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Teniente General Alfredo Ramírez: «El Eurocuerpo debe convertirse en el Ejército europeo»

Mañana esta unidad relevará a España en la misión de Mali: «Me gustaría que siguiese la estela que deja nuestro país».

«Me gustaría ver crecer al Eurocuerpo, sobre todo en banderas»
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Mañana esta unidad relevará a España en la misión de Mali: «Me gustaría que siguiese la estela que deja nuestro país».

Desde el 25 de junio, un español está al frente del Eurocuerpo, una Fuerza militar multinacional, integrada por hasta 65.000 efectivos de Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo y España. Una unidad al servicio de la UE o de la OTAN que ya ha participado en operaciones como las de Bosnia o Afganistán y que el mañana recibirá el mando de la misión de entrenamiento de la UE en Mali de la mano del general Alfonso García-Vaquero. Este español es el teniente general Alfredo Ramírez, cuyo principal deseo es que este Eurocuerpo «crezca, sobre todo en banderas» y se convierta, de una vez, en un Ejército Europeo real, no en un embrión perenne.

–Usted ya ha pasado por otros puestos en el Eurocuerpo, pero, ¿qué supone ser su responsable?

–Es una satisfacción y un orgullo, pero además una gran responsabilidad. Primero, por lo sensibles que son hoy en día las alianzas internacionales en cualquier ámbito, y, segundo, por la envergadura, la diversidad y la complejidad que tiene esta gran unidad.

–¿Cuál va a ser su cometido?

–De manera inmediata tenemos nuestra participación en la misión de entrenamiento de la UE en Mali. Además y, casi de manera simultánea, vamos a iniciar la preparación para certificar al Eurocuerpo como Cuartel General con capacidad de generar un «Battle Group» al servicio de la Unión Europea para el segundo semestre de 2016.

–¿Qué sensaciones tiene?

–Es una sensación muy agradable. Por un lado, que a uno le den el mando del Eurocuerpo es muy bonito y estoy encantado, aunque tiene sus inconvenientes, porque trabajar en el ámbito multinacional es complicado. Pero estoy encantado de que coja un poco la bandera europea. El Eurocuerpo nació muy europeo, viró un poco hacia la OTAN y ahora está virando hacia Europa otra vez. Me gustaría que se fuese convirtiendo en la herramienta militar de la UE.

–¿Es difícil coordinar a efectivos de países tan diferentes?

–No voy a negar que sea una tarea delicada. Todos los militares en el Eurocuerpo tienen experiencia en el ambiente multinacional, con lo que tanto en sentido ascendente de la jerarquía, como en el descendente, la mentalización para trabajar en este entorno es absoluta. Esto facilita mi labor de coordinación, pero aun así, nunca pierdo de vista las particularidades de cada país.

–¿Hacia dónde va el Eurocuerpo? Porque se ha dicho cientos de veces que es el embrión de ese Ejército europeo que nunca llega.

–La decisión es política. Los países que integran el Eurocuerpo tienen un importante peso específico militar. Desde el punto de vista puramente profesional, los militares aquí destacados avanzamos continuamente en procedimientos y metodología para estar al máximo nivel. Ello permitiría que, si llegado el momento el consenso político lo aconsejara, tendríamos una buena base para la construcción del Ejército europeo. Apuesto porque así será a corto-medio plazo. Me gustaría que hubiese una clara decisión política de otras naciones para que creciese y se convirtiese en ese Ejercito europeo casi sin darnos cuenta. Poder decir que ya no es el embrión, sino un Ejercito desarrollado. Me gustaría verlo crecer, sobre todo en banderas, porque faltan actores importantes.

–Cada vez cobran más importancia tanto los adiestramientos como las operaciones conjuntas. Lo multinacional. ¿Es esa cooperación la base del éxito?

–Por supuesto. Ya llevamos muchos años en los que es imposible llevar a cabo cualquier acción de cierta envergadura en el mundo en solitario. Pero yo no lo vincularía al éxito, sino a la capacidad de ejecución. El mundo está tan interconectado, que necesariamente se tienen que llevar a cabo las operaciones combinadas con otros países.

–Eurocuerpo, Fuerzas de Reacción Rápida, Fuerzas de Muy Alta Disponibilidad, Battle groups, puntas de lanza... ¿Por qué tantas unidades diferenciadas?

–Uno de los conceptos que más se baraja hoy es la modularidad. Así como en el mundo comercial la tendencia va cada vez más orientada a la personalización de productos, en la gestión de conflictos ocurre algo parecido. La diversidad de los conflictos es tan amplia que para cada uno hay que generar un tipo de fuerza, tanto en tamaño, como en especialización, como en apoyos.

–¿Cuál será su tarea en Mali?

–Continuaremos con la instrucción del Ejército maliense para que en el menor plazo posible pueda servir como herramienta eficaz de su Gobierno para combatir las amenazas que pretenden desestabilizar el país. Haremos tanto entrenamiento como asesoramiento a más alto nivel, al Ministerio de Defensa. Es una misión importantísima, porque la formación es la base del éxito.

–Y reciben el testigo de España...

–El Eurocuerpo, al que pertenece España, relevará a España... Es lo que le da el valor y la fuerza. Estoy orgullosísimo de poder relevar a España. Han cumplido una misión muy bonita. Los problemas hoy en día los han de resolver los propios países y la misión ha estado muy bien llevada. Me gustaría que el Eurocuerpo siguiese la estela que ha dejado España.

–Esta misión, ¿está teniendo el éxito esperado?

–Hasta que no se le ceda el liderazgo de las operaciones al Ejército maliense, no se sabrá, pero estoy convencido que la preparación que están recibiendo sus militares permitirá al Gobierno de Mali disponer de un Ejército organizado, preparado y con buena capacitación.

–¿Cómo de importantes son estas misiones de formación?

–Creo que son básicas, como en cualquier empresa. Si el personal no está cualificado y organizado, no habrá consecución de objetivos. La formación es la clave del éxito.

-Llegan a África, todo un foco de nuevas amenazas. ¿Cree que la comunidad internacional comienza a valorar la importancia de la estabilidad en este continente?

–A raíz de todos los cambios que han experimentado los países del norte de África y las emergentes amenazas que surgen de la zona del Sahel, la concienciación es cada vez más patente. Aunque Europa es un ente único y dentro cada uno mira a su lado, yo creo que se han dado cuenta, sobre todo Francia, que esta muy mentalizada. Y nosotros igual.

–Ahora mismo, una de las principales amenazas es el terrorismo yihadista. ¿Cómo se le hace frente?

–En el momento actual creo que son vitales la información, la inteligencia y la colaboración entre países.

–¿Estamos bien protegidos?

–La protección absoluta no existe, pero sí podemos garantizar la preparación, el trabajo y el permanente estado de alerta de nuestros profesionales.