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Por una ley estatal contra el sacrificio de animales de compañía

LA RAZÓN comienza una recogida de firmas que llevará al Congreso para intentar acabar con decenas de miles de muertes de perros y gatos al año en España. Existe un silencio administrativo sobre el número de sacrificios. Sólo Madrid y Cataluña lo han frenado, pero no es suficiente

Este es el formulario que debe rellenar en la contraportada
Este es el formulario que debe rellenar en la contraportadalarazon

LA RAZÓN ha comenzado una recogida de firmas que llevará al Congreso para intentar acabar con decenas de miles de muertes de perros y gatos al año en España. Si hoy no has podido conseguir el formulario, que se puede rellenar y enviar de forma gratuita, a partir de mañana estará disponible cada día en páginas interiores.

Decenas de miles de animales de compañía son sacrificados cada año en nuestro país por haber sido abandonados. El silencio administrativo sobre cuántos perros y gatos mueren a diario en las protectoras es más que llamativo. Ni desde el Ministerio de Agricultura, ni desde las comunidades autónomas consultadas (salvo una) se ha facilitado esa cifra. Tampoco se atreven a dar números desde protectoras, federaciones u organizaciones. Un dato público que ninguna administración quiere ver en un titular. Pero tapar esa realidad no hace que no exista. La única cifra que manejan incluso desde partidos defensores de los animales como Pacma es la de la Fundación Affinity: en 2015 se recogieron 137.000 perros y gatos abandonados y, según ellos, el 10% fueron sacrificados. Es decir, al menos 13.700 animales, a pesar de no tener una enfermedad mortal. Su único delito, haber sido abandonados por su «mejor amigo».

Aunque la realidad podría ser mucho mayor. Cataluña fue la primera en aprobar el sacrificio cero. Ignasi Rodríguez, jefe de la Sección de Protección de Animales de Compañía de la Subdirección General de Biodiversidad, es el único que se atreve a arrojar algo de luz y pone como ejemplo el 2005 cuando ingresaron en los centros catalanes 21.043 perros y 7.414 gatos. El 17% de esos animales se sacrificó». Y eso sólo ese año. Le preguntamos a Ignasi si el 10% le parece bajo, y aunque se muestra prudente, reconoce que a priori lo es, y mucho. De hecho, si se extrapolase ese dato a todo el país, cada año en España se han estado sacrificando entre 23.290 y 90.688 gatos y perros. (El primero resulta de aplicar ese 17% al dato de Affinity y el segundo de multiplicar los sacrificados en Cataluña por 16 autonomías).

Otro ejemplo que denota que el número es notoriamente superior es el facilitado por la Comunidad de Madrid, la segunda región en aprobar el sacrificio cero y que entró en vigor el pasado febrero. «Los centros en los que se sacrificaba el porcentaje era del 30-40%, aunque había otros en los que no se hacía», explica Jesús Carpintero, subdirector general de Recursos Agrarios de la Consejería de Medio Ambiente. De modo que la cifra aumentaría notoriamente. Máxime cuando en otras regiones como en Galicia, los expertos aseguran que la cifra supera las 3.000 muertes al año.

Una realidad vergonzosa en pleno siglo XXI. Y es que hoy, sólo dos comunidades prohíben el sacrificio de animales de compañía: Cataluña y Madrid. El Parlamento catalán aprobó el 26 de junio de 2003 una ley de protección de animales que prohibía el sacrificio de gatos y perros. Esta medida entró en vigor el 1 de enero de 2007, después de una moratoria para prepararse ante el volumen de animales recogidos. Desde entonces los abandonados ya no se debaten entre la adopción y la muerte. Aunque años atrás los medios recogieron las denuncias por parte de la Federación de Municipios de Cataluña y la Asociación Catalana de Municipios sobre los problemas de hacinamiento, desde 2003 se han ido abriendo centros. «Hay algunos en los que hay más animales por chenil aunque no en malas condiciones, y otros en los que no se produce», afirma Ignasi sin precisar datos, ya que próximamente van a presentar un estudio al respecto. Aunque adelanta que en Cataluña «no ha subido el número de perros que ingresan en lugares de recogida. De hecho, ha bajado un poco en comparación con hace 10 años». Y eso a pesar de prohibir el sacrificio. Se debe a que se ha mejorado la red de centros, que ya ascienden a 112 (antes de la crisis se subvencionó su apertura, desde 2008 ya no se hace), y se han fomentado la esterilización y la obligatoriedad de microchip vía subvención: entre 30 y 90 euros. Aunque siguen quedando factores por mejorar.

En el caso de la Comunidad de Madrid, para evitar el hacinamiento en perreras, se está «preparando un borrador en el que además de fomentar la adopción, se limitará el número de animales en tiendas a entre 8 y 12 como máximo, se reducirá el tiempo de estancia a dos meses y se fomentará la venta directa a criadores», avanzó a este periódico Carpintero, que recordó que aún queda el periodo de consultas, por lo que estos datos podrían verse modificados. Otra región que quiere sumarse es Galicia. «El anteproyecto de ley de Protección y Bienestar de los Animales de Compañía –aprobado este mes– prohíbe el sacrificio de animales acogidos en un centro, con independencia del tiempo transcurrido desde su entrada», explican desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación de Territorio de la Xunta, si bien no facilitaron la cifra de sacrificio actual de la región. Falta que se apruebe el proyecto de Ley para que Galicia sea la tercera comunidad autónoma en contar con el sacrificio cero. «Está previsto que se haga este año antes de junio. Lo que no sabemos aún es si va a haber alguna moratoria, que podría ir desde los 6 meses hasta los 12 o 18», explica Rubén Pérez Sueiras, coordinador de Libera! Galicia, asociación que reunió más de 75.000 firmas para reclamar el sacrificio cero en una región donde «cada año se sacrifican a unos 3.000 animales, en torno al 20% de los que se recogen». Rubén también considera que ese dato del 10% de la Fundación Affinity es muy bajo. Por el momento, el anteproyecto no incluye ninguna medida paralela para núcleos zoológicos, precisa, sólo que los particulares informen cuando tienen más de cinco animales para evitar el síndrome de Noé.

En España son necesarias 500.000 firmas para presentar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Aunque se trata de un buen método de presión, lo que «habría que impulsar es una Ley Marco para lograr el sacrificio cero en todas las comunidades», incide Ana Mula, que asesora legalmente a la Asociación Parlamentaria de Defensa de los Animales (Apdda), explica que «para que sea realidad ha de ir acompañado de medidas de prevención y de origen, empezando por controlar la cría indiscriminada y la venta de animales por internet». También es importante cumplir la obligación de identificar animales. Y es que, aunque ya se exige, en la práctica de los104.501 perros recogidos en 2015 en la vía pública, sólo el 24% llevaba microchip, según la Fundación Affinity. Mula incide en que es necesaria la esterilización (castracción) de animales en cualquier transacción.

La educación es otro pilar fundamental. Y en esto los números también ayudan. «Sale más caro a la administración sacrificar animales, que lo único que sirve es para prolongar el problema, que aplicar todas estas medidas de prevención», asegura Mula. Desde Justicia Animal y Fapam, Matilde Cubillo hace hincapié en la «necesidad de campañas de esterilización a precios más asequibles para evitar el abandono de camadas no deseadas. En la actualidad, esterilizar a una perra cuesta 300 euros y 200 a un gato. La gente paga operaciones a sus animales, pero al no ser por algo de vida o muerte los dueños lo acaban dejando». Segundo, fomentar la tendencia responsable mediante campañas en colegios, charlas en barrios, para que tengan información sobre lo que conlleva tener un animal. Tercero, fomentar las campañas de adopción, porque si no se seguirá comprando. Cuarto, dar tramitación a todas las denuncias sobre protección animal y que se haga un buen cumplimiento de la ley. En este sentido, Cubillo incide en «controlar las rehalas para evitar el hacinamiento en las perreras. Hay que perseguir y sancionar. Casi el 50% de los perros de albergues son de caza».

Opinión que contrasta con la del presidente de la Asociación de Veterinarios Avatma, José Enrique Zaldívar: «El 80% de los animales abandonados no son de raza». «Hemos pedido a las protectoras que nos faciliten los datos sobre cuántos les entregan o recogen para poder decir qué perro se abandona».

Otra opción podría ser subir el IVA a la venta de mascotas para fomentar la adopción, pero, según Cubillo, aunque esta medida podría hacer que se adoptase más, no solucionaría las altas tasas de abandono, por lo que no se solucionaría el problema. Zaldívar recuerda que «está muy bien que no exista el sacrificio de animales sanos o con enfermedades que tienen tratamiento, pero es necesario dotar de infraestructuras suficientes y de recursos económicos para evitar los hacinamientos». La clave es frenar las altas tasas de abandono, en las que España es líder europeo.

Respetando cada vida desde 2005

En el Centro Integral de Acogida de Animales (CIAAM) de Colmenar Viejo (Madrid) abren todos los días para promover la adopción. Desde su inauguración, en 2005, aseguran que «en este centro no se sacrifica. A excepción de los que, por su grave estado de salud, han tenido que poner fin a su vida: 33 perros desde hace 12 años», afirma Almudena Beltrán coordinadora del CIAAM. Recoge y acoge animales abandonados y gestiona su adopción tras el acuerdo con municipios de la región de menos de 5.000 habitantes. Tiene plaza para 250 perros y 100 gatos.

El formulario que debe rellenar en la contraportada del periódico en papel

LA RAZÓN arranca hoy su campaña de recogida de firmas para impulsar una ley nacional por el sacrificio cero de los animales de compañía. En la contraportada del periódico de hoy encontrarán un formulario que pueden rellenar y enviar de forma gratuita. A partir de mañana estará disponible cada día en páginas interiores. Además los lectores pueden enviar información que ayude a combatir el maltrato al correonomaltratoanimal@larazon.es. También pueden hacerlo a través de Twitter con los hashtag #nomaltratoanimal o #sacrificiocero.