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La histórica cárcel Modelo de Barcelona inicia el fin de sus 111 años de vida

Inicio del derribo de la histórica cárcel Modelo, que entró en funcionamiento en 1904
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La histórica cárcel Modelo de Barcelona ha iniciado hoy el fin de sus 111 años de vida, aunque aún acogerá presos hasta finales de 2016, al empezar el derribo del edificio que durante muchos años ha acogido a los reclusos en régimen abierto, que se han distribuido en otros centros. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el conseller de Justicia, Germà Gordó, han presidido hoy el inicio del derribo de esta parte de la cárcel, que entró en funcionamiento en 1904 y que ha visto pasar por sus celdas infinidad de presos políticos y delincuentes peligrosos.

El derribo de la cárcel, que ocupa dos manzanas del Eixample de Barcelona, dejará paso a un proyecto urbanístico que remodelará esta zona de la ciudad y sustituirá las galerías panópticas de los presos por equipamientos como colegios, residencias de ancianos y un espacio memorial de la cárcel.

El inicio del derribo ha empezado por la esquina de la calle Roselló con Entença, que corresponde al centro de los internos en régimen abierto (1.215 metros cuadrados), cuyas obras, que durarán dos meses, tienen un presupuesto de 370.500 euros.

Una vez se haya derribado, esta zona se convertirá en un espacio abierto para el uso de los vecinos, y la previsión es que las obras de urbanización empiecen a finales de septiembre y duren tres meses.

Xavier Trias ha remarcado que "con el derribo simbólico de una de las paredes del centro abierto se ha dado un paso que ya no tiene marcha atrás", tras defender que "tenemos que mirar al futuro sin olvidar el pasado".

El teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives, ha recordado: "El proceso de derribo de la Modelo lleva 50 años discutiéndose", por lo que "hoy es un día histórico y, cuando se mira a estos muros, es imposible no pensar en todos aquellos que han pasado por aquí, incluido mi abuelo".

La cárcel Modelo, inaugurada en 1904, aunque se empezó a construir en 1898, se ubica entre las calles Roselló, Provença, Nicaragua y Entenza y fue diseñada por los arquitectos Salvador Viñals y Josep Domènech Estapà con capacidad para 800 presos.

Durante la Guerra Civil y el franquismo, la prisión se llenó de presos políticos como Salvador Puig Antich, Francesc Layret, Salvador Seguí, y la masificación fue una constante durante esos años en los que llegaron a pasar más de 14.000 encarcelados y miles de condenados a muerte, como Joan Rull, que fue el primer ejecutado a garrote vil en esta cárcel en 1908.

Juan José Moreno Cuenca, el Vaquilla, otro de los ilustres inquilinos de sus celdas, protagonizó en 1984 una de las fugas más sonadas de esta cárcel, que ha acumulado suicidios y motines, como el que en 1977 destruyó casi la mitad de las celdas.

En la Modelo viven actualmente casi 1.200 reclusos, de los que unos 200 están en régimen abierto, aunque en 2013 llegaron a ser más de 1.600 los internos.

El comienzo del derribo ha sido posible gracias al convenio que firmaron la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona el pasado octubre, donde se establece que el cierre definitivo de la prisión tendrá lugar, como máximo, a principios del 2017.

El acuerdo entre las dos entidades contempla que el ayuntamiento pasa a ser el titular de la finca de la Modelo a cambio de 15 millones de euros, que se descuentan de la deuda de la Generalitat con la capital catalana, y de la construcción de una nueva cárcel en la Zona Franca.

Una vez se haya derribado toda la cárcel, en su lugar se construirá una guardería, un colegio de infantil y primaria, una residencia de ancianos, un centro para jóvenes, una residencia de estudiantes, un polideportivo y un memorial de la prisión.

Trias ha recordado que la construcción de estos equipamientos es el resultado de un proceso de participación con los vecinos y que "estos cambios estructurales, en una zona con falta de equipamientos públicos, harán la zona más atractiva y mejor para las personas".

El conseller de Justicia, Germà Godó, por su parte, ha remarcado que "los funcionarios penitenciarios de la Modelo serán todos reubicados, no perderán el trabajo".

El ayuntamiento tiene previsto la construcción de un nuevo centro de régimen abierto en la Zona Franca, con un coste de unos 24 millones de euros, con capacidad para 800 hombres, y el objetivo es que entre en funcionamiento antes del final de 2016.