Cataluña

Mas y Junqueras pierden 11 escaños tras anunciar su «lista unitaria»

Mas y Junqueras pierden 11 escaños tras anunciar su «lista unitaria»
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Convergencia y ERC sumaban 67 escaños en enero, cuando aún concurrían por separado a las elecciones, frente a los 56 que lograrían hoy.

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Severo revés para aquellos que izan la estelada como única ideología a dos meses del 27-S. La lista unitaria conformada por Convergencia y Esquerra que finalmente concurrirá a las elecciones catalanas convocadas por Artur Mas el 27 de septiembre se quedaría lejos de conseguir la mayoría absoluta en el Parlamento catalán, condición que fija Mas para que la Generalitat declarase la independencia.

Juntos por el Sí, el nombre con el que el presidente catalán y Oriol Junqueras (ERC) han bautizado a la coalición independentista tras el acuerdo que rubricaron hace tan sólo una semana, lograría 56 escaños, quedándose a más de diez de la mayoría –fijada en 68 parlamentarios–, según el sondeo preelectoral realizado por NC Report para este periódico.

Los catalanes parecen no estar muy conformes con la unión de dos grupos que están en las antípodas ideológicas, ya que hace tan sólo medio año los sondeos arrojaban que la suma de parlamentarios que conseguirían en el caso de concurrir por separado sería de 67, con lo que se situaban conjuntamente a tan sólo un escaño de la mayoría absoluta.

El panorama que se dibuja en el Parlamento catalán es radicalmente diferente al saliente de las pasadas elecciones autonómicas que tuvieron lugar en 2012. La deriva soberanista y la irrupción de las nuevas formaciones conforman un hemiciclo muy fragmentado, lo que jugaría en contra de la estabilidad. Como en la actual legislatura, siete serían las fuerzas que tendrían grupo parlamentario, pero el arco autonómico tendría una diversidad de colores nunca antes vista, dejando atrás los tiempos en los que CiU revalidaba victorias de manera consecutiva.

Aunque la lista unitaria que aboga por la secesión sería la opción preferida por los catalanes, sólo el 54,5% de los que votaron el 25-N a Convergencia i Unió optaría ahora por votar a Mas y Junqueras. Hasta un total del 20,2% de su electorado se abstendría y un 10,8% votaría a Unió, una vez que la federación se escindió a mediados de junio tras 37 años.

Otro detalle importante es el origen de los más de 1.200.000 votantes de la lista unitaria. Ésta se nutriría principalmente de ex votantes de las dos grandes formaciones: un 49% provendrían de CiU y un 34,2% de Esquerra. Y en menor medida, la ruta soberanista también sería la opción preferida para una pequeña parte de los nuevos votantes y robaría votantes a la CUP, Iniciativa (ICV) y a los socialistas catalanes en un porcetanje menor –siempre por debajo del 5%–. Además, el 80,1% de los votantes de ERC se decantaría por esta opción.

Tras Juntos por el Sí aparecería como segunda fuerza Ciudadanos, que experimentaría un crecimiento más que considerable. La defensa de la unidad del Estado y el crecimiento de la formación naranja en el resto del territorio desde los comicios al Parlamento Europeo del pasado año –hasta entonces sólo concurrían en Cataluña– hacen que el partido liderado en la comunidad autónoma por Inés Arrimadas consiguiera triplicar sus resultados de tres años atrás y lograr 27 escaños; subiría más de seis puntos desde principios de año y se situaría con una intención de voto del 19,1%. Esto dejaría a Ciudadanos en una posición idónea para erigirse como bisagra de cara a posibles acuerdos postelectorales.

Por su parte, los resultados del PSC de Miquel Iceta serían similares a los del 25-N, quedándose como tercera fuerza con 17, con lo que se dejaría por el camino tres diputados. Y el color azul de los populares en el Parlament menguaría casi a la mitad. Alicia Sánchez-Camacho perdería cerca de 190.000 votos y pasaría de 19 a diez escaños. La fuga de su electorado se produciría principalmente por dos flancos: un 37% de sus votantes daría el salto a Ciudadanos y un 12% decidiría abstenerse.

Estas tres formaciones, PP, PSC y Ciudadanos, conformarían el bloque constitucionalista. La suma de los resultados de Ciudadanos, PSC y PP dejaría un empate técnico entre los votantes de la lista única propuesta por Mas y Junqueras como camino para conseguir la independencia (56 escaños) y aquellos que anhelan la unidad del territorio español (55).

También irrumpiría con fuerza Cataluña Sí se puede. Bajo este nombre concurren al 27-S en coalición Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y Podemos –el movimiento anticapitalista Procés Constituent rechazó el sábado la confluencia–, basándose en la estrategia seguida por la candidatura de unidad popular que logró acceder al Ayuntamiento de Barcelona en los comicios municipales de mayo. El paraguas de partidos de izquierda cosecharía casi medio millón de sufragios y entraría en la bancada del Parlamento autonómico como cuarta fuerza, con 16 escaños. Uno de cada dos votos de la alianza provendría del partido ecologista ICV. También captaría adeptos en los jóvenes que pueden votar por primera vez en estas elecciones –14,4%– y del PSC –11,3%–.

Las dos formaciones que cerrarían el arco parlamentario catalán serían Unió y la organización asamblearia CUP. Los democristianos amasarían más de 150.000 votos, lo que se vería representado en cinco escaños. Mientras, la Candidatura de Unidad Popular repetiría los resultados de 2012 y se quedaría con tres parlamentarios.

Los partidos catalanes tratarán de conquistar el voto absentista que predomina por encima del resto de partidos. Los más jóvenes son los menos convencidos a la hora de acudir a las urnas el 27-S y en estos comicios serán los que más apuesten por la abstención (48%).

Por su parte, la lista fusión de ERC y CiU que marca los pasos a la independencia es la preferida por un 28,4% de las personas de mediana edad (45 a los 64 años), seguidas de los más mayores, que también declinarían su voto (26,4%) por el separatismo. Ciudadanos no es nuevo en el tablero catalán y marca unas ráfagas de esperanza sobre todo para los de 33 a 44 años, que muestran su apoyo en un 15,6%. El PSC tiene su granero de votos en los mayores de 65 años, al igual que el PP. Cataluña Sí se puede tiene sus principales apoyos, al igual que el partido de Rivera, entre la franja de edad que va de los 33 a los 44 años. Informa C. S. Macías.