UGT

Méndez clama por el consenso para su sucesión en el comité confederal más convulso de UGT

Cándido Méndez, ayer, en la apertura del Comité Confederal de UGT
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El Congreso se celebrará del 9 al 12 de marzo, un año antes de lo previsto.

Ayer por la tarde comenzó el Comité Confederal de la UGT que finalizará hoy con una resolución que convocará el 42 Congreso Confederal entre los días 9 y 12 de marzo de 2016, un año antes de lo previsto por la retirada de Cándido Méndez. Sobre este tema, hay consenso. Sin embargo, sobre otros se suman todos los interrogantes. Méndez quiere reducir la actual estructura del sindicato, pasando de un total de seis federaciones a tres, pero se encuentra con una fuerte oposición interna.

Por un lado, se oponen claramente a las fusiones Enseñanza y Alimentación. Por otro, están los que no quieren celebrar las fusiones hasta después del Congreso Confederal, justo lo contrario de las intenciones de Méndez. El actual secretario general ugetista quiere alcanzar un consenso y considera insuficiente el apoyo de las importantes federaciones del Metal y Construcción y la Federación de Servicios Públicos, además de las Uniones de Cataluña y Andalucía.

El problema de racionalizar la estructura del sindicato después del Congreso Confederal es que «si Cándido no tiene fuerza política para imponer el nuevo modelo, ¿cómo se impondrá un nuevo secretario general?», se preguntan miembros del sindicato.

Aprovechar el tiempo

El ambiente del Comité Confederal está enrarecido por las informaciones periodísticas. Ayer intervino Méndez y los secretarios generales de uniones y federaciones. El líder sindical ha reclamado un esfuerzo más para «aprovechar el tiempo antes del Congreso», además de invitarlos al diálogo y a la reflexión para llegar al Comité de noviembre con un mayor consenso.

Fuentes sindicales apuntan que Méndez está «desencantado». Siempre se vanaglorió de ser elegido secretario general en un momento complicado, en el que la organización estaba «totalmente dividida (lo que provocó un congreso extraordinario donde se plasmó esta división)», y con un sindicato «inmerso en una situación muy delicada tras el fiasco de PSV». A pesar de todo, Méndez superó las crisis económica y sindical y afianzó la UGT. Después de 20 años «el sindicato tiene unas finanzas débiles, está muy endeudado, salpicado de escándalos y vuelve a tener tensiones internas que se agravan con su propuesta de reestructuración», afirma un dirigente sindical.

Fuentes de UGT consideran que «Méndez apretará el acelerador en este Comité para conseguir un amplio consenso» aunque, reconocen, que éste «puede pasar por diferentes caminos. La situación se ha enrarecido por la lucha por la sucesión y según el calendario un candidato tiene más posibilidades que los otros».

Hasta el momento, cuatro candidatos mueven piezas entre bambalinas, aunque ninguno ha dado un paso al frente. Miguel Ángel Cilleros (Transportes y Telecomunicaciones), José María Álvarez (Cataluña), María Jesús Cendrún (Cantabria) y Frederic Monell (miembro de la Ejecutiva Confederal).