Videos

Van der Bellen frena por la mínima a la ultraderecha

El presidente electo de Austria promete que luchará para reconciliar a un país partido en dos

El recién elegido presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ayer, tras su encuentro con la Prensa, en Viena
El recién elegido presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ayer, tras su encuentro con la Prensa, en Vienalarazon

El progresista Alexander Van der Bellen ha ganado las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Austria con el 50,3 % de los votos, según anunció hoy el ministro del Interior, Wolfgang Sobotka

Europa puede respirar tranquila. Por un estrecho margen, los austriacos se decantaron por el europeísta Alexander Van der Bellen frente al ultraderechista Norbert Hofer. El candidato ecologista se impuso por sólo 31.026 votos a su rival del Partido Liberal (FPÖ) tras contabilizarse ayer los 750.000 votos por correo. El esperado desenlace electoral dibuja por tanto un país dividido a la mitad entre los partidarios de Van der Bellen (50,3%) y de Hofer (49,7%). Mientras que las grandes ciudades, las mujeres y los austriacos con mayor formación apostaron por el candidato de la izquierda, el campo, los hombres y las personas con menor nivel educativo lo hicieron por el populista de derechas.

Antes de conocerse el resultado oficial, Hofer, que ganó la primera vuelta con el 35% y encabezaba el domingo el escrutinio provisional con una ventaja de 144.006 votos, reconoció en Facebook su derrota. «Por supuesto que hoy estoy triste. Me habría encantado haber podido velar por nuestro maravilloso país como presidente», indicó. Con la vista ya puesta en las elecciones federales de 2018, el candidato ultranacionalista trató de animar a sus seguidores: «Por favor, no os desalentéis. La movilización para esta campaña no se ha perdido, sino que es una inversión para el futuro». Y es que el lunes fue una jornada agridulce para el FPÖ. La derecha xenófoba y antieuropea mostró su fuerza electoral al quedar a un paso del Palacio de Hofburg, pero fracasó en su estrategia de convertir a Austria en el primer país europeo con un presidente ultra desde el final de la II Guerra Mundial.

En opinión de Christian Rainer, director de «Profil», estos comicios han contribuido a desdiabolizar al FPÖ. «El hecho de que la mitad de los austriacos diga que no hay problemas con este partido significa, para el futuro, que para las elecciones parlamentarias ya no hay esas consideraciones morales contra el FPÖ», explica a Efe.

En su primera declaración como presidente electo, Van der Bellen, un economista de 72 años que ha aglutinado el voto de todos aquéllos que querían frenar a la ultraderecha, prometió que «será el presidente de todos los austriacos». Consciente de la polarización que han mostrado las urnas, el futuro jefe de Estado hizo un llamamiento a «ver lo que nos une, no lo que nos separa y aceptar las opiniones diferentes». «Se ha hablado de las divisiones en este país, entre derecha e izquierda, entre la ciudad y el campo, entre los de arriba y los de abajo, entre jóvenes y viejos. Pero creo que se puede ver así: son dos mitades que forman Austria y una es igual de importante que la otra», explicó.

El que será el primer presidente austriaco que no procede ni de las filas socialdemócratas ni conservadoras desde 1945 aludió abiertamente al malestar de la población. «Necesitamos una política diferente que escuche el enfado de la gente», urgió el viejo profesor. Para tal fin, Van der Bellen se comprometió «a ser un socio constructivo del Gobierno para trabajar por los intereses de Austria».

Desde el exterior, el resto de socios europeos no pudo disimular su satisfacción por el resultado. A través de Twitter, el primer ministro francés, Manuel Valls, expresó su «alivio al ver a los austriacos rechazar el populismo y el extremismo. Cada cual debe extraer las lecciones en Europa».

El perfil

Pasión por los coches y el tabaco

Amante de los coches y fumador empedernido, Van der Bellen es un ecologista muy particular. Economista de 72 años y europeísta convencido es la persona adecuada para representar las funciones de la jefatura del Estado, un cargo protocolario, pero visto como una referencia ética. Siempre ha sido muy valorado en el país alpino por su honestidad. Descendiente de madre estonia y de padre ruso que escaparon de la revolución de 1917 y antiguo decano de la facultad de Económicas de Viena, lideró Los Verdes entre 1997 y 2008.