MotoGP

Lorenzo ya está aquí

El piloto español de MotoGP Jorge Lorenzo.
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Su magnífica primera victoria del año y el segundo puesto de Márquez con el meñique recién operado prometen un Mundial apasionante.

Ya sea por ese instinto que dice haber recuperado o por pilotar más con el corazón que con la cabeza dejando que las cosas fluyan, Lorenzo regresó en Jerez y lo hizo a lo bestia, de forma rotunda, para subirse de verdad a un Mundial que le amenazaba con marcharse sin esperarlo. Fue el Jorge de los mejores tiempos: implacable de principio a fin, sin fisuras y machacando el cronómetro vuelta a vuelta. No le hizo falta ni un solo adelantamiento, fue un guión con una única línea argumental, que al mismo tiempo abre la posibilidad de tener tres actores protagonistas en los próximos capítulos. Los dioses del campeonato del Mundo sonríen al ver la recuperación anímica y mental del balear, la solidez de Márquez a pesar de correr herido y la eterna juventud de Rossi. El trío configuró en Jerez el mejor podio posible hoy. Confirmaron que esta temporada la lucha será larga y ajustada, es decir, nada que ver con lo del año pasado. A estas alturas de 2014, Márquez había ganado las cuatro citas y sumaba 100 puntos, 39 más que Rossi y 65 más que Jorge. Ahora los dos están por delante del campeón vigente y su cosecha es 21 y 27 puntos, respectivamente, más jugosa que hace 365 días.

El triunfo de Jorge y el buen «negocio» que completó Marc con el dedo recién operado aprietan el Mundial, que promete emociones fuertes. «Si alguien me dice el jueves que iba a dominar con 5 segundos de ventaja, me hubiera costado creerlo», reconocía el ganador tras completar su mejor fin de semana en mucho tiempo. Se puso en cabeza nada más salir desde la «pole», para ir aumentando su ventaja vuelta a vuelta. Casi medio segundo en la cuarta; 1,1 en la sexta y así hasta los 5,5 de la línea de meta. En definitiva, su actuación típica de los buenos tiempos, sin imprevistos con la espuma que recubre el interior de su casco o con fiebres que lo debilitan. Fue un Jorge en plenitud, capaz de marcar el ritmo con el asfalto a 50 grados el sábado o a los 34 que «sólo» alcanzó durante la carrera.

Lo celebró con rabia por lo que suponía de liberación, aunque no tanta como para zambullirse en el lago igual que en 2010: «No había mucha gente cerca para que me pudiera rescatar, soy muy joven (hoy cumple 28 años), así que me lo pensé mejor», bromeaba. Estaba especialmente feliz por haberse quitado un peso de encima, aunque no quiere mirar mucho más allá e hizo suyo el partido a partido del Cholo Simeone. «Prefiero ir vuelta a vuelta, curva a curva y carrera a carrera. Disfrutar de este momento y seguir pilotando igual», explicaba, sin dejar de reconocer que había recuperado la confianza: «Es más fácil que las cosas salgan después de un buen resultado», confesaba tras no haber saboreado el podio en los últimos cuatro Grandes Premios.

Si el balear era un hombre feliz, Márquez sonreía con tanta rotundidad como razón. Su meñique izquierdo estaba inflamado, pero no le había impedido alcanzar el segundo puesto que pretendía. «Es como una victoria, teniendo en cuenta las dudas que teníamos al principio. Salimos de aquí un poco más cerca del líder», se alegraba Marc, al que no le agobia tener que afrontar una remontada para revalidar su título.

Fue el único que pudo seguir durante la mitad de la carrera el ritmo de Lorenzo. Se pegó a su rueda en la escapada y allí estuvo hasta que fue descolgándose décima a décima. En los últimos giros descartó alcanzar a la Yamaha que tenía delante y se centró en que no le alcanzara la que llevaba por detrás. «Por un momento pensé que iba a pasar como en Argentina, aunque si sucedía estaba preparado para luchar y que el final no fuera el mismo». Su dedo aguantó bien, aunque el miedo a forzarlo le hizo que se le agarrotara el brazo derecho. En unos días le quitarán los puntos de sutura y tendrá dos semanas para recuperarse de forma definitiva. Mientras, le rascó cuatro puntos al líder Rossi, de largo el menos sonriente en la ceremonia de proclamación. Los dos españoles se han apuntado a darle caza y ya sabe que no será fácil. Ayer fue el día de Jorge con su exhibición a ritmo de récord, y el de Marc, sumando lo más posible con la cicatriz todavía fresca y una inyección para soportar el dolor.