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El PP lleva al Congreso la reforma electoral para que gobierne la lista más votada

El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en el Congreso
El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en el Congresolarazon

Utilizará sus votos para mantener vivo el debate, mientras que los socialistas ratifican su «no» hasta las generales.

El Grupo Popular sigue insistiendo en mantener vivo el debate de que gobierne la lista más votada. Ayer formalizó en el registro del Congreso de los Diputados su propuesta, sobre la que el PSOE se niega a hablar en tanto que no se celebren las elecciones generales y haya un nuevo Gobierno. Para evitar que se apague esta discusión, el PP, sin embargo, propone elevar el estudio de esta reforma a una subcomisión parlamentaria, que empiece a trabajar en septiembre. Para ello su creación tendría que entrar en alguno de los Plenos extraordinarios que se celebrarán en agosto (rescate a Grecia o debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Con su mayoría, el Grupo Popular puede sacar adelante la subcomisión.

La propuesta del PP plantea que cuando una candidatura obtenga la mayoría simple, haya superado el 35 por ciento de los votos válidos emitidos en la circunscripción y distancie al menos en cinco puntos porcentuales a la siguiente candidatura obtendrá automáticamente la mitad más uno de los puestos de concejal en el Ayuntamiento. Y esa misma asignación de concejales se producirá cuando una candidatura haya obtenido la mayoría simple, haya superado el 30 por ciento de los votos válidos emitidos en la circunscripción y distancie al menos en diez puntos porcentuales a la siguiente candidatura.

Ahora bien, cuando no se den esos supuestos, es decir, que ningún partido haya superado el 35 por ciento de los votos válidos, el PP propone que se celebre un nuevo proceso electoral entre las candidaturas que hubieran obtenido al menos el 15 por ciento de los votos válidos, que no podrán ser distintas a las que concurrieron en las elecciones. En esta segunda votación se daría una prima de mayoría a la lista que se haga con la victoria con más de un 40 por ciento o siete puntos de diferencia sobre la segunda.

Por tanto, un sistema a doble vuelta, pero con una prima de mayoría «para que gobierne quien gana y no quien pierde», explicó el portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando. Y es una reforma que de materializarse impediría que se repitan muchos de los pactos postelectorales –«situaciones chocantes», dijo– que se han sustanciado tras los comicios autonómicos y municipales del 24 de mayo, y que han desalojado al PP de comunidades y de muchos ayuntamientos pese a ser la fuerza más votada. «Sólo queremos evitar los pactos de despachos, ajenos a la voluntad popular», defendió el portavoz del PP. Desde la bancada popular recuerdan que el PSOE ya llevaba en su programa electoral la doble vuelta y le exigen que explique por qué ahora ha cambiado de opinión. El PP asume que no puede sacar adelante esta reforma electoral sin consenso, que no va a existir a cuatro meses de que se celebren las elecciones generales. Pero sí utilizará su mayoría para forzar el debate parlamentario.

El PSOE ratificó su «no» categórico a entrar en este debate antes de las generales. El secretario de Política Federal del PSOE, Antonio Pradas, dijo que es una «barbaridad» replantearse a estas alturas de la legislatura el proceso electoral y entrar a discutir la legitimidad de los nuevos gobiernos autonómicos y municipales, informa Ep.

Pradas defendió que el Gobierno ha entrado «en modo pánico» y por eso está intentando tramitar «a prisa y corriendo» un importante número de proyectos legislativos. Esto «lo que pone da manifiesto es el temor del PP a no ganar las elecciones que se van a celebrar previsiblemente en diciembre», remachó.