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Siete tareas para el novio

Siete tareas para el novio
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“¡Ya no puedo más! ¡Estoy harta de organizar nuestra boda con mi madre y la tuya, mientras tú te escaqueas de todo y te da igual todo! ¡Me voy a casar contigo, no con ellas! ¡Quiero que te involucres en la organización de nuestra boda!” Aunque parezca que es la mismísima Bridezilla venida directamente de EEUU la que habla, esta novia imaginaria podría vivir en cualquier país del mundo, incluso aquí, en España. Nos parezca desfasado o irreal, este caso se da muchas veces, y si no se gestiona bien la situación puede llegar a convertirse en un tema recurrente en discusiones futuras.

Por eso, querido novio, si creías que tu responsabilidad terminaba al ponerle el anillo de compromiso en el dedo, te diré que estabas completamente equivocado. No obstante, no hay de qué preocuparse, porque todo tiene solución. Hemos recopilado varias tareas neutras y poco “femeninas” de las que te puedes encargar incluso antes de que ella te lo pida, con las que ganarás muchos puntos ante tu futura y te llevará al podio de los mejores novios a nivel mundial. Y, de paso, dejas el tema flores y manteles en otras manos, que ya sabemos que para la mayoría de los hombres, estos dos temas hacen que se os pongan los pelos de punta.

La lista de invitados. No sólo la tuya, sino la de la novia también. No te imagines cosas raras, tú al teléfono llamando a la tía abuela Paquita de tu novia diciendo que eres el novio de una de sus sobrinas nietas, y que cuál es su nombre completo y su dirección. No. Me refiero a la coordinación. A la hoja Excel que hay que actualizar con toda la información relevante de cada uno de los invitados. A saber si alguien tiene alguna alergia alimentaria. Si se han enviado las invitaciones. Si se ha recibido el sobre de respuesta. En qué mesa se van a sentar. Si os han hecho el regalo y si lo habéis agradecido. Y no vale decir que lo haces tú y luego delegar en tu madre o en tu hermana.

La Música. Me refiero al DJ, al que va a animar la fiesta después del almuerzo o la cena. Es una tarea muy apropiada para los varones, pues la música es un idioma universal y no lleva el cartel “boda”, aunque todos sepamos que es para la boda. Hay algunos DJs que te piden una lista de canciones que sí o sí tienen que sonar durante la fiesta y otra lista de canciones que no queréis oír ni de lejos. Así está todo bajo control. Si tu DJ no te lo pide llévala hecha y así luego no tenéis disgustos.

Respecto a la música de la ceremonia, las parejas no siempre se sienten muy seguras de qué elegir, por lo que es fundamental ponerse en manos de un buen profesional que os pueda aconsejar. Para mí la mejor en este campo es Cristina Domínguez (tel. 609 067 041), que os puede proponer los temas idóneos para vuestra ceremonia y conseguiros a los mejores músicos. A mí me gustan mucho las ceremonias donde hay mucha música, porque a veces hay personas que no comparten la fe de los novios pero por respeto e ilusión asisten a la ceremonia. Qué menos que deleitar sus oídos con buena música. Además, la factura de los músicos va a ser la misma toquen 5 piezas o 10...

Fotos de Ruth Roldán

Vehículo o transporte. Los chicos suelen ser más de coches, eso es así. Por eso, puedes investigar el mercado y averiguar qué opciones hay para llegar a la ceremonia. Generalmente el coche más especial se solía reservar para la llegada de la novia a la ceremonia, pues es en el que viajarán los novios una vez finalizada la ceremonia. Ahora hay novios a los que les hace ilusión llegar en un coche especial con su madrina al lugar de celebración, así que habría que buscar dos coches. Por otro lado, no olvides que hay muchas formas de llegar a la boda, en coche clásico, en uno de alta gama, en coche de caballos, en moto, en un coche vintage... Y además hay que transportar a los invitados de un sitio a otro, más que nada por su seguridad y por vuestra tranquilidad, así que también habrá que averiguar las opciones de autobuses que hay. Como propina en esto del transporte: escoged una empresa de autobuses seria en la que el chófer sepa a dónde va (la finca, restaurante u hotel donde se va a celebrar el convite), sino puede haber lágrimas. Palabra.

La barra libre no lleva ni flores ni manteles, que aunque los lleva, no es de eso de lo que se habla cuando uno está negociando bebidas, precios y duración del servicio. Es una tarea estupenda para desquitar a la novia de esa preocupación. Y así te aseguras de tener tu marca favorita de ginebra el día de tu boda. Por favor, NO al Jaegermeister... Va a haber muchas bajas en los primeros minutos de la fiesta como os pongáis tontos con ese veneno.

Trámites y burocracia. Recoger el expediente, fotocopiar los DNIs, conseguir el papel del Ayuntamiento, el cursillo prematrimonial... De todo eso se puede encargar el novio, es un poco rollo, pero la alternativa es elegir las flores de la ceremonia y de los centros de mesa: freesias, alhelíes, peonías, calas, jacintos, viburnum, paniculata, jazmines, magnolias... Mejor el papeleo, ¿no?

Luna de miel. Aaaaahhhh, ¡ese momento de relax que dura dos semanas! Lo primero es estar de acuerdo a dónde vais a ir, pero respecto a todo lo demás es mejor que haya un único interlocutor. Cotizaciones de precios, vuelos, horarios, escalas, tipo de hotel... todo eso lo puede gestionar una persona y luego decidir conjuntamente entre las opciones que hay. Cosa importantísima que no hay que olvidar: los pasaportes, que estén en regla, que estén vigentes, que no haya problemas.

Certificado de matrimonio. Fundamental tener a una persona de confianza encargada de custodiar este importantísimo papel para cuando volváis de vuestro viaje para poder inscribirlo correctamente en el Registro Civil. Elige a una persona de vuestro entorno para ocuparse de esto y cuando surja la pregunta poder decir “Ya está organizado. Se va a encargar Pepito.”

Con estos consejos ya verás como las fricciones por la organización no son tantas. Prepárate para ocupar el primer puesto en el podio de Mejor Novio Mundial. Y ya sabes, si no triunfas es porque no me has hecho caso ;-)