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Bankia dispara su beneficio un 83% y se protege ante posibles demandas

El grupo BFA destina 780 millones a cubrir indemnizaciones por la salida a bolsa

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri
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Bankia, la entidad que tuvo que ser rescatada por el Estado por sus graves problemas económicos, resurge con fuerza. En 2014, otro año convulso por el estallido del escándalo de las «tarjetas black», el banco obtuvo un beneficio neto atribuido de 747 millones de euros, lo que representa un 83,3% más que el registrado en 2013, el ejercicio que marcó el punto de inflexión en sus cuentas. Hace dos años, el beneficio fue de 611 millones, pero la cantidad se redujo hasta los 408 millones por unas cargas realizadas con posterioridad.

La mejora del pasado año se ha producido pese a consignarse una provisión extraordinaria de 312 millones de euros destinada a sufragar indemnizaciones ante las posibles demandas civiles que interpondrán los inversores minoristas por la polémica salida a bolsa. Según informó ayer la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y luego corroboró en Madrid durante la presentación anual de resultados, el grupo BFA, la matriz en la que se encuadra Bankia, obtuvo un beneficio neto en 2014 de 418 millones de euros. En total, tanto BFA como Bankia han efectuado con cargo a las cuentas del pasado año una provisión global extraordinaria para cubrir eventuales demandas de 780 millones de euros. Descontando la parte de dicha provisión que le afecta, Bankia habría ganado el pasado año 966 millones de euros, cifra que supera con creces las previsiones más optimistas que habían efectuado los analistas y la propia entidad. El grupo BFA, por su parte, habría obtenido un beneficio de 1.104 millones de euros.

La sorprendente mejora de los beneficios en un entorno de contracción de la actividad financiera motivada por la crisis y de celo europeo a la hora de blindar el capital principal de las entidades no ha impedido a Bankia lanzar por primera vez en su historia una política de dividendo. Tal y como adelantó la entidad el pasado viernes, el grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri ha consignado para tal fin 202 millones de euros. Como quiera que BFA es accionista de Bankia (controla el 62,67%), el grupo propiedad del Fondo de Reestructuración Ordenada Bankaria (FROB) y, por ende, del Estado, percibirá por este concepto 126 millones de euros.

Como ya ha informado este periódico, el banco ha apurado al máximo la presentación de resultados marcado legalmente para las empresas cotizadas en espera de que el Estado determinara el reparto de responsabilidades a la hora de afrontar las posibles demandas de los accionistas, circunstancia que se produjo el viernes.

Finalmente, Bankia asumirá un 40% y BFA el otro 60%, en línea con lo postulado por el ministro de Economía, Luis de Guindos, frente a la postura de otros miembros del Gobierno. En este sentido, Goirigolzarri afirmó ayer que la provisión total de 780 millones para resarcir a los accionistas es una cuantía «muy rigurosa y muy conservadora: es una solución equilibrada y positiva para todas las partes».

Por su parte, el consejero delegado, José Sevilla, precisó que el umbral con el que se trabajó era de entre 500 y 800 millones de euros, y que al final se apostó por «la parte alta del rango para evitar que haya incertidumbres sobre el futuro». Goirigolzarri ahondó en que la forma de repartir esta contingencia «es un tema complejo con muchas aristas». Según dijo, podría haber tenido un impacto negativo en la acción de Bankia, «lo que habría complicado la privatización y reducido la capacidad de devolución de las ayudas». La entidad precisó que no espera que los inversores institucionales que adquirieron acciones se sumen a la demanda, a pesar de que uno de ellos, Antonio Huertas, el presidente de Mapfre, apuntó que la aseguradora sopesaba presentarla.

¿Y en lo que atañe a las cuentas, qué es lo que las ha impulsado en 2014? Sevilla destacó puntos como «la fortaleza comercial» y la confianza recobrada de los clientes, que aumentaron sus fondos depositados en el banco en más de 7.200 millones de euros. Bankia, además, redujo la morosidad en cerca de 3.500 millones y logró rebajar la mora hasta el 12,86%, su nivel más bajo en dos años. En 2013, la morosidad alcanzaba el 14,65%. En total, el saldo de activos dudoso se ha reducido hasta los 16.547 millones. La entidad financiera ha mejorado también los ingresos por comisiones un 1,3% y el margen logrado por los intereses un 14%.

Bankia también incrementó su eficiencia por la vía de la reducción de gastos, y ha elevado su nivel de solvencia hasta el 10,60%, cumpliendo así las exigencias marcadas por el regulador.

«Es falaz contraponer el interés del contribuyente con el nuestro»

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, quiso aprovechar ayer la presentación de resultados para lanzar algunos dardos envenenados. Al dar cuenta del reparto de las posibles indemnizaciones entre BFA y Bankia, recordó que por cada diez céntimos que avanza la acción de bankia, su valor aumenta en 1.151 millones y esto supone 714 millones más para el contribuyente por la participación del Estado en la entidad. Ésta es la tesis que defendía De Guindos y que finalmente se impuso, ya que, de acuerdo con la opinión del ministro y del propio Goirigolzarri, cargar a Bankia con toda la responsabilidad y eximir a BFA, en propiedad del Estado, habría deteriorado las cuentas de la primera y su valor en bolsa. Minutos antes, el banquero afeó a todos aquellos que «no tienen interés por el bien común y no se alegren de que a Bankia le vaya bien y valga más en bolsa». En este sentido, remarcó que «contraponer el interés de los contribuyentes y de Bankia es falaz». No obstante, precisó que nunca ha pensado en dimitir y que ha trabajado cómodamente con las instituciones. Goirigolzarri también tuvo palabras sobre las «tarjetas black» y lamentó que la imagen de la entidad se haya visto salpicada por actuaciones del pasado, de la etapa de Caja Madrid. «No dudamos del camino a seguir: profesionalidad y transparencia», dijo.