Tribunales

La Fiscalía mantiene la petición de prisión permanente por asesinato con sadismo extremo

La Fiscalía ha mantenido hoy la petición de prisión permanente revisable contra Francisco Morillo Suárez, de 46 años, por violar y asesinar “brutalmente y con un “sadismo extremo” a una mujer en el parque María Luisa de Sevilla, a la que encontró “como una muñeca de trapo” por los fármacos que tomó.

En su informe final, la fiscal Eva Mas ha asegurado que el acusado, un “mirón” habitual del parque, “vio el cielo abierto” cuando la noche del 23 de febrero de 2016 vio a la mujer sola y en estado de somnolencia, y consideró que era la ocasión propicia para realizar las prácticas sexuales que le gustaban, que los peritos han calificado como de “sexo violento”.

Por ello la desnudó y le introdujo la mano en la vagina, y “no contento con ello, dio rienda suelta a sus instintos más sádicos” y le introdujo un objeto duro y romo por el ano que le provocaron la muerte por pérdida de sangre, en lo que tardó como mínimo dos horas, periodo en el que la mujer “sufrió al cien por cien”, según la fiscal.

El acusado, con “más crueldad aún”, vistió a la mujer y la dejó sentada como si estuviera dormida, tras lo cual se limpió con varios pañuelos de papel, que luego se encontraron y en los que se hallaron restos del presunto asesino y violador y de la víctima, ha recordado la fiscal antes de indicar que en la bici del hombre también había restos de ambos.

Tras este acto de “sadismo extremo”, el acusado “la dejó abandonada sabiendo que se moriría” porque se estaba desangrando, pero “le daba igual lo que le pasara”, ha dicho la fiscal, que pide prisión permanente revisable por el asesinato y 15 años de cárcel por la violación, la primera vez que se solicita en la Fiscalía de Sevilla tras la reforma del Código Penal de 2015.

La fiscal ha descartado la versión del acusado de que las relaciones fueron consentidas y que luego una tercera persona le habría provocado la muerte, lo que ha calificado de “absurdo” y tras lo cual ha pedido que no se le aplique ningún atenuante porque no padece ningún trastorno psicológico.

En caso de que no se le imponga la prisión permanente revisable, la fiscal ha solicitado la pena máxima posible porque “un acto tan cruel como el de Sara no merece una respuesta distinta”.

La acusación particular, que ejerce el abogado Alberto Lag, ha calificado lo ocurrido como dos agresiones sexuales que se habrían cometido en distintos bancos del parque, y ha pedido 15 años por cada una de ellas, así como la prisión permanente por el asesinato.

El defensor del acusado, Eugenio Guevara, ha pedido su libre absolución y, alternativamente, que sea condenado por un homicidio imprudente con la atenuante de consumo de alcohol porque ha asegurado que iba “borracho”.

El abogado de la defensa ha insistido en que la mujer, una periodista de 31 años, quiso suicidarse con la ingesta de numerosos fármacos y con los mensajes de despedida que envió a sus amigos a través del teléfono móvil, que puso en modo “avión” cuando los mandó y por lo que no pudo ser localizada.

La fiscal y la acusación, sin embargo, sostienen que la mujer quiso hacer una llamada de atención como otras que realizó anteriormente, como afirman los psicólogos que le atendieron, uno de ellos seis días antes de su muerte.

La acusación y la Fiscalía también han descartado que se rompiera la cadena de custodia de las pruebas, como alega la defensa, y han asegurado que se mantuvo también con los pañuelos con restos del acusado recogidos por una limpiadora del parque que sospechó de un crimen en vez de un suicidio, como creyó la Policía en un principio.