Política

Elecciones 24-M

Los madrileños, los cuartos más participativos

De los 4,6 millones de votantes potenciales, no se espera que la participación sea mayor a la de 2011. La clave está en el 36% de indecisos que escogerá a pie de urna

Cristina Cifuentes paseó en bicicleta por Madrid Río. Después de pasear a «Pecas», Esperanza Aguirre se relajó con la prensa
Cristina Cifuentes paseó en bicicleta por Madrid Río. Después de pasear a «Pecas», Esperanza Aguirre se relajó con la prensalarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

De los 4,6 millones de madrileños que están llamados hoy a las urnas, aproximadamente un 65% ejercerá su derecho al voto. Al menos así lo predice la encuesta del CIS del pasado mes de abril, lo que supondría una participación similar a la de las pasadas elecciones autonómicas y municipales de 2011. Sin embargo, dentro de este porcentaje hay otro, determinante, que aglutina al segmento de edad en el que se concentra el mayor número de votantes y que es al que se dirigen los partidos que se juegan la mayoría. En la Comunidad de Madrid, los electores de entre 35 y 44 años son los más participativos y es a ese 20% al que todos tratan de convencer.

Si se amplían los datos, los madrileños entre 35 y 54 años reúnen al mayor grupo de electores y este segmento es uno de los que más ha notado los cambios de la crisis económica. Entre ellos están quienes se quedaron sin trabajo como los que han encontrado uno en los últimos meses y quienes aún esperan una oportunidad, lo que probablemente determinará su voto, puesto que otra de las variables más sorprendentes del último barómetro es que más de un 46% de los encuestados votará en clave nacional, y no buscando las mejores propuestas para el Gobierno regional. Así, la estrategia de cada partido se ha centrado en los «simpatizantes» a sus políticas en estos tramos de edad.

En el caso del PP, su constante recuerdo de que son los únicos que prometen bajar los impuestos se dirige a aquellos trabajadores que, o bien han recuperado su empleo pero con peores condiciones salariales, o bien han mantenido su puesto de trabajo y han sufrido el incremento fiscal de los últimos años. Podemos, en cambio, quiere atraer a los desencantados que no logran salir del paro o que se encuentran en situación de precariedad laboral, movilizando al sentimiento de rechazo hacia los políticos a los que culpan de haber llegado a esa situación. A algo similar apela Ciudadanos, en busca del voto de las clases medias a las que preocupan los cambios radicales que vayan en detrimento de su situación actual. Del mismo modo, el PSOE aboga por el cambio tranquilo y moderado frente a las alternativas más radicales. Y, por último, UPyD e IU tratan de reclamar el trabajo realizado sobre lo que otros prometen que harán para que haya más transparencia, en el caso de los magenta, y por las políticas sociales, en el caso de IU.

Y todo ello teniendo en cuenta que nada menos que un 36% de los votantes aún no tiene decidido a quién otorgará la confianza en las urnas, lo que deja la previsión de resultados del CIS en poco más que agua de borrajas, ya que pueden cambiar totalmente las tornas según se distribuyan estos sufragios, especialmente teniendo en cuenta que ahora hay más partidos que se disputan esos votos. Según el barómetro, el PP, que sigue primero en todos los sondeos, alcanzaría casi 50 diputados, seguido por el PSOE con 28. Ambos bajarían y los escaños perdidos irían a los partidos emergentes: Podemos y Ciudadanos, que lograrían 24 y 23 diputados respectivamente.

La Ley D’Hont

En este baile de cifras que no quedará claro hasta que esta noche se termine el recuento, la participación juega un papel vital de cara también a las próximas elecciones generales que tendrán lugar a final de año. Madrid es la cuarta comunidad en la que más se votará según el CIS con un 65% de participación, por detrás de Canarias (69%), Navarra (67%), y Castilla-La Mancha (66%). Debido al reparto que establece la Ley D’Hont y al gran número de formaciones que aspiran a hacerse un hueco en la Asamblea de Madrid, las variaciones en este porcentaje supondrán cambios radicales para todos, ya que cada voto de más o de menos inclinará la balanza hacia un partido u otro de forma significativa.

Preparados para la larga jornada de elección, la Delegación del Gobierno en Madrid explicó ayer que se han impreso 98 millones de papeletas para 19 candidaturas electorales proclamadas para la Comunidad de Madrid y hasta 945 en las elecciones locales a los 179 municipios de la región. Hay 6.608 mesas electorales distribuidas en 1.018 colegios electorales, en los que se sitúan 30.000 urnas y 5.023 cabinas y señalizadores. También se han distribuido diez millones de impresos electorales. En todos los colegios habrá urnas de reserva para cualquier incidencia y, para el recuento, se ha desplegado un equipo formado por 3.650 representantes de la Administración, de los cuales 1.702 dispondrán de dispositivos de transmisión de datos. Gracias a esta modificación del Real Decreto 605/1999, ya no será necesario colocar tantas cabinas como mesas, algo que puede ser un problema en locales que agrupaban varias mesas en un único espacio, garantizando, asimismo, el secreto del sufragio.

6.000 AGENTES EN LOS COLEGIOS

Un total de 6.000 efectivos de seguridad velarán hoy por que la jornada electoral transcurra sin incidencias en la Comunidad. Se trata de un equipo de 4.000 policías y 2.000 guardias civiles que tiene por objetivo dotar a los colegios electorales de los medios e infraestructura necesarios para que todo ciudadano mayor de edad residente en Madrid pueda ejercer su derecho al voto con total normalidad y sin incidencias. Estos efectivos velarán por la seguridad de 1.018 colegios electorales y por que la tranquilidad reine en las 6.608 mesas electorales que se habilitarán este domingo.