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Cinco pruebas de que el «yo digital» es el «yo físico»

Un invento español comprueba la veracidad de una identidad mediante el reconocimiento facial, la geolocalización o una prueba de vida

Un ejemplo de reconocimiento facial
Un ejemplo de reconocimiento faciallarazon

Usted ya no es solo un “Yo físico”. Es también un “Yo digital”. Y cada vez más. Lo es cada vez que mueve dinero en internet, navega por las redes sociales o se va creando su personalidad online. Por eso es tan importante comprobar que ese “yo digital” y ese “yo físico” son la misma persona cuando se paga por el móvil o se hace una transferencia bancaria por internet.

¿Y cómo averiguarlo? ¿Cómo verificar la identidad real de un usuario? Hay muchas técnicas distintas para hacerlo, muchos atajos que nos pueden dar una respuesta más o menos certera pero que suelen tener alguna laguna por la que colarse los estafadores.

Ahora, un invento español promete haber dado con la fórmula para llevar a cabo, en apenas unos segundos, una comprobación “fiable” de que ambas identidades son la misma. Y lo hace con una tecnología que de forma simultánea valida el documento de identidad, hace una prueba de vida, geolocaliza al usuario mediante el terminal,verifica a través de redes sociales y buscadores la identidad real de un usuario y hace un reconocimiento facial mediante un “selfie”. Cinco caminos en uno solo.

La herramienta ha sido desarrollada por la empresa ICAR, con sede en Barcelona, y por FacePhi, con sede en Alicante, que se han unido para diseñar su aplicación “Me”, que será presentada en la próxima edición del Mobile World Congress de Barcelona.

Esta solución es la primera que utiliza de forma conjunta todos los medios tecnológicos al alcance de la seguridad en el alta de un nuevo cliente y su acceso, según destacan sus creadores, desde la biométrica hasta el análisis de los perfiles en redes sociales, pasando por la tecnología de visión por computador para la validación de los documentos de identidad.

El proceso de autenticación de la identidad comienza por un análisis de los elementos del propio documento de identidad: hologramas, tipografías, superposición irregular de fotografías y otros signos de que el documento pueda ser falso.

Igualmente, el usuario debe realizarse un selfie para que tenga lugar un liveness test o prueba de vida basada en movimientos faciales aleatorios, como por ejemplo el parpadeo. Al mismo tiempo, los rasgos faciales se analizan exhaustivamente a través de una aplicación de reconocimiento que identifica puntos biométricos de la fisonomía del usuario y los contrasta con la imagen del documento de identidad.

‘Me’ incorpora, en este campo, la tecnología de Reconocimiento Facial de FacePhi, por la cual el usuario es analizado mediante un simple selfie para la hora de acceder a su cuenta bancaria.

Asimismo, la tecnología ‘Me’ pone en marcha un rápido rastreo del mail y teléfono aportados por el cliente para el onboarding; primero comprueba su existencia (que estén realmente operativos) y luego se asegura por geolocalización de que todos los movimientos detectados en la red son lógicos y coherentes.

La tecnología incorpora también una funcionalidad de análisis de los perfiles de los usuarios en las redes sociales, permitiendo detectar parámetros anormales y advierte de esta posibilidad para evitar fraudes.

Finalmente, el acceso del usuario a su cuenta bancaria a través de la biometría por reconocimiento facial garantiza una alta seguridad, ya que incorpora un filtro de vivacidad donde la tecnología es capaz de distinguir entre una fotografía y la persona que está delante del dispositivo previniendo el fraude bancario y la usurpación de identidad.

El fraude de identidad supone para las entidades financieras la pérdida de entre el 1 y el 4% de su facturación, principalmente en la apertura de cuentas, en la solicitud de créditos, en la financiación de bienes de consumo o en la contratación de servicios.