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El capitán de la Guardia Civil imputado por el Tarajal defiende la actuación de los agentes

El Capitán Jefe de la Unidad de la Compañía Rural de Seguridad de Ceuta imputado en la investigación por la tragedia de 'El Tarajal', ha defendido este martes ante la jueza la actuación de los agentes en aquella el 6 de febrero de 2014, ha asegurado que se cumplió el protocolo cuando se devolvió a Marruecos a los 23 inmigrantes que consiguieron alcanzar suelo español y ha ratificado su declaración inicial en cuanto a su participación en el suceso. Se trata del primero de los 16 guardias civiles imputados en el Juzgado de Instrucción número 6 de la ciudad autónoma, donde se investiga la posible relación causa efecto entre la actuación de los agentes, que dispararon botes de humo y pelotas de goma para disuadir a los inmigrantes de seguir nadando hacia España, y el fallecimiento de cinco de las 15 personas que perecieron en el intento, aquellos cuyos cuerpos fueron rescatados en aguas españolas.

Según han informado a Europa Press en fuentes conocedoras del proceso, el capitán ha comparecido en el juzgado a las 9 de la manaña, como estaba previsto, acompañado de su abogado particular. Se ha negado a responder a las preguntas de la acusación popular, ejercida entre otras ONG por la Coordinadora de Barrios y CEAR, y se ha limitado a responder a las que formulaban su letrado, el fiscal y la jueza, Maria del Carmen Serván.

Tras varias horas de comparecencia, un fallo técnico -no se ha grabado nada de lo que ha explicado en el juzgado ha invalidado su testimonio, así que la jueza se ha visto obligada a convocarle para repetir su declaración por la tarde, retrasando así el horario previsto para una jornada en la que otros tres de los 16 agentes imputados debían ofrecer su testimonio. Estos, no obstante, no llegarán a hacerlo porque se han acogido a su derecho a no declarar.

Las mismas fuentes explican que, a preguntas de su abogado, el capitán ha ido repitiendo cuanto dijo en su primera declaración ante la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Ceuta, que a petición de la magistrada recabó en un informe la versión de todos los agentes y mandos involucrados en el operativo de aquel 6 de febrero. De esos testimonios se sirvió la magistrada para dictar las imputaciones.

Así, ha contado que al llegar al espigón de El Tarajal, ya se escuchaban detonaciones. Se dirigió a la punta del mismo, cogió la bocacha (fusil con adaptador para pelotas de goma) de un agente y disparó con ella varias pelotas de goma para mostrar que el oficial al mando se involucraba en la contención de los inmigrantes y dar ejemplo al resto de guardias civiles sobre el uso de los medios antidisturbios.

Siempre según estas fuentes, en su declaración, el Capitán ha asumido toda la responsabilidad del dispositivo de aquella mañana, ha asegurado que se cumplieron los protocolos y que se informó a quien estaba al mando. En este contexto, ha defendido el uso que se hizo del material antidisturbios y que en ningún caso tenía por objeto impactar contra las personas, sino disuadirles en su avance.

Sobre la devolución en caliente a Marruecos de los 23 inmigrantes que consiguieron alcanzar la playa de El Tarajal, el capitán ha repetido lo que dijo a la Policía Judicial: que fue él quien gestionó la entrega con las fuerzas marroquíes a través de una puerta de la valla y que lo hizo al amparo del protocolo de fronteras, por el que se entiende que los migrantes no han llegado a entrar en España al no haber rebasado a la guardia civil, de modo que no es una devolución sumaria, sino un rechazo.

Este viernes pasarán por el juzgado otros dos guardias civiles, el teniente, que presta servicio en los GRS (antidisturbios) de Sevilla que apoyaban en Ceuta aquel mes de febrero, y el sargento que estaba bajo sus órdenes en El Tarajal y que, según declaró, transmitió a los demás la instrucción de tener "certeza absoluta"de que los medios lanzados "impactaran a una distancia segura"de los inmigrantes.

El teniente ordenó el despliegue de los agentes de los GRS en la playa y dio "indicaciones"sobre el lanzamiento de pelotas de goma y botes de humo. Declaró que se disparó "guardando siempre una distancia prudencial entre el impacto de la pelota en el agua y el nadador"y en "todos"los casos, "conforme a la doctrina".

"Si bien en la misma se recoge la distancia de 25 metros, esta distancia es referida a la distancia mínima a la que se debe lanzar cuando en tiro tenso se pretende alcanzar algún objetivo. En el caso que nos ocupa, la intención no era de alcanzar a ninguna persona, sino (...) canalizar a las personas que se encontraban nadando en el agua, siendo estos los únicos medios de canalización disponibles", dijo este teniente en su primera declaración.

La siguientes tandas de declaraciones tendrán lugar los días 10 y 11 de marzo, cuando acudirán ante el juez los ocho agentes de la guardia civil restantes.