Violencia de género

Carmen Quintanilla: «Un maltratador nunca puede ser un referente para sus hijos»

La Razón
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–¿Qué valoración hace del Pacto de Estado contra la violencia de género?

–Cuando escuchaba que el acuerdo iba a salir, recordaba cómo hace 35 años fundé Afammer (Asociación de Familias y Mujeres del Mundo Rural). En ese momento iba por los pueblos de España intentando explicar qué era la violencia de género, pero nadie me entendía. En los pequeños municipios siempre se decía que había que aguantar, que tener paciencia, que los hombres eran así. Por eso, valoro como hecho histórico el acuerdo del Congreso en esta materia y que ha impulsado Rajoy, con lo que se demuestra que el PP sabe pactar. Se busca mandar un mensaje muy directo a la sociedad: el maltratador tiene que ser desterrado.

–De las 219 medidas, ¿cuáles considera más relevantes?

–Es importante poner en valor las ayudas que se van a prestar desde el ámbito judicial, educativo, social... Pero sin duda hay una especialmente importante: el papel que van a jugar los centros hospitalarios. Ellos van a poder detectar casos y asesorar a las mujeres para que den el paso. Se las considerará víctimas incluso antes de interponer la denuncia. Para las mujeres rurales también van a ser muy importantes las oficinas de farmacia, que también podrán detectar estos casos. A esto se suma el reconocimiento como víctimas de los niños, que podrán cobrar la pensión de horfandad desde el primer momento, se les incluirá en las valoraciones de riesgo... También, de forma especial, se habla de las mujeres con discapacidad y las inmigrantes. En definitiva, señala por primera vez a las mujeres más vulnerables.

–¿Cree que son suficientes?

–Sí. A través de este pacto se van a implantar una batería de reformas legislativas muy importantes. Como la elaboración de una ley contra la trata o intentar evitar los matrimonios forzados. También es importante la protección que se la va a dar a la víctima cuando esté en una situación muy vulnerable, como al interponer la denuncia o cuando el maltratador sale en libertad vigilada. Es importante decir que se debe cambiar una sociedad entera que es machista y patriarcal. Por eso es muy importante la educación en el respeto y en la tolerancia.

–¿Qué valor le da al diálogo que han mantenido los grupos?

–Se ha dado ejemplo. Es una forma de mandar un mensaje a la sociedad: somos capaces de ponernos de acuerdo. Después deben llegar el Pacto de Educación, el de Pensiones... Todos tenemos que renunciar a alguna parte de nuestra ideología.

–¿Qué opinión tiene del «caso Juana Rivas»?

–Un maltratador nunca puede ser un referente para sus hijos, con el nuevo pacto se va a prohibir la mediación y las visitas al padre a la cárcel. Puede que ella incumpliese el convenio de La Haya, pero el bienestar del menor debe prevalecer.

–¿Qué medidas ayudarán más a las mujeres rurales?

–El 59% de las mujeres que sufre violencia de género viven en una sociedad rural. Allí existe más silencio. El que se puedan detectar los casos en los centros de salud o en las farmacias es muy importante para romper cualquier conducta machista.