Videos

Marjaliza, la «autoridad de facto» de alcaldes y concejales

Imagen de la residencia de David Marjaliza en Valdemoro
Imagen de la residencia de David Marjaliza en Valdemorolarazon

Acumula un patrimonio de 33,5 millones, más lo que está «oculto».

David Marjaliza, considerado el principal dirigente de la «trama Púnica», llegó a controlar un vasto complejo empresarial, pero no precisamente por sus dotes y conocimientos profesionales, sino gracias a una «red de participaciones cruzadas con las que ocultar la verdadera titularidad real de sus bienes», llegando a acumular un patrimonio, a través de sus sociedades, de 33.498.675,30 euros, según consta en el sumario de este procedimiento contra la corrupción. Pero, además, hay indicios de que mantiene otro patrimonio oculto «a nombre o bajo la custodia de terceros». De hecho, algunos de sus familiares han podido intervenir en sus «negocios», como madre o su hermana Ana. Así, la primera de ellas, «habría guardado» el dinero obtenido por la venta de un barco «en una caja fuerte en San Javier», posiblemente en un inmueble de una sociedad de Marjaliza pero en la que su madre figuraba como administradora única. En cuanto a Ana Marjaliza, figuraba como administradora y consejera histórica en seis sociedades de su hermano, «prestándose, por tanto, a la argucia de David Marjaliza de poner en los cargos sociales de sus empresas de sus empresas a familiares y personas de su entorno, para diversificar la titularidad de las mismas y evitar su vinculación con aquél».

Además, Ana Marjaliza figuraba como autorizada en una de las cuentas que tenía su hermano en una sucursal bancaria de Valdemoro, la cual recibió en 2013 4.240.934 euros «de la operación ficticia de compraventa de obras de arte que hizo posible el retorno del dinero que mantenía su hermano en Singapur.

La «utilización» de sus familiares para ocultar su verdadero patrimonio llegó al extremo, según consta en las diligencias judiciales, de que su sobrina, pese a contar en estos momentos con sólo 18 años, «acumula un patrimonio de 14 inmuebles, valorados catastralmente en 589.600,24 euros». Este patrimonio, se afirma al respecto, «podría responder al deseo de evitar que dichos inmuebles figuren a nombre de otras personas del núcleo familiar de David Marjaliza o de sus empresas».

Para lograr esa millonaria fortuna, o al menos una parte importante de ella, se valió de sus contactos con alcaldes, concejales u otros cargos públicos, tanto en ayuntamientos como en la Comunidad de Madrid, para lograr que sus empresas resultaran adjudicatarias de los contratos públicos que salían a concurso. Pero no sólo eran sus «contactos», sino que, en realidad, David Marjaliza ejercía «de facto» como la auténtica autoridad «en materia de facturación y contratación pública en determinadas administraciones». Así, se sostiene en un informe policial que es el propio Marjaliza «a quien alcaldes, concejales y funcionarios mantienen puntualmente informado del momento del reconocimiento y pago de las facturas de sus sociedades, previenen de los términos en que van a salir convocados los contratos públicos, le agilizan gestiones administrativas (licencias de actividad) e incluso, y lo que es mas grave, alteran facturas y modifican informes de valoración de concursos públicos en su favor».

En esta mima línea, se pone de relieve la especial relación que mantenía con Francisco Granados. De hecho, se sostiene que las intervenciones telefónicas llevadas a cabo «permiten revestir un elevado grado de certeza la hipótesis inicial» de que el «afloramiento patrimonial» de ambos fue debido en gran parte al «aprovechamiento» de las importantes relaciones personales e influencias políticas que tenía el ex consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid y ex alcalde de Valdemoro « para la adjudicación irregular de contratos públicos, aprovechamientos urbanísticos o gestiones de cualquier tipo» en beneficio del entramado empresarial de Marjaliza. Además de las intervenciones telefónicas realizadas entre julio y septiembre del pasado año, se constataría una presunta entrega de dinero por parte del considerado principal dirigente de la «trama» a Granados, así como a «unos negocios que van a poner en marcha en común».

Así, en cuanto al primero de esos hechos, según se afirma en el informe policial, «se registraron una cadena de llamadas que apuntan a una «entrega de dinero de David Marjaliza a Granados, a través del conductor del primero», y que posteriormente se lo dio «en préstamo a Jesús Moreno Torres», entonces diputado en la Asamblea de Madrid y ex alcalde de Valdemoro. Lo relevante de esta información, se destaca al respecto, «es que parece que David Marjaliza actúa como depositario o fuente de financiación de los ex alcaldes de Valdemoro».

Junto a ello, tenían previsto poner en marcha, junto con el concejal Germán Alarcón, varios negocios en común. Uno sería en el citado municipio y estaría relacionado con la organización de eventos; mientras que el segundo sería de reciclado y se instalaría en León.

«Me hace falta pasta»

Por otro lado, los pinchazos telefónicos pusieron de relieve que el mencionado ex diputado regional José Miguel Moreno no sólo llegó a pedirle dinero a Marjaliza porque se iba de vacaciones, sino que, posteriormente, en agosto del pasado año, volvió a reclamarle otra cantidad. Así, el día 18, Moreno le espeta directamente: «Bueno, Morti, me hace falta pasta, mira cómo se puede hacer», a lo que su interlocutor le responde que tendrá que esperar a que regrese de vacaciones. En septiembre, parece que se «resolvió» la cuestión. De hecho, en el sumario constan dos imágenes de al entrada y salida de Moreno a las dependencias de Marjaliza, donde permaneció apenas 25 minutos. A su salida se aprecia, dice el informe policial, «que porta en un bolsillo de la americana efectos que no llevaba al entrar».