Videos

Piccioli mantiene la esencia en su primer desfile en solitario para Valentino

Desfile de Valentino
Desfile de Valentinolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Prendas que parecían tener vida propia, algunas con un efecto envejecido, como vestidos de encaje y tul de inspiración años 30.

El diseñador Pier Paolo Piccioli dejó claro hoy a los seguidores de Valentino que no deben temer esta nueva etapa de la firma después de que su eterna colega Maria Grazia Chiuri se fuera a Dior, pues él está más que preparado para llevar solo y con éxito el timón de este barco. Aunque hubo novedades de presentación en la colección primavera-verano 2017, la primera que el italiano dirige en solitario después de una carrera siempre a dúo con Chiuri, que en julio fue fichada como directora creativa de Dior, la esencia de Valentino mostrada este domingo se mantuvo imperturbable.

Una línea cargada de romanticismo y en la que no faltaron los delicados vestidos que sirven de emblema de la marca al mismo tiempo que la han aunado al estrellato: con Chiuri y Piccioli al mando, Valentino ha obtenido beneficios de hasta 2.000 millones de euros anuales gracias a los grandes éxitos comerciales del equipo.

La huella de Piccioli se vio sin embargo en una colección más diurna de lo que acostumbra, con zapatos planos y accesorios que dan una sensación de comodidad a los trabajados vestidos, con minicarteras en bandolera y recogidos despeinados, para el cabello. El color rosa fue el protagonista en la pasarela con vestidos, abrigos y zapatos que se tiñen de distintas tonalidades, como el fucsia, el pastel o un rosa chicle.

El creador ha debido trabajar con una velocidad extraordinaria para llegar a tiempo a un nuevo proceso de creación y añadir más de él en esta línea, que supone el comienzo de una nueva etapa para todos los implicados en la separación.

Como era natural, la despedida de Chiuri levantó inquietudes sobre el futuro de la "maison"italiana cuando muchos se preguntaban si esta ruptura sería como un Batman sin Robin, algo que de momento no será así.

Haciendo referencia a estos comentarios en una entrevista publicada este sábado en el "New York Times", Piccioli comparaba la situación más bien con lo que fue la ruptura de los Beatles.

"Aunque juntos eran los Beatles, no creo que nunca hubieran podido escribir 'Imagine'", dijo haciendo referencia a la famosa composición que John Lennon creó en solitario.

En las mismas páginas el italiano aseguraba que era el momento para los dos de tomar distintos caminos y seguir una dirección propia, "la continuación natural de un viaje"que no suponía "nada traumático".

Los detalles tan cuidados como siempre, con prendas que incluyeron aplicaciones en terciopelo, trabajados textiles brocados en pantalones y abrigos primaverales y cuidadas mezclas de colores para los vestidos de noche.

Mucho más asentado en la dirección de la firma, el británico Bill Gaytten presentó también este domingo su colección para John Galliano: un canto a la imaginación y a la inocencia de los niños que juegan con la ropa de sus padres o incluso de sus abuelos sin juicios de estilo.

Prendas que parecían tener vida propia, algunas con un efecto envejecido, como vestidos de encaje y tul de inspiración años 30 o chaquetas masculinas de ante usadas para dar esa sensación de sacado del armario de papá.

Galliano propuso chaquetas de hombre y pantalones de traje, con un buscado efecto grande, que contrastaron con los delicados vestidos de seda y estampados floreados.

"Es una parte de lo que soy, me gusta usar sastrería masculina para mujer, porque creo que es un símbolo de poder, ayudó al empoderamiento del hombre y creo que ayuda al de la mujer", declaró Gaytten a Efe tras el desfile.

Junto a colores más clásicos, como los tonos tierra, el crudo o el azul marino, Galliano apostó por el azul cielo y el rosa chicle, precisamente haciendo referencia a los colores que se le suelen otorgar a los bebés según su sexo.

Y del romanticismo de uno y los juegos de niños de otro, la moda parisina pasa al feminismo y la modernidad de la mano de Céline, en su delicada batalla por reinventar las formas femeninas y la sensualidad desde sus siluetas "oversize".

"Quiero mostrar que nuestros cuerpos están ligados al mundo, nos guste o no". Con esta frase del artista Dan Grahan, la diseñadora de la firma, la británica Phoebe Philo, recibió a los invitados en un desfile en el que las líneas que distinguen el arte de la moda fueron demasiado finas.

Philo subió a la pasarela pantalones superpuestos, camisas que se llevan al revés, siluetas de mujer pintadas en azul klein -imposible no pensar en los desnudos de Matisse- sobre impecables vestidos blancos de corte largo y recto y chaquetas de hombre que se llevaron como traje o abrigo, o zapatos bicolor, entre sus propuestas. Efe