Maniquíes con certificado de salud

Pronto, Francia podría prohibir a las modelos anoréxicas desfilar sobre las pasarelas. El diputado socialista Olivier Véran ha presentado dos enmiendas al proyecto de ley de Salud que se comienza a discutir hoy en la Asamblea Nacional: una para prohibir que trabajen modelos desnutridas, y otra contra la apología de la anorexia. El diputado ha recibido el apoyo de la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, quien ayer afirmó en la cadena de televisión gala BFMTV que «es importante el mensaje que pueden enviar las modelos diciendo que hay que alimentarse bien y cuidar de la propia salud, sobre todo porque son mensajes dirigidos a niñas y jóvenes que ven en ellas un modelo de estética».

El objetivo de Olivier Véran, que además de diputado es neurólogo, es acabar con las modelos excesivamente delgadas. Véran considera intolerable el que se pueda hacer apología de la desnutrición y que se pueda explotar comercialmente a personas que están en situaciones que ponen en peligro su salud, como ocurre cuando se deja que trabajen en Francia modelos cuyo índice de masa corporal (IMC) es tan reducido « que cae dentro de lo que se considera un caso de malnutrición según ésta es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)», explicó Verán en distintos medios de comunicación. La OMS habla de delgadez cuando el IMC está por debajo de 18,5; de desnutrición cuando es inferior a 18, y de desnutrición severa cuando se sitúa por debajo de 17.

Además de prohibir el trabajo a las modelos que transmitan esa imagen de anorexia como una forma de belleza, el diputado quiere también que se cree el delito de «valoración excesiva de la delgadez» para acabar sobre todo con las páginas web que hacen lo que él considera como una « apología de la anorexia ». En Francia está estimado entre 30.000 y 40.000 el número de personas que sufren esta enfermedad, y el hecho de que haya páginas en internet que «explican a las niñas de 12 a 13 años que es necesario tener una separación de 15 centímetros entre las piernas para ser bella» es inadmisible para este diputado. Hace sólo unos días, en el Senado español también se planteó una enmienda al Código Penal para fijar como delito la apología de la anorexia y la Policía Nacional pueda, así, cerrar páginas webs que fomenten la extrema delgadez y la belleza de la mujer que se queda en los huesos. El senador de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Javier Yangüas, fue uno de los impulsores de la enmienda que, al final, no contó con el respaldo necesario para sacarla adelante: «Creemos que es importante que se regulen estos contenidos porque es un tema que afecta a muchas menores». Detrás de la propuesta del partido está Lidia Amella, la madre de una menor que permanece ingresada en un centro y que lucha para salir adelante, «es un largo camino», apunta Amella, que aún espera que se implante alguna medida para combatir esta lacra.

En lo que se refiere a la propuesta que se ha planteado en Francia, si tal y como ha dado a entender la ministra gala del ramo, las enmiendas salen adelante, las modelos que no tengan un IMC superior a 18,5 no dispondrán de permiso de trabajo para trabajar en territorio francés. De esta forma, Olivier Véran espera proteger a la gente en esta cuestión de salud e impedir la difusión de criterios sociales influyentes que promueven o provocan comportamientos alimenticios que ponen en peligro la vida de los adolescentes.

En abril de 2008 se adoptó en Francia una carta de « compromiso voluntario y prohibición de la apología de la anorexia en internet». Profesionales de la moda, de la publicidad y de los medios, las asociaciones y los principales actores del mundo de la sanidad se unieron en este compromiso voluntario para prevenir que a las personas cuyas profesiones dependen de la imagen del cuerpo estuvieran influenciadas por normas excesivas que podían perjudicar su salud. Siete años después, los resultados son decepcionantes, y esta vez se ha dejado el marco del voluntariado para imponer por ley la lucha contra la anorexia.

El sector español de la moda sabe desde 2006 que, como indica la directora del certamen más importante de nuestro país, Cuca Solana, «para desfilar en la Mercedes Benz Madrid Fashion Week (MBMFW) –más conocida como Cibeles– las modelos no pueden tener un IMC menor de 18». Y es que esta pasarela ha sido pionera en fomentar «una imagen de salud» sobre la pasarela. Solana también recuerda que antes de que se apostara por esta medida, «las agencias nos ofrecieron la posibilidad de aportar certificados médicos, pero cuando lo hablamos con nuestra endocrina, Susana Moreneo, ella nos dijo que sólo se podía determinar si la imagen de la modelo es de salud si su índice de masa corporal es igual o mayor a 18». Como recuerda la directora de Cibeles, «la medida fue un bombazo en su momento».

La decisión la tomaron Esperanza Aguirre (presidenta de la Comunidad de Madrid en aquel momento) y Fermín Lucas, director general de Ifemay se tomó 30 días antes de la edición de septiembre. Ese año, la doctora Monereo rechazó al 30 por ciento de las candidatas, pero ahora «las agencias conocen bien nuestros requisitos y no se rechaza a casi ninguna modelo», de las cerca de 70 que en cada edición se colocan una bata fina detrás de un biombo antes de que la endocrina las mida y las pese. «Algunas agencias descartan a las modelos que saben que no van a superar el IMC exigido». Solana afirma haber recibido felicitaciones «de todo el mundo, incluso de la pasarela de Milán». Y es que ella tiene claro que desde los desfiles de moda «se debe transmitir salud y belleza». Por eso, «cualquier medida», como la anunciada por Francia, «es buena».