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«Igor, el ruso» planeaba seguir matando con las armas de los guardias

El presunto asesino de los dos guardias civiles y un vecino de Teruel declarará por videoconferencia el domingo

Imagen policial de Igor Vlacavic
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El presunto asesino de los dos guardias civiles y un vecino de Teruel fue detenido con las dos pistolas de los guardias civiles sobre el pecho. Declarará este domingo por videoconferencia.

Norbert Feher, alias «Igor el ruso», ex militar y presunto asesino de dos guardias civiles y de un ganadero en Teruel, comparecerá por videoconferencia este domingo ante la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela. La sesión será a las 10:30 horas. Tiene al menos tres identidades: serbia, italiana y croata y se trata de un experto en el manejo de armas de fuego, tiro con arco y en artes marciales. Fue identificado por la Guardia Civil por sus huellas. Tiene 36 años, nació al norte de Serbia, domina cinco idiomas y hasta ayer era uno de los fugitivos más buscados por Interpol. Vivía como un lobo solitario en la comarca turolense. De hecho, el fugitivo llevaba meses sembrando el pánico en Albalate y Andorra. Muchos vecinos se quejaban del robo de mantas y comida en sus casas. De hecho, se había dedicado últimamente a reventar cerraduras.

Feher huyó de Serbia tras cometer un robo y una agresión sexual. En 2006 llegó a Italia, donde pasó ocho años en la cárcel por varios delitos. Después de salir cometió al menos dos homicidios. Desde entonces se había convertido en el hombre de las mil caras tratando de huir de la Policía.

En España, el pasado 5 de diciembre tiroteó a un hombre de 70 años que acudió a su finca acompañado de un cerrajero porque no podía abrirla. Cuando se vio sorprendido por los dos hombres la emprendió a tiros. Lograron sobrevivir.

El jueves, el habitante de una masía avisa a la Guardia Civil porque oye unos disparos en una zona situada entre las localidades turolenses de Albalate del Arzobispo y Andorra. Inmediatamente, salen del puesto de Alcañiz dos patrullas de la Guardia Civil que se dirigen al lugar. En el camino, observan aparcada al borde del camino una furgoneta «pick up» Mitshubisi, de color verde, y deciden que los integrantes de una de las patrullas se queden en el lugar (formada por los guardias civiles asesinados). La otra se dirigió hacia donde supuestamente se habían oído los disparos. Pero, cuando llegaron los agentes, no observaron nada, así que decidieron regresar con sus compañeros. Su sorpresa fue mayúscula cuando se encontraron tendidos en el camino los cadáveres de los dos guardias civiles, a los que les han arrebatado las armas. El vehículo todo terreno también había desaparecido. Luego resultó ser propiedad de José Luis Iranzo, el vecino de Andorra también fallecido, descendiente de José Iranzo, uno de los cantantes de jota más reconocidos internacionalmente.

Los agentes procedieron de inmediato a hacer una inspección del lugar para tratar de localizar al autor del crimen y fue entonces cuando se encontraron en una caseta el cadáver de Iranzo. Fuentes consultadas por LA RAZÓN señalan que «Igor el ruso» pudo matar al vecino de Andorra para robarle la furgoneta y con posterioridad a los agentes de la Benemérita, a los que sorprendió y mató, pese a que llevaban puestos chalecos anti balas.

El día en que tiroteó a los dos vecinos de la masía el 5 de diciembre e hirió al propietario y a un cerrajero, iba vestido con prendas militares. Sin embargo, en el momento de la detención, llevaba vestimenta de paisano (vaqueros y prendas de abrigo). La Guardia Civil organiza a partir de ese momento una operación cerco en la que participan, además de fuerzas de la Comandancia de Teruel, una compañía del GAR que se ha desplazado desde Barcelona, otra de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) de Zaragoza; la Unidad Especial de Intervención (UEI), desde Valdemoro (Madrid) y personal de Guadalajara y Castellón.

Una patrulla de esta última provincia (el serbio había huido hacia el Maestrazgo) localiza la furgoneta «pick up» volcada. Pasa de largo, por si se trata de una trampa. Vuelve. En ese momento observa al serbio tendido en el suelo, dormido o sin sentido, como consecuencia del siniestro y procede a su detención. No se le aprecian lesiones graves.

Tenía las dos pistolas de los guardias civiles sobre el pecho, por si tenía que echar mano de ellas con toda rapidez. Las fuentes consultadas no dudan de que, si hubiera podido seguir su camino, hubiera causado más muertes ya que se trata de un individuo de gatillo fácil.

Inmediatamente, se personan fuerzas del GAR que se hacen cargo del detenido y le trasladan a los calabozos de la Comandancia de Teruel, donde no ha mostrado ninguna voluntad de colaborar con los agentes y, de momento, se niega a declarar.

Norbert Feher llevaba en paradero desconocido desde abril de 2017, cuando mató al dueño de un estanco en la localidad italiana de Budrio, de ahí que también le llamaran «Rambo de Budrio». En esa localidad italiana también asesinó a Davide Fabri, un camarero. Además se le atribuye el asesinato de Valerio Verri, un guardia forestal, en la localidad de Portomaggiore, según ha informado el diario «Il Corriere della Sera». Por eso el ministro del Interior, Marco Minnitu, ayer trasladó su agradecimiento a las autoridades españolas y al cuerpo de Carabinieri y mostró su solidaridad con las familias de las víctimas de los crímenes de Feher.