María José Navarro

Manchego

Es que yo no veo noticia por ningún sitio, queridos amigos y siento chafarle las expectativas de los que se hayan quedado de piedra. Yo no veo cuál es el motivo de asombro. Ya lo dijo el propio Mario: «Soy manchego y me recupero pronto». Una, que es de Albacete, ha contemplado el suceso con la misma cara de las vacas mirando a los trenes. Me parece normal. Mario sale, interviene en una pelea en el distrito de la Latina en Madrid, le pega una paliza a un caco, se lleva seis puñaladas y sigue de copas tres horas más. De cañas y pipas concretamente. El alcohol esteriliza y evita infecciones y la sal cicatriza. El caso es que el Samur le atendió nada más producirse la reyerta, pero el dijo que no era para tanto. Cuando los médicos le atendieron por segunda vez encontraron que cuatro de las puñaladas eran solo superficiales, pero otras dos, una en la espalda y otra en el tórax, eran profundas. Fueron los amigos, que no eran manchegos, los que se asustaron al verle sangrar y por eso llamaron a los servicios de emergencia, porque de lo contrario, Mario hubiera acabado en un bingo, o en la cafetería de cualquier estación de autobuses tomándose el último cubata y un bocadillo especial de la casa. Porque Mario, que es manchego, se encontraba tan entero que se dedicó a piropear a las enfermeras del Samur. «Viendo lo guapas que sois vosotras, cómo estarán vuestras hijas». Es decir, tirándole a la carne y al pescado y a varias generaciones por si, borracho y con seis puñaladas encima, aún pudiera tocar pelo esa noche. «Soy manchegoy me recupero pronto». Que no veo noticia, se lo juro a Vds.