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Llegó la hora cero

La consulta popular organizada por la oposición para frenar la Asamblea Constituyente de Nicolás Maduro fue un éxito absoluto: a los millones de ciudadanos críticos con el Gobierno se sumaron miles de chavistas desencantados

Decenas de venezolanos acudieron a la convocatoria de Maduro frente a la llamada de la oposición, que habría conseguido el respaldo de 10 millones de venezolanos
Decenas de venezolanos acudieron a la convocatoria de Maduro frente a la llamada de la oposición, que habría conseguido el respaldo de 10 millones de venezolanoslarazon

El 98,4 % de los participantes (cerca de 7,2 millones de venezolanos, según la oposición) votó que rechaza la formación de la Asamblea Nacional Constituyente que promueve Maduro para cambiar la Constitución.

Venezuela se vistió ayer de democracia y dignidad, de civismo, lucha y ejemplo en la jornada de consulta ciudadana que se realizó en todas las ciudades del país. Sin el respaldo técnico y logístico del Consejo Nacional Electoral y sin la protección de las Fuerzas Armadas, las calles se desbordaron de ciudadanos que a través del voto decidieron decir «no» a la Asamblea Nacional Constituyente. Mostraron su rechazo a la actuación de los cuerpos de seguridad y de las instituciones del Estado y confirmaron que están a favor de un cambio democrático y la conformación de un Gobierno de Unidad Nacional. El referéndum promovido por la oposición fue un rotundo éxito.

Los resultados de la consulta popular arrojaron que el 98,4 % de los participantes (6.387.854 personas) votaron que rechazan la formación de la Asamblea Nacional Constituyente que promueve el presidente, Nicolás Maduro, para cambiar la Constitución. El rector de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Raúl López, que forma parte de la «comisión de garantes» de este plebiscito opositor, dijo que al menos el 98 % de los participantes votó que «sí» rechaza la asamblea constituyente. La junta de académicos celebró que en la jornada hayan participado un total de 7.186.170 venezolanos pese a que se trató de una actividad realizada al margen del Poder Electoral, que no apoyó la convocatoria opositora. En el proceso se le preguntó a los venezolanos si rechazan la asamblea constituyente impulsada por Maduro, si piden a la Fuerzas Armadas que protejan la Carta Magna vigente y si aprueban la remoción de los titulares de los Poderes Públicos, acusados de servir al chavismo; la celebración de elecciones y la conformación de un gobierno de unidad nacional.

El 98,5 % votó afirmativamente para pedir a las Fuerzas Armadas que obedezcan las decisiones de la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, un órgano declarado en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia desde el año pasado lo que ha impedido que sus decisiones tengan efectos prácticos. Además, el 98.3 % del total de participantes (6.384.607) aprobó que se renueven los poderes públicos, se llame a elecciones «libres y transparentes» y se conforme un gobierno de transición y de «unidad nacional».

El temor de los ciudadanos en algunos puntos de Caracas donde hay grupos civiles armados fue constante, pero igualmente acudieron a las urnas. En el oeste, la participación fue masiva, al punto que fueron los propios ciudadanos los que ahuyentaron a quienes infructuosamente intentaron sabotear el proceso. Un grupo de hombres quiso llevarse el material electoral en la populosa zona de Catia, pero les fue imposible por la afrenta que hicieron los electores. Sin embargo, grupos armados consiguieron provocar el caos a primera hora de la tarde en este distrito de Caracas, donde asesinaron a una persona e hirieron de gravedad a otras tres, según confirmó la Fiscalía. Según la oposición, el saldo de la violencia de estos grupos afines al régimen fue de dos víctimas morales.

Los otrora bastiones chavistas también lucharon contra el miedo: Catia, La Vega, Antímano y en otras zonas chavistas, se agotaron rápidamente las papeletas electorales por lo que tuvieron que surtirse nuevamente cerca del mediodía.

En el este, la manifestación electoral fue multitudinaria. Al grito de: «¿Quiénes Somos? Venezuela ¿Qué queremos? Libertad», salieron los venezolanos a las calles formando colas interminables. A las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y personas enfermas le daban prioridad y el despliegue de seguridad, a cargo de los ciudadanos, estuvo impecable.

En La Florida votó Germán Ferrer, esposo de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz y diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela. Está contra la Constituyente y por eso decidió acudir a la llamada opositora. Afirmó que una cosa es ser opositor y otra pertenecer a la MUD y que su presencia allí respondía a ser de la oposición. «Hacemos un llamado al presidente de la República a que no cree más fracturas en el pueblo venezolano y que permita que la Constituyente se haga en otro momento cuando haya condiciones en el país», agregó. Luisa Ortega Díaz, su esposa y fiscal de la República, ahora perseguida y acosada por el chavismo, decidió no asistir a la consulta popular por considerar que, pese a su posición de denuncia de ruptura del hilo constitucional y su rechazo a la Constituyente, la cita de ayer era un acto político y prefería mantenerse al margen.

Mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, bomberos, médicos, policías y hasta monjas sí salieron a participar. La hermana María del Carmen Espinoza explicó a LA RAZÓN que quiere un cambio para Venezuela y que sea libre. «Me duele que los venezolanos estemos divididos. Pasamos todas las monjas de la congregación la noche en oración para pedir que Dios sea nuestro auxilio. Él es el único que nos puede liberar de todo esto», apuntó la religiosa. Por su parte, Ana Rosa Negrín, que padece cáncer, no dudó en hacer cola para participar en la consulta ciudadana. Pañuelo en la cabeza para ocultar los embates de la quimioterapia dijo que salió porque tiene dos hijos de 16 y 20 años que se quieren ir del país si la situación no mejora. «Este es un país maravilloso. Tiene de todo y por una mala administración lo estamos perdiendo. No lo voy a permitir», puntualizó.

En contraste a la alta participación que hubo en los llamados puntos soberanos de la Unidad, estaba la escasa afluencia en los centros de votación tradicionales donde el Gobierno y el Poder Electoral convocaron un simulacro de votación para explicar cómo participar el próximo 30 de julio en la votación por la Constituyente. De hecho, una fuente ligada a la Mesa de la Unidad dio a conocer que las estimaciones y la rapidez del proceso les hicieron estimar que más de 10 millones de personas participaron en la consulta de la oposición. Comienza la hora cero en Venezuela.