PSOE

Los barones pasan a la acción: «Le echamos o desaparecemos»

Quieren dar un paso al frente, pero no hay consenso en la estrategia

Imagen de archivo de la reunión del Comité Federal del PSOE en la calle Ferráz el 29 05 2015
Imagen de archivo de la reunión del Comité Federal del PSOE en la calle Ferráz el 29 05 2015larazon

Quieren dar un paso al frente, pero no hay consenso en la estrategia

Si los resultados electorales de Galicia y el País Vasco se seguían con inquietud desde Ferraz, este sentimiento era compartido por las federaciones críticas con Pedro Sánchez. Los dirigentes que las lideran habían ubicado la debacle en estos comicios como el desencadenante propicio para «cruzar el Rubicón» y descabalgar a la actual dirección federal. Con los resultados de ayer, en los que el PSOE recibió un duro revés, el secretario general socialista encara un adverso Comité Federal el próximo sábado, en el que los dirigentes territoriales le plantarán cara y harán valer la correlación de fuerzas en este órgano, que –creen– les beneficia. La decisión de actuar es prácticamente unánime. «O le echamos o desaparecemos», comenta un crítico. Pero, como siempre, la estrategia a seguir no está tan consensuada como implantada está la convicción de que con Sánchez al frente, el partido está destinado a la irrelevancia.

Con el escrutinio finalizado la situación de alerta era «máxima», definida como «Defcon 2» con cierta sorna por uno de los territorios alineados con dar un cambio de rumbo. Más aún cuando desde la dirección federal, a la que se solicitaba que «asumiera su responsabilidad» les llegaba cierta sensación de alivio, porque los resultados «no son tan malos como se esperaba». Un curioso diagnóstico, si tenemos en cuenta que las encuestas de Ferraz eran más optimistas que los malos augurios que se han cumplido. La gota que colmó el vaso para los críticos fue la comparecencia sin preguntas del secretario de Organización, César Luena, en Ferraz.

A pesar de lo apocalíptico de la situación, los barones serán cuidadosos en la forma de actuar. «Puede estar tranquilo Pedro, no le vamos a hacer un Tomás Gómez», destacaban a LA RAZÓN. Se refieren al golpe de mano con el que la dirección desarticuló la federación madrileña y descabalgó a su secretario general. Para estos sectores, la deriva de Sánchez es ya imparable. «Está cayendo en picado, todo lo que hagamos es complementario», comentan. En los sectores críticos más moderados, se defiende «pasar a la acción», pero siempre después de llevar a cabo un proceso de «reflexión y debate», que tendría su primera etapa en el Comité Federal del 1 de octubre. Este «paso al frente» de los críticos se demanda desde diversos sectores del partido que consideran que debe venir acompañado de un «paso atrás del secretario general». Esta actitud proactiva tendría como objetivo «reconstruir e integrar el partido» para asumir con garantías los nuevos retos a los que se enfrenta el PSOE. En estos sectores se considera que Sánchez ya no está legitimado para seguir al frente de unas siglas centenarias que ha «desprestigiado» hasta el extremo.

En un primer momento, para frenar el margen de maniobra de Sánchez ante una nueva catástrofe electoral, los dirigentes territoriales habían ideado una suerte de golpe de Estado, promoviendo la dimisión de la mitad más uno de la Ejecutiva para forzar así la salida de la dirección actual y pilotar, a través de una gestora, el proceso de gobernabilidad hacia una abstención al PP. El adelanto de la información por este diario generó un viraje en la estrategia de Sánchez que, desde entonces, ha apelado a las bases ante las «presiones» que –denuncia– sufre por los «poderes económicos y mediáticos» para que gobierne Rajoy. Un claro guiño interno para fortalecerse de cara a una futura consulta a la militancia que apuntale su hoja de ruta, entre los militantes el «no es no» es un auténtico dogma. El líder socialista necesitará a las bases para dar viabilidad a su operación de articular un «gobierno alternativo» ante la previsible oposición de los barones, que lo ven «inviable» con Podemos y Ciudadanos y una auténtica declaración de guerra si cuenta con el favor de los partidos de corte independentista.

En ese juego de estrategias y «maniobras» que han emprendido unos y otros, y que reconocían incluso desde el entorno del propio Sánchez para sobrevivir y no ser derrocado, se filtró la posibilidad de convocar el 39º Congreso del PSOE con un calendario a la medida del secretario general que cerraba las aspiraciones de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que tendría que renunciar a la Junta para medirse a Sánchez en unas primarias de resultado incierto, sin dejar atada su sucesión en el sur.

El PSOE andaluz «harto» de perder

La secretaria general del PSOE de Sevilla y presidenta del Comité Federal que se reunirá el 1 de octubre, Verónica Pérez, alzó la voz ayer en Twitter para criticar la deriva a la que la dirección socialista está llevando a la formación. «Harta de ‘‘resultados históricos’’ del partido al que quiero tanto, harta de volver a pulverizar nuestros peores resultados... ¿Y ahora qué?», señaló en un mensaje en la red social. Verónica Pérez es diputada en Andalucía y una voz autorizada del entorno de Susana Díaz, que demanda un cambio y que se pase a la acción para revertir esta situación adversa para el partido.