Gastronomía

Santa y rica Pascua

Los huevos, las monas y las torrijas, además de un sinfín de espacios que no apagan los fogones durante los días de fiesta, convierten la capital en un sabroso destino culinario.

Las monas de Pascua de Oriol Balaguer para La Duquesita son una vuelta al cacao tradicional con un diseño innovador.
Las monas de Pascua de Oriol Balaguer para La Duquesita son una vuelta al cacao tradicional con un diseño innovador.larazon

Los huevos, las monas y las torrijas, además de un sinfín de espacios que no apagan los fogones durante los días de fiesta, convierten la capital en un sabroso destino culinario.

Sí, estamos en días de penitencia, pero también de celebración. Por eso las pastelerías y numerosos restaurantes no descansan para atender la caprichosa demanda de los amantes del buen comer que no abandonan la capital. Oriol Balaguer ha construido en La Duquesita un árbol de cacao con la idea de recuperar el origen del cacao a partir de una gran escultura que muestra todos los procesos de su creación. A su lado, corretean patos, gallinas y conejos, que forman parte de la colección de monas de Pascua del maestro pastelero. Alejandro Montes, por su parte, ha moldeado una cesta de huevos de aves de corral con chocolate Valrhona a la venta en Mamá Framboise.

Al hablar de las torrijas, ese dulce de origen humilde elaborado con el pan del día anterior, es necesario destacar su evolución. Las encontramos tradicionales, sí, pero también otras con grandes dosis de creatividad. En nuestro recorrido, probamos las de Panod, donde Pablo Palenzuela las hace con masa de brioche y al horno y no fritas, detalle importante en el que radica el secreto de su éxito. Resultan más ligeras y saludables, además de ricas en sabor. Diferente es la propuesta de Nunos. Aquí, destacan las «ronijas», al llevar ron Zacapa. La torrija Bosque Mágico, de Vait, con puré de frambuesa, mermelada de higos y micuit de foie artesano y decorada con caramelo y pensamientos comestibles fue merecedora del segundo premio del concurso organizado por la Comunidad de Madrid por su corte innovador. Merecen la pena también las de Mallorca. Si no puede acercarse a cualquiera de sus establecimientos, comprarlas vía e-shop. También nos gustan las de la Mallorquina, en la mismísima Puerta del Sol, las del Horno de San Onofre, ya sea mojadas en vino o en leche, y en la Casa de las Torrijas, donde las elaboran durante todo el año.

Imposible es privarse de las de Casa Mira, antes o después de presenciar la procesión de Jesús Nazareno de Medinaceli. En Lhardy, recomiendan abrir boca con los bouchés de bacalao, un volován relleno de pasta del citado pescado, que también es el ingrediente principal de las famosas croquetas de la casa, antes de disfrutar en su comedor del plato por excelencia de la gastronomía de Cuaresma: el potaje de vigilia.

En Bacira, Gabriel Zapata, Vicente de la Red y Caros Langreo, incorporan a sus sugerencias una torrija caramelizada con sopa de vainilla y lemon grass con helado de canela, mientras que en Amargo place to be nos quedamos con las croquetas de bacalao al pil pil. Y, quienes tengan previsto acudir a la procesión de Jesús el Pobre el domingo y a la de Jesús del gran poder y María Santísima de la Esperanza el Jueves Santo, sepan que han de saciar el hambre en Las Uvas Dulces. Su potaje de garbanzos con bacalao, espinacas y huevo cocido es reconfortante.

Del Mentidero de la Villa nos gusta el pulpo de roca a la plancha con aceite de pimentón y puré cremoso. Receta tan apetecibles como las que diseñan Eliza Arcaya y Johanna von Müller- Fornería Ballaró Klingspor en Velázquez 17. ¿Lo mejor? Su cocina permanece abierta todo el día. En El Perro y La Galleta, el cocinero nos sugiere el crujiente de bacalao en taco y el potaje de vigilia es riquísimo en Bocaíto.

menús para todas las bocas

El Mesón de Fuencarral cumple 85 años, los mismos que llevan sirviendo las torrijas con helado de avellana. Si tiene antojo de comida china de verdad, en El Bund no deje de probar los dim sum hechos a mano, además de la lubina al estilo de Chongqing, y de la carta de El Pato Laqueado (C/ San Benito 3) su plato emblemático, que es este ave troceado para saborear en crêpes chinas completadas con salsa de marisco, pepino y cebollino. El Txoko de La Moraleja, tampoco apaga su parrilla, así que disfrute del clásico chuletón y en, muy recomendables son los Linguini con pez aguja, cebolla, hinojo, piñones y azafrán. Por último, justo estos días, Rubaiyat ha decidido inaugurar su terraza, rincón ideal para disfrutar de su caipirinha al fresco. La torrija llegará con el petit four, mientras que será el domingo de Pascua cuando la casa obsequie a los más pequeños con una piruleta de chocolate con forma de conejo.