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Tsipras quiere pacto con referéndum y Europa dice «no»

Tsipras quiere pacto con referéndum y Europa dice «no»
Tsipras quiere pacto con referéndum y Europa dice «no»larazon

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, pidió el 'no' en el referéndum cuya celebración mantiene para el próximo domingo, pero recalcó que no se plantea la salida del euro, pues el Gobierno tiene la "firme"intención de llegar a un acuerdo con los socios.

Las negociaciones se retomarán a partir del próximo lunes. Así lo comunicaron ayer ambas partes. El último intento a la desesperada del primer ministro heleno, Alexis Tsipras, por cerrar un acuerdo in extremis no obtuvo resultados.

Ante la situación de emergencia que vive el país –referéndum, corralito e impago–, el «premier» heleno envió una carta de dos páginas a las instituciones en las qué instaba a conceder una prórroga de otros dos años del rescate a cambio de aceptar gran parte de las condiciones impuestas por los acreedores.

A pesar de esas concesiones, Tsipras presentó ese intercambio de documentos con Bruselas como un triunfo: «Desde que convocamos el referéndum nos hicieron mejores propuestas, sobre todo respecto a la reestructuración de la deuda», prácticamente la única demanda de Atenas para firmar un pacto. En ese sentido, algunos analistas interpretaron la convocatoria de la consulta como una maniobra política para presionar a las instituciones, tal y como algunos ministros griegos han insinuado.

No obstante, ya no hay vuelta atrás. Primero, porque la desconvocatoria es anticonstitucional. Segundo, porque ahora son los socios quienes quieren que se celebre esa consulta y emprender la negociación la próxima semana. A ese respecto, Tsipras trató de enviar un mensaje de calma a la población al afirmar que «el referéndum no es sobre la permanencia de Grecia en la eurozona. Esa está dada. Se trata de aceptar o no la propuesta de los acreedores». Un mensaje clave para sumar apoyos al «no» por parte de los más moderados.

El primer ministro heleno aprovechó la enésima comparecencia televisada para hacer campaña por el «no» al acuerdo, con el objetivo de reforzar la posición de Atenas en las negociaciones y bajo el argumento de que «el veredicto popular es más fuerte que la voluntad de un Gobierno».

En esa línea, Tsipras también trató de tranquilizar a los más afectados por el corralito, los jubilados, para decirles que esa lucha con los acreedores se emprendió «para que reciban una pensión justa y no una propina». Las pagas mensuales se han reducido entre el 40% y el 45% desde el inicio de la crisis debido a los recortes impuestos por la troika.

El mayor escollo para el Gobierno en el referéndum, sin embargo, es el control de capitales, con restricciones de 60 euros para la retirada de dinero. Sobre esas dificultades, Tsipras se comprometió a hacer todo lo posible por que sea «temporal» y aseguró que los depósitos están a salvo. Una vez más culpó a los socios por la necesidad de imponer ese control de capitales y «no ofrecer tiempo y espacio a un pueblo para decidir de forma soberana su futuro».

Las primeras encuestas realizadas bajo esas circunstancias excepcionales que afectan al país emiten datos tan confusos como la propia situación de Grecia. El diario heleno «To Vima» recoge un apoyo del 47% al «sí» por un 33% al «no», mientras que «Efemerida Ton Sintakton» –rotativo pro-Syriza– indica que un 46% es favorable al «no» y un 37% respalda el «sí». Porcentajes prácticamente opuestos que apenas dejan claro que el resultado del domingo será muy ajustado.

Si el rechazo al acuerdo alcanza menos del 60% de los votos, como pidió Tsipras, el Gobierno griego fracasará en su objetivo de reforzar la posición griega frente a las instituciones y afrontará las negociaciones con un país sumido en un terremoto.

Por ese motivo, ayer por la mañana algunos miembros del Gobierno heleno mostraron su optimismo por alcanzar un acuerdo de última hora que permitiese sortear las consecuencias del referéndum.

El viceprimer ministro, Yanis Dragasakis, sugirió que la consulta podría cancelarse, aduciendo que en última instancia se trata de un «asunto político».

Por su parte, el eurodiputado de Syriza, Dimitris Papadimoulis, aseguró que la propuesta helena para firmar un tercer rescate «cambia el panorama» hasta el punto de que el Ejecutivo podría pedir el «sí» en la consulta.

Esos intentos de recular en el último momento perdieron todo sentido una vez que Alexis Tsipras habló en televisión. Y los socios rechazaron de plano la oferta griega. El referéndum se celebrará el próximo domigo. Y el lunes, vuelta a empezar.