Música

Malú: «O me como una tarta o no la pruebo»

Malú: «O me como una tarta o no la pruebo»
Malú: «O me como una tarta o no la pruebo»larazon

Aparte de su pasión por la música, también tiene su propio perfume y es coach en la tercera edición de «La Voz», que comenzó esta semana

María Lucía, Malú, tiene alma andaluza y así lo atestigua la Medalla de su tierra que recibió recientemente y, aunque madrileña de nacimiento, por sus venas corre el arte de la familia De Lucía. Así es la artista femenina que más vende en los últimos años en España. Cercana, amable y con una mirada sincera, no teme responder a nada y su don de palabra, que la ha llevado a la pequeña pantalla desde 2012, es evidente, aunque cuando se le pregunta por su intimidad esquiva contestar con una sonrisa. Su primer éxito fue en 1998, con un tema que pasaría a ser un clásico del pop español, «Aprendiz». Ha llovido mucho, pero la cantante sigue aprendido día a día y su humildad da fe de ello. Polifacética como pocas artistas, ahora es imagen de Swarovski y aunque luce una joya en el cuello, afirma que las piedras preciosas de su vida son esas personas que la han encumbrado hasta donde está hoy.

–¿Y quiénes son?

–Mi madre, mis perritas, a las cuales adoro, y mi escenario.

–Es de las artistas que aún venden discos y muchos. Siendo tan afortunada, ¿cómo devuelve el cariño a los fans?

–Trato de dejarme la vida en cada show. Todo lo que haces lo haces por devolverles todo lo que te dan. Pienso los discos para que ellos los puedan disfrutar en pie, aunque el trabajo finalmente también debe convencerme. La única forma de agradecérselo es mejorar cada día en el escenario.

–Tras batir récords y llenar cuatro veces el Palacio de los Deportes con una gira, con el «Tour Si», ¿qué más puede esperar?

–No me planteo ni me pongo metas profesionales. No quiero pensar en qué será lo siguiente. La vida me ha regalado algo maravilloso como ha sido este «Tour Sí». En cada uno de los 60 conciertos que he ofrecido me han regalado cosas tan maravillosas, que no creo que haya que pedir más. Debes disfrutar cada momento y dejarte sorprender.

–Cantante, embajadora de una firma de joyas, tiene su propio perfume, es coach televisiva... ¿qué será lo siguiente?

–¡Ni idea! Ahora mismo me siento muy llena y en lo único que me apetece centrarme es en la preparación de mi nuevo disco. Estoy metida en él de cabeza.

–Y hablando del décimo disco de su carrera... ¿qué puede adelantarnos?

–¡No podéis saber nada porque no lo sé ni yo! Aún estoy navegando y esperando que todo fluya. No sé ni para cuándo estará, ni la estética del disco ni nada.

–Tras probar en la televisión, ¿se atrevería con otros derroteros como la interpretación?

–No me lo he planteado nunca. Me han propuesto cositas y los cameos que he hecho han sido siendo la propia Malú, pero no quiero entrometerme en lugares que no me corresponden. Y lo que me han ofrecido no me ha hecho sentir cómoda, así que esperaré a que, si ocurre, sea de manera natural.

–Una de sus canciones se titula «Blanco y negro». ¿Es una mujer radical?

–Tengo mis puntos radicales pero me considero bastante estable. Lo soy en algunos momentos y pienso que o me como la tarta completa o no la pruebo, porque si empiezo luego no voy a poder parar. Pero luego a la hora de la verdad no me considero radical.

–Haciendo otro juego de palabras con sus letras, «A prueba de ti». ¿A prueba de qué le ha puesto la vida?

–La vida nos pone a prueba a todos en muchísimas cosas. La más grande es la de conocerte a ti mismo, es la más importante.

–Revisando el panorama actual, ¿con qué político se iría a tomar unas cañas?

–La verdad es que con nadie a día de hoy. No hay ninguno que me transmita seguridad y creo que aún tengo mucho que ver. Eso sí, me alegro de las nuevas oleadas políticas que están surgiendo.

–Entonces, ¿qué piensa del fenómeno Podemos?

–No me encuentro en una posición para poder hablar de política con total certeza. No me refiero a Podemos ni a Ciudadanos ni a ningún partido en concreto. Creo que este país está falto de aire fresco, sin determinar el color político.

–Diferentes a las de Pablo Iglesias, pero usted también tiene ordas de fans. ¿Sabía que es un icono musical lesbico? ¿Cómo se lo toma?

–Muy bien. Me he sentido muy cómoda en ese papel. Cuando era más joven quizá me lo planteaba, pero hace tiempo que dejé de pensar en el porqué. No reparo en las razones por las cuales puedo despertar la atención de ese colectivo.

–¿Podría confesarnos algún truco de seducción?

–¿Me ves a mí con algún truco de algo? (Ríe). Esas cosas no tiene trampa ni cartón: pasan, surge y lo mejor es no saber el por qué, ya que cuando lo descubres te obsesionas con potenciarlo y al final sale mal.

–¿Qué le diría a los medios que afirman que ha seducido a Gonzalo Miró?

–No les diría nada, ya que nunca he hablado de ese tipo de cosas. No lo considero relevante ni importante de cara a mi carrera, que es por lo que estoy aquí. Te puedo hablar de mi disco porque es algo que yo te entrego, pero sobre algo que no he decidido yo, sino un medio, no puedo hablarte.

–Entonces, ¿podríamos decir que están juntos?

–¡Ya te he repondido! (Ríe)

–Finalmente, ¿cuál es su meta diaria?

–Lucho por acabar el día y sentirme bien. Creo que ya que estamos aquí tenemos que tratar de pasar por la vida lo mejor posible y aprovecharla al máximo. Lo más importante de cada persona es que se acabe gustando a sí misma, eso marca la diferencia.