Betis

Se permite el optimismo

El Betis oposita a la condición de equipo revelación después de golear al Levante en una segunda mitad de ensueño

Setién felicita a Fabián tras el segundo gol
Setién felicita a Fabián tras el segundo gollarazon

El Betis oposita a la condición de equipo revelación después de golear al Levante en una segunda mitad de ensueño

Heliópolis es una fiesta. El Betis sumó ante el Levante, que llegaba invicto, su tercera victoria consecutiva y se instaló en plazas europeas gracias a una goleada construida en una segunda mitad de ensueño. Aunque más que la clasificación, anecdótica a estas alturas, lo verdaderamente importante son las sensaciones de equipo cuajado y con las ideas claras que emite.

Por primera vez en la temporada, yuxtaponía Quique Setién a dos delanteros natos, sin que ello, valga el lugar común, se tradujese en mayor presencia ofensiva. Al contrario, Sergio León y Toni Sanabria, encomiables de voluntad, parecían comerse el terreno y, lo que es más grave, le restaban al ataque de su equipo esa amplitud que tan buen resultado de había dado en otras jornadas. Muñiz, un entusiasta del conservadurismo, esperaba con ocho efectivos sin que le afectase el toque bético, inocuo durante toda la primera parte.

El plan del Levante era simple: robar y correr, como ocurrió una galopada de Morales a los tres minutos cortada con falta al borde del área. La fama precede a Bardhi, por lo que el golpe franco de Amat indignó a Setién, que debía haber dado consignas al respecto, pero el disparo del macedonio murió contra la barrera. No amenazaron más los valencianos antes del descanso y muy poco el Betis, acaso mediante un tiro de Sergio León que se estrelló en el lateral de la red.

El cambio no fue de hombres, en el intermedio, sino de dibujo. Sergio León salió acostado a la derecha y en su primer balón como extremo, recogido en posición dudosa, conectó con Sanabria, que clavó el cabezazo acrobático en la base del poste. Tan poco se esperaba el Levante la súbita ruptura de su estrategia somnífera, que quedó noqueado, momento que aprovechó Fabián para conducir majestuoso por el carril central y resolver el partido con un zurdazo raso y bien colocado. Se declaró la goleada en plena euforia, en otra jugada magníficamente trenzada por Sanabria y Durmisi que remató Sergio León en el segundo palo tras asistencia medida del danés.

La noche, pródiga en alegrías, regaló la consagración definitiva de Fabián, un chico elegante, con excelente planta y dotado de una depurada técnica a quien se le achacaba cierta frialdad, el pecado venial que cometen muchos futbolistas talentosos. Asistió a Sanabria en el gol que cerró la cuenta. Recuerda a Quique Setién y necesita un entrenador que lo entienda para romper en crack.

Real Betis, 4-Levante, 0

Real Betis: Adán; Barragán (Rafa Navarro, m. 60), Amat, Mandi, Durmisi; Javi García, Guardado, Fabián; Joaquín (Tello, m. 69), Sanabria y Sergio León (Nahuel, m. 77).

Levante UD: Raúl; Pedro López, Chema, Postigo, Toño; Campaña (Doukouré, m. 67), Róber; Ivi (Samuel, m. 57), Bardhi (Nano, m. 57), Morales; y Álex Alegría.

Árbitro: González Fuertes (asturiano). Amonestó a Mandi.

Goles: 1-0 (m. 47): Sanabria. 2-0 (m. 55): Fabián. 3-0 (m. 65): Sergio León. 4-0 (m. 91): Sanabria.

Incidencias: Casi 50.000 espectadores en el Benito Villamarín.