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Bayona, menudo monstruo

El Festival de San Sebastián proyecta, fuera de concurso, la excelente nueva película del director de «Lo imposible»

La actriz Sigourney Weaver, que recoge el Premio Donostia por el conjunto de su trayectoria en el fesival de cine de San Sebastián, durante la rueda de prensa tras la presentación, fuera de concurso, de la película de Juan Antonio Bayona (d), "Un monstruo viene a verme"
La actriz Sigourney Weaver, que recoge el Premio Donostia por el conjunto de su trayectoria en el fesival de cine de San Sebastián, durante la rueda de prensa tras la presentación, fuera de concurso, de la película de Juan Antonio Bayona (d), "Un monstruo viene a verme"larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

El Festival de San Sebastián proyecta, fuera de concurso, la excelente nueva película del director de «Lo imposible»

En la película de J. A. Bayona, “Un monstruo viene a verme”, el monstruo gigantesco es de naturaleza arbórea y tiene la voz de Liam Neeson. Los efectos especiales resultan magníficos, como suele ser marca del director. Una historia hermosa y una excelente película fuera de concurso. No se puede adelantar ni un solo detalle porque merece ser vista en pantalla grande. Lo único que no queda claro es la política de este festival, ya que esta cinta, que protagoniza secundariamenteSigourney Weaver en el papel de la despiadada abuela del niño, aunque al final demuestra tener un gran corazón, está incluido en la programación por el premio de honor que recibe hoy la actriz. Es lo mismo que sucedía días atrás con ”Los siete magníficos”, cuya proyección justificaba el otorgado a Ethan Hawke. Hubiera sido más bonito, pongo por ejemplo, ver una copia restaurada de “Alien” y con Ridley Scott entregando el premio.

A competición, “Jesús”, escrita y dirigida por Fernando Guzzoni, quien evidencia que aún le falata mucho camino por recorrer para conocer ambos oficios. ¿Cómo es posible que Francia, Chile, Alemania, Grecia y Colombia se pongan de acuerdo para producir semejante trabajo? Está rodada en primeros planos, sin que acertemos a saber dónde están los personajes, y con muchas escenas nocturnas donde apenas se logra ver nada. Es la primera película en la que, a la media hora de proyección, los espectadores comienzan a abandonar la sala. Y quienes se fueron se perdieron lo que quedaba, todavía más grotesco. Cuenta con una secuencia que roza lo pornográfico. El sinsentido lo alcanza con la incorporación del padre de Jesús. Abolsutamente prescindible.