, muy duro en los últimos tres años debido a los recortes, y los advirtió entonces: «No se ganan elecciones inaugurando carreteras».

Tras el Comité Ejecutivo, el vicesecretario electoral y de Organización del partido, Carlos Floriano, tampoco entró en el baile de nombres, pero no descaró a Ana Botella. «El PP de Madrid tiene muchos candidatos, empezando por su alcaldesa», aseguró. Pero en el partido todo el mundo, «sin distinción» era consciente de que Ana Botella no podía ser la candidata porque no se ganaría con ella la alcaldía de Madrid. En los despachos se había instalado la tesis de que era prácticamnte imposible ganar las elecciones y, aunque destacaban que su gestión económica al frente del consistorio municipal había sido buena, al margen de cómo lo ha hecho, como candidata no daba el perfil. «Se necesita alguien potente, con una imagen que arrase», aseguran fuentes populares.

Fuentes populares destacan que en el partido «nadie quería asumir el coste de quitarla», pero lo que sí estaba claro era que estaba «de retirada» y en la dirección de su partido jugaban con un abanico abierto de posibilidades. Rajoy y el comité del PP ya contaba sobre su mesa el primer análisis sobre los resultados de las elecciones europeas y el importante golpe de atención que recibieron los dos principales partidos. Génova disponía de un primer análisis de la situación territorial del partido, «plaza por plaza», incidiendo en aquellos feudos en los que los populares tienen más en juego, entre ellos el Ayuntamiento madrileño.

Tras hacerse pública la decisión de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, de no revalidar su cargo en los próximos comicios, desde Génova mostraron su «respeto» a la decisión adoptada por la mujer del ex presidente del Gobierno. Quisieron dejar claro que están garantizados el gobiermo municipal y los proyectos puestos en marcha porque, además, la propia Botella ha dicho que va a continuar en su cargo hasta el final de la legislatura. Y añadieron que «siempre» se apoyará y ayudará al Ayuntamiento de Madrid.