Galicia

Cinco teléfonos, la clave para resolver el «caso Diana»

La investigación. Los números con los que trabaja el equipo de la Guardia Civil ofrecen «perfiles distintos»

Diana Quer, la joven madrileña desaparecida en A Pobra (La Coruña)
Diana Quer, la joven madrileña desaparecida en A Pobra (La Coruña)larazon

Los números con los que trabaja el equipo de la Guardia Civil ofrecen «perfiles distintos»

El círculo sobre los sospechosos de tener relación con la desaparición de Diana Quer se va cerrando poco a poco, pero de una manera constante y metódica.

Los avances se deben a las pesquisas que el equipo de la Guardia Civil, formado por agentes de la Comandancia de La Coruña y de la Unidad Central Operativa (UCO), realiza sobre los «teléfonos coincidentes» con el de la joven madrileña cuando el Iphone que llevaba dejó de emitir a las 4:15 de la madrugada del 22 de agosto, al ser lanzado al mar.

Esos «teléfonos coincidentes» establecieron las mismas conexiones y a las mismas horas desde A Pobra de Caramiñal hasta el Viaducto de la Ría de Arousa, en la autovía AG-11, desde el que fue tirado a las aguas el citado iPhone.

Rumbos distintos

Después, siguieron rumbos distintos que han sido investigados hasta el último detalle.

En estos momentos, según fuentes de la investigación consultadas por LA RAZÓN, se trabaja ya sólo en cinco teléfonos, cuyos titulares ofrecen «perfiles variados», sobre los que no se deben dar más detalles, dado el secreto de las actuaciones dictado por el juez y para no entorpecer el trabajo de los agentes.

Existe el convencimiento de que entre esos cinco números está el que llevará a esclarecer las circunstancias de la desaparición de Diana.

La investigación, según las citadas fuentes, no ha terminado porque, tal y como adelantó este periódico, se comprueban las relaciones de los que aparecen como titulares de los teléfonos.

Se sospecha que, o bien de forma permanente o temporal, fueron utilizados por otras personas con las que, lógicamente, mantienen vínculos de parentesco o amistad.

Tráfico de drogas

Entre estos cinco posibles sospechosos podría haber alguno relacionado con el tráfico de drogas, por lo que no ha pasado inadvertida la operación, denominada «Prisma», que la Guardia Civil desarrolló días pasados en Rianxo contra este tipo de delincuencia y que se saldó con la detención de cuatro personas que han ingresado en prisión por orden de un juez de Padrón.

En principio, aseguran las fuentes consultadas, no hay relación directa entre ambos casos, pero sí puede existir alguna interconexión remota, de tipo accidental, aún por concretar.

La operación fue realizada por agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de La Coruña. Sin embargo, no se puede desmarcar por completo de la intensa presión que el Instituto Armado mantiene en la zona (cerca de Rianxo es donde se pierde la pista de Diana) para tratar de esclarecer la desaparición. A mayor presión más dificultad para los delincuentes, lo que siempre es bueno para la sociedad en su conjunto. La Guardia Civil, además de trabajar en un caso tan mediático como el de Diana, continúa con las investigaciones que debe realizar para combatir todo tipo de delitos. Otra cosa es que la mayor y más intensa presencia policial perjudique el «trabajo» de los narcotraficantes, que de eso se trata.

La operación «Prisma», fruto de un intenso trabajo, se habría realizado una vez reunidas las evidencias necesarias, existiera el caso de la desaparición de Diana o no, pero lo cierto es que se ha hecho ahora.

Precisamente, según se indicó al informar de la citada operación, la Guardia Civil había detectado un repunte del tráfico ilícito de drogas en la comarca del Barbanza. Con el fin de evitar que los detenidos continuaran con sus actividades ilícitas, se puso en marcha la operación, en la que se han incautado unas 2.500 dosis de cocaína y 13.000 euros en efectivo. También, útiles para la manipulación y envasado de la droga y varios vehículos.

Los arrestados se dedicaban a suministrar la cocaína a traficantes que trapicheaban (venta personal, a menor escala). Estos individuos constituyen un submundo en el que suelen estar al tanto de todo lo que ocurre en su zona de influencia. No es descartable, como una hipótesis más, que tengan alguna información sobre lo que le pudo ocurrir a Diana Quer o las personas que puedan estar implicadas, a las que en algún momento podrían haber vendido cocaína.

Chivatos

Al estar al otro lado de la ley y en un mundo como el de la droga, no se les ocurre acudir a las Fuerzas de Seguridad ante el temor de verse involucrados en delitos de mayor calado que los que suelen cometer. O por la simple razón de que alguien les detecte y les convierta en chivatos.

En la nota que la Guardia Civil hizo pública para dar cuenta de la operación se subrayaba que, a pesar de tratarse de investigaciones aparentemente menos complejas y de un carácter más local que las que tienen por objeto las fases previas del transporte de la droga desde los países productores, las medidas de seguridad y empleo de nuevas tecnologías por parte de quienes forman parte de estos escalones de distribución hace que su desarticulación requiera de un prolongado esfuerzo hasta su completa disolución.

Es decir, que el trabajo de campo de los agentes, la labor de un día tras otro, resulta fundamental; pero si se realiza, como ha ocurrido ahora, en una zona que se puede denominar «caliente», ya que se superpone a otra investigación (ambas son importantes) que requiere de un mayor despliegue de medios humanos y técnicos, lo cierto es que la labor de los narcotraficantes, a media y pequeña escala, se complica de forma extraordinaria.