La nueva Lorca ha invertido más de mil millones para volver a levantarse

Nadie en Lorca puede olvidar todavía la tragedia cuando, hace hoy cinco años, la tierra tembló con una virulencia feroz que acabó con la estabilidad de miles de familias cuando sus casas se abrieron en canal. Pocas horas después del seísmo el Gobierno regional lo consideró como la «mayor catástrofe» patrimonial que ocurría en Europa en los últimos años. Inmediatamente después, el pueblo y las administraciones de todo el país se unieron al dolor de un pueblo que se acostaba sin hogar y lleno de tristeza.

A los derrumbes y las grietas en los edificios le siguieron las actuaciones para empezar a levantar la nueva ciudad conjuntamente. Hoy Lorca presenta una imagen totalmente renovada tras la inversión de más de mil millones de euros realizada hasta hoy. La mayor parte de los edificios siniestrados han sido reparados o reconstruidos y se ha aprovechado para actualizarlos. Se han instalado ascensores, realizado aparcamientos e incluso se ha permitido aumentar la edificabilidad y las alturas para mejorar las condiciones de vida de los afectados por el seísmo. Los vecinos que vivían en las plantas bajas han sido reubicados en los primeros pisos para destinarlos a bajos comerciales.

En estos cinco años, no solo ha cambiado la imagen de las calles más afectadas. También los edificios oficiales se han mejorado y reconstruido utilizando los últimos avances tecnológicos. Incluso las infraestructuras se han actualizado y mejorado. Y, en algunos caso, se comparte. Es el caso del pabellón deportivo del Instituto Ros Giner que será utilizado por toda la población, o las pistas deportivas en las que los vecinos también podrán entrenar.

Todas las iglesias han abierto sus puertas y algunas de ellas con una decoración recuperada que permanecía oculta.

En la remodelación de los barrios se han cambiado las infraestructuras para mejorar la eficiencia energética y ahorrar en el consumo, pero también se han separado las conducciones de aguas pluviales y residuales.

«Lorca es hoy una localidad más segura y mejor preparada ante un terremoto, pero también es una ciudad más habitable, más sostenible y atractiva para el visitante, además tiene menos paro que en 2011», señala el alcalde de la ciudad, Francisco Jódar. En su visión del futuro asegura que a finales de 2017 «la ciudad estará totalmente remodelada en superficie y en subsuelo, además reconstruida en un 99 por ciento, con servicios mejores de los que teníamos hace cinco años».