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Descubren los mejores candidatos para albergar vida fuera del Sistema Solar

Tres planetas que orbitan una estrella enana a sólo 40 años luz de la Tierra

Descubren los mejores candidatos para albergar vida fuera del Sistema Solar
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Un grupo internacional de científicos ha descubierto tres planetas de tamaños y temperaturas similares a la Tierra y que orbitan alrededor de una estrella enana ultrafría a tan solo 40 años luz de la Tierra.

No sabemos si existe vida fuera de la Tierra. Científicamente puede ser tan correcto pensar que somos el único planeta habitado del Universo entero como creer que debe haber algún otro mundo lleno de seres vivos campando a sus anchas. Ambas ideas sólo pueden sostenerse, a día de hoy, por la especulación. Porque carecemos de evidencias suficientes que demuestren la certeza de una o de otra.

Pero si existe vida alienígena, lo que está claro es que debe habitar un mundo parecido al que acaba de aparecer en escena gracias al hallazgo anunciado ayer por la revista «Nature». Por primera vez en la historia, un equipo internacional de científicos de la Universidad de Lieja en Bélgica y del Massachussets Institute of Technology han detectado tres planetas que orbitan una estrella enana ultrafría que se encuentra sólo a 40 años luz de distancia de la Tierra. El tamaño y la temperatura de estos planetas es muy similar a los de Venus o de nuestro planeta mismo, lo que les convierte en los mejores candidatos para albergar vida de todos los planetas jamás hallados fuera de nuestro sistema solar.

Los científicos han descubierto estos nuevos mundos utilizando el telescopio TRAPPIST (Telescopio de Observacion de Planetas y Planetesimales en Tránsito), que cuenta con una luz de 60 centímetros y está instalado en Chile. El aparato se diseñó para apuntar a 60 estrellas enanas cercanas al Sol. Se trata de astros tan diminutos como fríos, que emiten una luz tan débil que no puede ser detectada por telescopios ópticos convencionales.

El TRAPPIST analiza la luz infrarroja procedente de esas estrellas en busca de algunas perturbaciones que puedan sugerir la presencia de planetas cercanos.

Un planeta del tamaño de la Tierra o de Venus a 40 años luz de nosotros resulta de todo punto invisible, su observación directa es imposible. Pero cada vez que orbita alrededor de su sol deja una pequeña huella en la radiación que éste emite. Es como si un mosquito girando alrededor de una bombilla dejara una diminuta sombra en la pared del fondo de la estancia. Los astrónomos buscan este tipo de perturbaciones en la emisión de infrarrojo de las estrellas lejanas.

En este caso, observaron lo que ocurría en las proximidades de la estrella 2MASS J23062928-0502285. Un larguísimo nombre con el que se etiquetó a una estrella del tamaño de Júpiter, es decir, una octava parte del tamaño de nuestro Sol, y que es significativamente más fría que éste. Durante meses, los científicos observaron que periódicamente la señal de infrarrojo procedente de ella decaía de manera muy leve. Aquel dato sugirió que algún objeto pequeño estaba pasando en ciclos regulares por delante de ella: ¿la órbita de un planeta?

Posteriores observaciones sirvieron para demostrar que, efectivamente, los causantes de aquellas interferencias eran planetas de un tamaño parecido al nuestro. Dos de ellos están muy cerca de su estrella. De hecho, sólo tardan 1,5 y 2,4 días, respectivamente, en cumplir un giro completo (su año es de sólo un par de días). Sin embargo, como la estrella es tan pequeña, a pesar de hallarse tan cerca, reciben sólo el doble de radiación de la que recibimos nosotros del Sol. El tercer planeta en cuestión orbita cada 73 días y recibe menos radiación que la Tierra.

Dada su distancia al astro de referencia y la radiación que reciben, los tres planetas deben gozar de una temperatura menor de 400 grados Kelvin (unos 126 grados centígrados). Es decir, están dentro de lo que se considera una temperatura apropiada para que haya agua líquida y vida.

Los expertos creen que pronto podrán descubrir nuevos datos sobre la atmósfera y la composición de los tres candidatos y definir mejor las expectativas de que pudieran ser mundos habitables.