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El Atlético firma otra hazaña

Antoine Griezmann celebra junto a Torres el gol marcado ante el Bayern.
Antoine Griezmann celebra junto a Torres el gol marcado ante el Bayern.larazon

Dos momentos determinantes, un penalti parado por el esloveno Jan Oblak y una contra culminada por el francés Antoine Griezmann, lanzaron a un irreductible Atlético de Madrid a la final de la Liga de Campeones, con su reacción en el segundo tiempo, con sufrimiento y con una derrota válida (2-1).

Pep y Simeone se volvieron a calzar los guantes. El segundo asalto, el definitivo para estar en Milán, no se diferenció mucho del primero. El césped estaba más corto y más húmedo, los protagonistas eran casi los mismos –excepto Boateng, Müller, Ribéry y Godín– y los estilos tampoco iban a cambiar en siete días. Toque, precisión y fútbol de ataque –como le gusta a Xavi Hernández– frente a intensidad, trabajo colectivo y contragolpe. Las cartas, pues, boca arriba sobre el tapete del Allianz y un turco, Çakir, para poner paz por si los soldados se desmadraban en el fragor de la batalla. Una batalla que ganó el Atlético tras un ejercicio de sufrimiento extremo y merced a un gol de Griezmman que fue decisivo en el devenir del partido.

La apuesta de Guardiola sobre el papel sonó a ataque total. No le quedaba otra, aunque el recuerdo del repaso que le dio el Madrid, hizo que el Bayern saliese algo más pausado, más tranquilo y sin acelerarse en su juego ofensivo. Elaborar un poco más y abrir el campo para que Douglas Costa y Ribéry, la mayoría de las veces a pierna cambiada, dejaran espacios y amplitud para que Lewandowski y Müller encontrasen resquicios para el remate entre Giménez, Godín y Augusto, los encargados de cerrar por el centro y proteger a Oblak.

No hubo sorpresas. El Bayern tuvo el balón desde el primer segundo y buscó el gol. Por la derecha, por la izquierda y desde el centro. Vidal y Xabi probaban desde fuera del área. Lewandowski y Müller por dentro y con desmarques. Pep lo tenía todo planeado y el Atlético se atrincheraba en su campo. Muy retrasados los centrocampistas y sin opciones para que Griezmann y Torres tuvieran ocasión de plantarse ante Neuer. Augusto, Gabi y Saúl achicaban, tapaban huecos, pero eran incapaces de dar dos pases seguidos, de construir una jugada, de elaborar con criterio.

Juanfran sufría con Rybéry y en una acción del francés llegó el balón a Alaba. Augusto le derribó en la frontal. Falta clara que sirvió para que Xabi Alonso abriese el marcador. El balón rozó en Giménez y Oblak se quedó sin poder de reacción. Se igualaba la eliminatoria. Y llegaba lo peor.

En pleno acoso bávaro, con el equipo rojiblancio desdibujado, llegó el penalti de Giménez a Javi Martínez. Se fue Müller a los once metros y cuando se esperaba el segundo, apareció Oblak, el gran héroe de la noche muniquesa, para adivinarle la intención y bajarle los humos a Pep. de aquí al final del primer tiempo fue el Bayern el dueño del balón, el que llegó, pero no concretó. Para el Atlético era un ejercicio de supervivencia ante un rival superior, que insistía con su juego de ataque, que no se desmoronaba y que se fue al descanso convencido de que todo iba a cambiar.

Y cambió porque Simeone se la jugó con Carrasco. Se fue Augusto, el dibjuo táctico fue otro. Se pasó al 4-3-3 y el equipo se mostró más compacto. El juego se elaboraba mejor, las jugadas aparecían más limpias y así llegó el empate. Torres le metió un balón a Griezmann, rozando el fuera de juego. Avanzó el francés con velocidad y sin oposicón para batir con la izquierda a Neuer.

El partido tomaba otros derroteros. Sin embargo, el Bayern insistió. Xabi Alonso ejercía de cerebro, Vidal lo probaba todo, lo mismo que Ribéry y Lewandowski. El equipo bávaro es muy pesado y no cejó en su empeño. Y un centro de Alaba lo cabeceó Vidal y lo mandó Lewandowski a la red. Al Bayern le faltaba un gol y al Atlético un poco más de tranquilidad. Hasta que Javi Martínez derribó aTorres fuera del área en primera instancia. El árbitro decretó la pena máxima y «El Niño» se la mandó al cuerpo de Neuer. Pudo ser la puntilla y no lo fue por lo que se dio paso al acoso y derribo definitivo del Bayern en busca de la clasificación.

Llegadas, disparos, balones aéreos y un inmenso Oblak para resolver los problemas que no le resolvían Godín, espectacular el uruguayo, y Giménez. La clasificación estaba en un alambre porque el Bayern no bajó los brazos y hasta el último segundo puso cerco a la meta rojiblanca. No llegó el tercero y lo que llegó fue la fiesta rojiblanca. El Atlético firmaba otra hazaña, se quitaba la maldición del Bayern.

- Ficha técnica:

2 - Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Javi Martínez, Boateng, Alaba; Xabi Alonso, Vidal; Douglas Costa (Coman, m. 73), Müller, Ribery; y Lewandowski.

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Augusto (Carrasco, m. 46), Koke (Savic, m. 93); Griezmann (Thomas, m. 82) y Fernando Torres.

Goles: 1-0, m. 31: Xabi Alonso, de falta directa desviada por Giménez. 1-1, m. 53: Griezmann culmina una pared con Torres. 2-1, m.74: Lewandowski, de cabeza a pase de Vidal.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó al visitante Giménez (m. 33).

Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Allianz Arena de Múnich ante unos 75.000 espectadores, 2.800 de ellos seguidores del Atlético de Madrid.

Iñaki Dufour/Efe