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Felipe VI agradece a México que acogiera a exiliados republicanos

La Reina Letizia conversa con Ángelica Rivera, esposa del presidente del país, Enrique Peña Nieto
La Reina Letizia conversa con Ángelica Rivera, esposa del presidente del país, Enrique Peña Nietolarazon

Peña Nieto recibe a los Reyes y les entrega las llaves de la capital.

En el Campo de Marte de México D.F., el césped impecablemente cortado, los tanques preparados para los cañonazos de saludo y los dameros estampados en los caballos ejemplificaban algunos de los detalles de la solemnidad que se quiso conferir ayer a la ceremonia de bienvenida a los Reyes de España. Su primer viaje de Estado oficial a un país iberoamericano. Una antigua sede olímpica que en la actualidad se reserva a las grandes ceremonias y eventos militares y oficiales. Ayer desfilaron aquí las unidades de los tres ejércitos y del cuerpo de guardias presidenciales. La bandera mexicana sobre un imponente mástil que la sitúa entre las tres mayores del mundo parecía ondear al compás de los himnos interpretados en vivo por la Banda de la Guardia Presidencial. Un recibimiento que motivó a Don Felipe, tras un conciliador discurso, a exclamar: «Nos sale de corazón, ¡que viva México!»

Las relaciones comerciales, económicas y culturales entre ambas naciones se encuentran en un momento decisivo: «México es el país con el que España mantiene las relaciones bilaterales más intensas de toda América Latina». Es el primer exportador de España de petróleo a nivel mundial, España es el segundo inversor de la UE en México detrás de Holanda –46.124 millones de dólares–, y el segundo a nivel mundial, sólo detrás de Estados Unidos.

Un presente y un futuro que en nada quiere levantar posibles rencillas del recuerdo; la tumba del conquistador Hernán Cortés, en una iglesia cercana a la plaza del Zócalo, está olvidada en el programa de los Reyes. «Las relaciones de España con México son de una importancia capital, porque se han ido formando a lo largo de una experiencia histórica y cultural común muy amplia, y se basan en vínculos mucho más profundos que los políticos y comerciales», aseguró Don Felipe. «Estoy convencido de que esta visita servirá para que 170 millones de mexicanos y españoles podamos comprobar nuevamente lo mucho que tenemos en común».

Los Reyes, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dispondrán de cuatro días para ello, en una intensa agenda en la que uno de los puntos más importantes será la presentación del Siele, servicio internacional de evaluación de la lengua española, en la que firmarán el rector de la UNAM, el director del Instituto Cervantes y el rector de la Universidad de Salamanca.

Por su parte, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, reivindicó «los vínculos indisolubles» entre ambas naciones, porque «España vive en México». Peña Nieto puso en valor los beneficios de fomentar estas positivas relaciones bilaterales, como las 5.000 empresas españolas afincadas en México que generan puestos de trabajo.

Los 46.800 rectangulares metros de la plaza de la Constitución fueron el lugar elegido para nombrar a los Reyes Huéspedes Distinguidos de la Ciudad de México, que debe su nombre a la Carta Magna de Cádiz en 1812. En el ayuntamiento, el Jefe de Estado expresó el «honor» que supone para él y Doña Letizia recibir las llaves de la metrópoli, una de las más grandes del mundo. «Esta distinción es para nosotros una invitación a convertirnos en ‘‘chilangos’’». Palabras pronunciadas en el histórico Salón de Virreyes de la antigua Nueva España, antesala de la asamblea mexicana. Durante siglos, el valle de Anáhuac ha presenciado cómo en este lugar de «mestizaje y contrastes» –según palabras de Don Felipe– España y México han escrito una historia que sigue escribiéndose. Actualmente hay más de 120.000 españoles residentes aquí, y el Rey destacó de esa «continuada presencia» la emigración española del exilio republicano entre los años 30 y 40 del siglo pasado. Expresó su «inmensa» gratitud por esa acogida a unos españoles «de marcado carácter intelectual» que dieron forma a la Casa de España, y que influyeron en el desarrollo de la universidad más grande de América, la UNAM.

En la actualidad, el Monarca se refirió a las colaboraciones que realiza nuestro país con la secretaria de la cultura de la ciudad y con fundaciones privadas, que ayudan a invertir en tecnología para facilitar el acceso a la educación a los niños que viven en las zonas más desfavorecidas.

Para terminar, Don Felipe manifestó la intención de España de seguir invirtiendo porque «creen en este país, en el dinamismo de esta capital y en la capacidad de sus gentes».